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El inquietante paseo por las entrañas de Villalón de Campos
Cientos de personas participan en la decimoquinta edición de la jornada de puertas abiertas a las bodegas de la localidad
Villalón de Campos está socavado por decenas de bodegas. Bajar a alguna de estos singulares espacios por sus estrechos pasadizos y escaleras empinadas hasta ... llegar a su inquietante interior, varios metros por debajo del nivel de la calle, es viajar a tiempos lejanos en los que estos espacios fueron parte de la vida cotidiana para usos como guardar alimentos o fermentar el vino. Un viaje en el tiempo que este sábado volvió a hacer posible la Asociación Villalón Vive al organizar, en su decimoquinta edición, una jornada de puertas abiertas que permitió a cientos de villaloneses y visitantes adentrase en las entrañas de la localidad para conocer unas construcciones, muchas de ellas socavadas en la tierra de forma manual, que se remontan a los siglos XVI y XVII.
Un año más los visitantes pudieron participar de la iniciativa alentados por la frase de que «catar un vino puede convertirse en una saludable experiencia, más aún si se hace sumergida en la magia y las entrañas de la que fue siempre su residencia». Era sin duda el mejor motivo para descender a distintos tipos de bodegas, gracias a la colaboración de algunos vecinos, como la de Mari Fuentes y Ana Belén Herrero, en la que se conserva un lagar y que llegó también a ser una chocolatería o la de José Trapote, prototipo de las bodegas más pequeñas se construyeron en las casas con la finalidad fundamental de servir de almacén de productos alimenticios destinados al autoservicio familiar.
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Pero también los visitantes pudieron descender a la bodega de la familia Maroto, verdaderamente monumental, de gran profundidad y con varios pisos, que se dedicó a la actividad comercial. Este tipo de bodegas villalonesas están asociadas a leyendas e historias que indican que las más antiguas formaban una red subterránea destinada a actividades comerciales más o menos ilícitas. De hecho, tuvieron un gran protagonismo en el comercio y contrabando entre los siglos XVIII y XX, de tal forma que, como alguien recordó, en el año 1845 el general Manso sitió Villalón de Campos para poner fin al contrabando de tabaco, monopolio de la Corona.
Junto a estas bodegas históricas, también hubo la posibilidad de conocer la más moderna de Arenas del Alón, de Teo Hierro, una bodega artesanal y ecológica con elaboración selecta de vinos blancos, con poda, vendimia y cuidados de las vides con trabajos manuales. De esta manera los visitantes pudieron observar que aquellas viejas bodegas en las que se elaboraba vino han tenido su mejor sucesor en una moderna instalación.
Como si de una bodega más se tratara, también hubo jornada de puertas abiertas al bello aljibe, en el que se encuentra el Centro de Interpretación del Patrimonio Subterráneo. Se trata de un amplio espacio abovedado en el que una pasarela permite entrar en su interior por encima del agua. Aunque del aljibe existen pocos datos, si que se sabe que se construyó en la época medieval y que pudo abastecer de agua potable a todo el pueblo. Para el mantenimiento del agua en buen estado se contaba son anguilas, que movían y aireaban el agua, y tortugas, que indicaban si el agua se mantenía en buen estado, si bajaba el número de tortugas era un indicador del mal estado, por lo que se vaciaba el aljibe y se renovaba su agua. Después sufrió abandono durante muchos años, que, por otro lado, es lo que ha provocado su buen estado actual. En 2018 se recuperó gracias a campos de trabajo.
Como ya viene siendo tradicional en todas estas jornadas, en cada una de las bodegas y paradas, los participantes en la ruta podían reponer fuerzas con la degustación, a un módico precio, de un vaso de vino de la comarca acompañado de una sabrosa tapa de viandas de la gastronomía local, como las sopas castellanas en el aljibe o las jijas en otras paradas. Como gran novedad, la actividad contó por la mañana y la tarde con música en vivo del grupo Casual Trío.
Las visitas a las bodegas también sirvieron para poder acceder al Museo del Calzado Vibot para conocer el proceso de confección artesanal de calzados, desde la curtiembre del cuero hasta la hechura con antiguas máquinas y herramientas. Un espacio en el que adentrarse en la historia del zapato, desde los tiempos del antiguo Egipto hasta la actualidad, con más de cuatrocientas piezas, entre las que se cuenta el par de zapatos considerado el más pequeño del mundo.
Durante la jornada hubo dos visitas guidas por las bodegas, incluida la de Arenas del Alón, el Museo del Calzado y el aljibe, que llevó a cabo de forma amena la técnica de Turismo de la localidad, Esther Carmona, en un recorrido en el que además se incluyó el centenario hospital de la Vera Cruz, un edificio de estilo gótico que se levanta en el barrio de San Juan y que ha sido restaurado hace dos años evitando el peligro de derrumbamiento. Su interior está sin reformar. «El uso de los hospitales en la edad media no tiene nada que ver con el contemporáneo, sino que funcionaban principalmente como instituciones de caridad para acoger a peregrinos, pobres, huérfanos o enfermos», según recordó Esther Carmona. Especialmente llamativa y sugerente fue la visita de la tarde a este histórico espacio cuando ya había anochecido, lo que hizo pensar en una posible ruta nocturna por el patrimonio villalonés.
La presidenta de la Asociación Villalón Vive, Rosa Molina, valoró muy positivamente la actividad con más de 650 visitantes, señalando que «ha vuelto a ser una jornada exitosa, los espacios subterráneos de Villalón de Campos se ha vuelto a abrir un año más con gran afluencia de público». Además quiso destacar las dos visitas guiadas realizadas por la técnica de Turismo de la localidad, Esther Carmona, que «se llenaron de interesados en conocer la peculiaridad de las bodegas de nuestra localidad». También quiso dar las gracias a la colaboración de la Diputación de Valladolid, el Ayuntamiento, los propietarios de las bodegas, el Museo del Calzado Vibot, la Bodega Arenas del Alón y, sobre todo, «a los voluntarios que hacen posible esta maravillosa jornada cultural y lúdica».
Por su parte, el alcalde, José Ángel Alonso, felicitó a la Asociación Villalón Vive, destacando que «son un orgullo para nuestro municipio, colaborando con el Ayuntamiento en todo lo que se les ha pedido, siempre con una sonrisa, con un montón de voluntarios y con ganas de trabajar». De las jornadas de las bodegas, señalo que «son un éxito consolidado, siendo capaces de poner en valor nuestro patrimonio, dar a conocer nuestra oferta gastronómica y movilizar a decenas de voluntarios para dar vida a nuestro pueblo» También quiso agradece el esfuerzo de los propietarios de las bodegas para abrir sus casas para que entren voluntarios y visitantes.
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