Homenaje a uno de los máximos impulsores del fútbol sala en Peñafiel

La placa, entregada a su viuda, Milagros Muñoz, también recoge otra frase, la cual sintetiza el cariño de todas esas generaciones de jugadores del equipo: «Jesús, tú sí que eres grande».

Grande, como lo era su sonrisa, un característica de su generosa personalidad que también se recordó durante el homenaje que se le brindó durante la mañana de este domingo. Primero, con la disputa de un triangular de fútbol sala con equipos formados por jugadores de distintas épocas del Calzados Gómez, y, a continuación, con otro partido amistoso, esta vez entre jugadores del mítico equipo zapatero, distribuidos entre foráneos y jugadores de la localidad.

Esta primera parte del tributo a Jesús Gómez, la deportiva, se desarrolló en el polideportivo peñafielense, para, a continuación, desarrollarse la segunda parte del mismo, la emotiva, en la vivienda de Jesús y Milagros. Allí, en presencia de la amplia familia de 'Cachuli', se hizo entrega, a Milagros, de la placa y de un libro de fotografías, imágenes de Jesús que también formaron parte de un audiovisual que se proyectó durante el encuentro celebrado en la vivienda. Entre esas fotografías destacaban aquellas relacionadas con una de sus más grandes pasiones, el fútbol, y especialmente por el Atlético Peñafiel, club en el que militó y del que fue directivo en los años 60.

También hubo una sorpresa, ya que se regaló a la familia un árbol para ser plantado en la finca, en la parte del jardín que sus familiares decidan. Un árbol que crecerá como creció, y nació, la afición por el fútbol sala en Peñafiel de mano de Jesús, quien falleció a comienzos de este último mes de mayo, a los 96 años de edad.

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El homenaje ha sido promovido por los antiguos jugadores de las distintas escuadras que se han configurado en la historia del CD Calzados Gómez, club que Jesús creó en 1987 y por cuyas filas habrán pasado más de 50 integrantes, tanto de la localidad como de fuera de ella. De la misma forma, fue uno de los promotores de la liga local de fútbol sala, consiguiendo que este deporte alcanzase, en la localidad, su máximo apogeo a comienzos del presente siglo. De ello también participó y fue responsable Victorino Herrero, otro peñafielense, fallecido también, apasionado por esta disciplina deportiva.

Tenaz, vitalista, solidario y generoso, Jesús también era una persona discreta, de pocas palabras. No le hacían falta, con su amplia sonrisa lo decía todo: reconfortaba, alentaba y transmitía una pasión que perdura en los jugadores de su equipo, y que hoy, lo han querido agradecer con el homenaje que le han rendido.