Fiestas de Traspinedo: el pincho de lechazo, el mejor embajador

La marca cumple diez años con el sueño de convertir el pincho gastronómico en Patrimonio Inmaterial de la Unesco

J. J. L.

Jueves, 29 de junio 2023, 13:26

La pasada semana fue el embajador de Corea del Sur el que lo degustó. De visita en Valladolid, la Ribera del Duero... y Traspinedo. ¿Por qué? Por la gastronomía, y para cumplir precisamente con ese embajador de la buena mesa de la localidad vallisoletana y uno de los productos que en la última década han abanderado la despensa vallisoletana. Hablamos del pincho de lechazo, cuya marca celebra su décimo aniversario este 2023.

Publicidad

La Fiestas Patronales de Santa Isabel son un buen pretexto –si hace falta alguno– para degustar el pincho más famoso de la provincia. Altenar los festejos taurinos, los musicales o una buena tarde de actividades en las peñas se vive mejor con un pincho en la mano. Lo dicen los maestros artesanos de esta cocina por la que se han popularizado los asadores y mesones de Traspinedo. «Antes teníamos jaleo los fines de semana, festivos... Pero las visitas se han desestacionalizado y cualquier día tienes jaleo», explica el presidente de la Asociación de Asadores del Pincho de Lechazo, Julio César García, quien entiende que el pincho gastronómico es un aliciente más para «disfrutar» de estos días en su pueblo. «Claro que el que nos visita, aprovecha el viaje para tomarlo, pero no existe un auge gigantesco en la demanda con respecto a cualquier fin de semana», agrega el representante de una entidad que ha iniciado los trámites con el Ayuntamiento para instalar un monolito en referencia a su producto. «También nos gustaría montar unas banderolas en las entradas al pueblo, para que el visitante sepa que está entrando a la cuna del pincho de lechazo».

Serán los trámites con los que finalizaría esa fase uno de la creación de la marca, a partir de la cual, se empezarán «a dar pasos» para intentar conseguir que el Pincho de Lechazo de Traspinedo sea declarado por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad. «Es un sueño, pero no es tan osado si se tiene en cuenta la popularidad que ha cogido a nivel nacional, incluso internacional», defienden desde la asociación.

«La pandemia ha multiplicado las visitas a la Ribera del Duero, y ahora mismo cualquier día hay gente demandado su pincho, sea o no fiestas», concluye Julio César García.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad