Expertos de KWS e investigadores analizan las oportunidades de la experimentación en los cultivos
El campo de la empresa en Simancas fue el escenario de la jornada de puertas abiertas
Los primeros agricultores de la época del Neolítico poco se imaginaban la revolución y la importancia que iba a generar esta actividad a lo largo de la historia. Hoy en día, la evolución del campo y del rendimiento de sus cultivos gracias a la incorporación de las nuevas tecnologías quizá se convierta en otro punto de inflexión en la historia. Prueba de ello es la apuesta decidida de la compañía KWS por la experimentación en sus cultivos que pudieron conocer de primera mano los asistentes a la jornada de puertas abiertas organizadas en su campo experimental, en el municipio vallisoletano de Simancas.
Cerca de trece hectáreas con cultivos de girasol, maíz y remolacha azucarera en los que se han realizado ensayos de manejo de siembra y de tratamiento de densidades. Una visita que dio paso a tres ponencias protagonizadas por el divulgador científico José Miguel Mulet; Brescia Terra, head de Marketing Remolacha KWS y Santiago Felizia, country manager de KWS Semillas Ibéricas.
La primera de las charlas, titulada 'Ecologismo real' giró sobre los mitos o falsas verdades sobre la contaminación de las producciones agrícolas. La agricultura es la base de la alimentación y de la economía en un país como España y «echarle la culpa de todos los desastres ambientales desde el punto de vista científico no está justificado», apuntó José Miguel Mulet. El divulgador científico animó al aprovechamiento y al uso de la tecnología de la misma forma que se hace en otras actividades laborales. «La gente no sabe el esfuerzo que supone proveer de alimentos a todas las tiendas», explicó, y «luego se aprueban unas políticas agrarias surrealistas», advirtió.
Por otro lado, Brescia Terra abordó el rol de la mujer en el agro. Señaló que a pesar de la presencia de la mujer en carreras agrícolas, «el campo sigue estando dominado por hombres y las mujeres adoptan un rol secundario que les resta visibilidad». Para la head de Marketing Remolacha KWS, es necesaria una labor pedagógica que «naturalice» la presencia de la mujer en el campo. Recordó aspectos que siguen siendo desafíos, «que sean respetadas, que puedan conciliar y el apoyo del hombre para mejorar la convivencia», señaló. En esta línea, insistió en la necesidad de evitar ambientes hostiles, «porque si sus hijas no se sienten cómodas, el trabajo de fincas de generaciones puede acabar cambiando de manos». Asimismo, apuntó que las gerentes de fincas en España menores de treinta y cinco años solamente alcanzan el 4%.
Y por su parte, la ponencia de Santiago Felizia se centró en las aplicaciones tecnológicas de KWS. «Estamos trabajando en la innovación para aumentar la productividad, la eficiencia y la sostenibilidad», dijo. La tecnología y la digitalización, claves para los desafíos que abordará este sector, ya tiene una aplicación directa con la robótica para el control de hierbas. «Para 2035, entre el 30% y el 35% de este control será precisión y nosotros ya estamos calibrando tres modelos de robot», afirmó.
Reconoció que el esfuerzo económico inversor es necesario «aunque los resultados no los ves a corto plazo». También destacó el rol de la genética de las plantas: «Estamos investigando variedades de plantas que puedan resistir al ataque de enfermedades», señaló.
