Éxito de convocatoria en el mercado medieval y la fiesta de la vendimia de Quintanilla de Onésimo

Tres niñas y un niño, por parejas, consumaron el rito de pisar los racimos volcados en la prensa en la que dieron varias vueltas para extraer un dulce mosto que fue repartido entre los asistentes, así como pastas artesanas de la localidad. Durante el pisado también se produjo el pregón de esta fiesta vitivinícola, tan importante en esta localidad y la zona en la que se encuentra, en plena Milla de Oro de la Ribera del Duero.

Muy buena climatología ha acompañado el desarrollo de este mercado, uno de los de mayor solera, uno de los primeros en organizarse en la provincia, y en el cual se pueden encontrar una buena muestra de puestos de productos artesanales y de espacios gastronómicos. Tanto en unos como en otros se ha visto movimiento y actividad comercial, visitantes comprando y consumiendo.

Igualmente, destacar la labor de las encajeras de la localidad que, además de mostrar sus laboriosos trabajos, también han recaudado fondos para la lucha contra el cáncer. El Ayuntamiento es el organizador de estos dos eventos, y, como explica el alcalde de la localidad, Carlos del Barrio, «el balance es positivo. Ha habido muchísima gente. Se han notado las muchas ganas que tiene la gente de fiesta, de disfrutar en la calle. El tiempo también ha acompañado y todos los años nos vamos superando y en esta edición más todavía. Deseamos que al año que viene todavía sea más».

En el aspecto comercial, el regidor hace un muy buen balance del mismo. «Los artesanos están contentos porque venden, los hosteleros están más contentos todavía y en general a los vecinos del pueblo también les gusta que venga mucha gente para que haya ambiente».

Para Del Barrio, «el hecho de que haya una oferta gastronómica tan grande hace que la gente pase varias veces por los puestos y esto incentiva las compras». Las actividades que recoge el programa también han cosechado una alta participación, como la cena medieval, que completó las 200 plazas disponibles. Los talleres de artesanía también han tenido una gran respuesta, talleres de cestería, cantería o de tonelería, por citar unos ejemplos, y que contemplaban la participación tanto de adultos como de niños.

En cuanto a la ocupación hotelera ésta ha sido muy alta, ya que como señala el regidor quintanillense, esto se debe «a que todavía se están realizando fiestas de vendimia en muchos sitios, aquí se celebra también dicha fiesta, y porque habitualmente viene mucha gente los fines de semana. Tenemos una oferta de cerca de 300 camas; las bodegas organizan muchas actividades y lo que nosotros hacemos es añadir estos eventos por lo que la gente acude a ellos».