Despliegue policial en el municipio vallisoletano de La Seca ante una denuncia de matrimonio forzado

Eran las seis de la tarde cuando tres vehículos y media docena de agentes de la Policía Nacional tomaban la calle Tomás Bayón (una de las principales y más céntrica vía del pueblo), con el objetivo de contactar con una chica menor de edad de origen rumano después de que un familiar trasladara –a través de la Embajada española– su inquietud sobre la situación en la que la joven podría encontrarse, pues existía la sospecha de que le hubieran forzado a casarse con un mayor de edad, según explicaron fuentes de la investigación.

Los agentes, uniformados, se dirigieron inicialmente hacia el barrio donde presuntamente residía la joven, una céntrica zona del municipio que actualmente está ocupada por varias familias de origen rumano. Fue aquí donde contactaron con jóvenes del entorno, quienes acompañaron a los agentes hasta la vivienda donde en principio podría encontrarse la menor de edad. Una casa baja situada frente al bar Sahufort, que en esos momentos concentraba ya a decenas de vecinos del pueblo, quienes observaban con inquietud el despliegue de esta comprobación policial.

Pocos minutos después, los agentes llegaban al inmueble, al que, según testigos presenciales, accedieron empleando la fuerza –tras dar una patada a la puerta– en busca de la joven. Fue aquí donde la Policía tomó declaración a la menor y constató que se encontraba bien y está «legalmente casada» en Rumanía con un chico mayor de edad y también de origen rumano.

Más tarde, los miembros del Cuerpo Nacional de Policía se movieron por el entorno y solicitaron documentación a uno de los jóvenes que rondaba la zona. Fue ya en esa misma vivienda cuando el chico entregó la documentación al agente de policía y, al comprobar que todo estaba correcto, reaunudó la marcha y dijo «no pasa nada». Los agentes ya han remitido el escrito a la Fiscalía y los Servicios Sociales de un comprobación que se saldó sin mayores consecuencias.

Este pueblo de no más de 1.000 habitantes alteró ayer su ritmo habitual tras el bullicio de decenas de vecinos que se acerban a la zona para ver el despligue policial. Bien es verdad que no es la primera vez que los agentes irrumpen en La Seca. En 2014, un joven, también de origen rumano, fue acusado de abusar de su esposa menor de edad en el municipio vallisoletano.