Alaejos acordona parte del entorno de la iglesia de San Pedro por desprendimientos en su torre

Adornos de sillería, ladrillos y casquillos de la parte superior de la torre de la iglesia de San Pedro han terminado, una vez más, en el suelo de la Plaza Mayor de Alaejos tras que esta misma semana se produjera un nuevo desprendimiento. Desde el Ayuntamiento, su alcalde, Carlos Mangas, ya ha puesto en marcha un sistema de protección de la zona puesto que «es una zona por la que pasan muchos vecinos y es peligroso ya que si te cae un ladrillo desde una altura como la que tiene la torre te puede matar». Además de acordonar la zona con barreras protectoras, la administración local ya ha enviado una carta a la Junta de Castilla y León en la que denuncian la situación del templo y advirtiendo que de no actuar en cualquier momento se puede producir una desgracia. En la carta el alcalde solicita una reunión con el área de Patrimonio de la Junta de Castilla y León para poder firmar un convenio a tres bandas, es decir, Ayuntamiento, Arzobispado de Valladolid y Junta para desarrollar un proyecto de rehabilitación integral de la torre.

Esta demanda es un requerimiento antiguo ya que los problemas de la torre son continuos desde hace años, tal es así que «el pasado año salieron unas grietas estructurales de grandes dimensiones que tuvieron que ser selladas y ya con este problema hablamos con la Junta para ver si era posible conseguir financiación».

Este templo datado en el siglo XVI, de estilo renacentista y donde el material predominante es el ladrillo con argamasa de cal y yeso, tiene una torre de cuatro cuerpos que se eleva a unos 64 metros del suelo y en cuyo último piso se alza una delgada torrecilla a modo de chapitel.

La iglesia fue declarada hace varias décadas Monumento Histórico Artístico Nacional y el proyecto de rehabilitación al que fue sometido entre el 2008 y el 2010 tuvo una inversión de más de 1.526.196 euros que se planteó con una actuación integral y a largo plazo. Entre las labores llevadas a cabo en el templo, declarado Bien de Interés Cultural, destacaron la reparación de la cubierta, bóvedas, restauración de las pinturas morales ubicadas en paramentos y bóvedas, así como de los bienes muebles como el retablo mayor y laterales, el púlpito, cortavientos, puertas interiores, sillería y reja del coro entre otros.