Adiós a tres décadas de la mejor gastronomía en Rioseco
El popular restaurante Santamaría cerrará las puertas el próximo 9 de noviembre por jubilación de sus propietarios y por la falta de personal
Restaurantes, bares, comercios y otros tipos de establecimientos acaban siendo con el tiempo una parte importante de la vida diaria y cotidiana de los vecinos ... de una localidad y sus propietarios pasan muchas veces a ser amigos. De ahí que cuando alguno de ellos anuncia su cierre después de muchos años de dar un buen servicio, no es de extrañar que surja entre los vecinos un sentimiento de cierta tristeza. Algo que ha ocurrido en Medina de Rioseco con el popular restaurante Santamaría, que ha anunciado en los últimos días que «después de trabajo, esfuerzo y dedicación, ha llegado el momento de cerrar una etapa muy importante en nuestras vidas ». Un cierre que se hará realidad el domingo, 9 de noviembre.
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En la memoria queda aquel 19 de marzo de 1996, cuando el matrimonio riosecano formado por Luis Ángel Santamaría y Pilar Díez dieron el paso de asumir la gestión del histórico bar-restaurante Asturias, ubicado en el céntrico corro de Santo Domingo, puerta de entrada a la calle Mayor de la Ciudad de los Almirantes. En su haber tenían siete años de experiencia en el bar Riosol II, en el barrio del Carmen. Casi diez años después de excelente y exitoso servicio, el 1 de marzo de 2005 el establecimiento se convertía en el restaurante Santamaría inaugurando un amplio comedor aledaño que abría sus puertas en el antiguo Banco Hispano Americano, en un espacio en el que desde entonces ha destacado una pintura mural representando una imagen del Rioseco de hace siglos, con sus murallas y la iglesia de Santa María con los andamiajes de la construcción de su emblemática torre, que también ha tenido una bella réplica en bronce realizada por la familia Perero.
Ahora, Luis y Pilar, después de casi tres décadas, han decido poner fin a su andadura en la hostelería movidos por la jubilación, pero también por no encontrar personal, porque «podíamos haber aguantado dos o tres años más, pero no pueden llevar cuatro personas lo que tendrían que llevar ocho», en palabras de Luis, quien aseguró que «estamos abierto al arrendamiento o a la compra, porque nos gustaría que nuestro restaurante siguiese abierto». El matrimonio también tiene claro que es el momento de descansar, de hacer lo que siempre hemos querido, de disfrutar de nosotros y de nuestros hijos», porque «es un trabajo muy sacrificado, en el que no hay Semana Santa, ni San Juan, ni un vermú, ni comidas, ni fines de semana».
En el emotivo comunicado de despedida, Luis y Pilar hacen ver que «han sido años «de mucho sacrificio, ilusión y amor por la profesión, en los que hemos tenido la suerte de compartir mesa, risas y momentos inolvidables con todos los clientes», señalando que « este restaurante ha sido mucho más que un negocio familiar, ha sido un hogar donde cada cliente se convertía en amigo y cada plato se servía con cariño». También aprovechan para expresar el mas sincero agradecimiento «a todas las personas que han formado parte de esta historia; a nuestra plantilla, por su entrega y profesionalidad; a nuestros amigos y familia, por su apoyo incondicional; y por supuesto a todos los clientes que con su confianza y afecto nos han acompañado durante tantos años», finalizando con un «nos despedimos con el corazón lleno de gratitud y orgullo por todo lo vivido, porque, aunque el restaurante cierre sus puertas, el espíritu del Santamaría seguirá abierto en nuestros corazones». Palabras de gratitud que hacen extensibles a sus hijos, Luis y Alejandro, de los que siempre han recibido el mayor de los apoyos y que estaban deseando que llegara este momento para que sus padres pudieran descansar y disfrutar de la vida.
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En estos días, ante el anuncio del cierre, son muchos los clientes que están pasando por restaurante Santamaría para comer o cenar por última vez y despedirse de Luis y Pilar, como unos clientes de León quienes comentaron al matrimonio «qué vamos a hacer ahora, después de tantos años de venir por vuestra casa» o el riosecano Alberto Hernando Rivas, un cliente muy habitual para el que «es posiblemente el mejor restaurante donde he comido», a la vez que expresó su gran aprecio hacia Luis y Pilar.
Durante estas tres décadas, el restaurante Santamaría ha destacado por sus sabrosos platos, en una muy variada carta de la que Luis y Pilar, con el poso que da el paso del tiempo, destacan, por su gran éxito, el lechazo asado, el pulpo a la brasa, los chipirones al brandy, los pescados al horno y el bacalao al ajoarriero, «siempre con producto de cercanía de máxima calidad y con un servicio muy familiar de gran cercanía que buscaba que el cliente se sintiera como en casa». Una carta, de precios muy ajustados, en la que también destacaba el menú diario con siete primeros y siete segundos a elegir. Todo ello sin olvidar que durante el verano los clientes podían disfrutar de una amplia terraza.
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