Los primeros rayos de luz en forma de donaciones inauguran la carpa del Juguete Solidario
Abuelos, padres y niños se dejan ver de 11:30 a 14:30 horas y de 17:00 a 20:00 de la tarde, mismos horarios de sábado y domingo
Ay, los abuelos; qué sería de los niños sin ellos… Más que personas apreciadas, deberían ser considerados bienes preciosos y preciados por cuanto hacen por sus nietos. Por los suyos… y los que no lo son, porque, como se pudo comprobar en la jornada inaugural del Juguete Solidario que organiza El Norte de Castilla, acaban siendo un regalo también para los demás niños. Y es que el horario laboral y escolar de papás y peques hizo que fueran los mayores los que cobraron protagonismo en las primeras horas de la carpa de la ilusión, a las que muchos se acercaban con bolsas o interesándose por los horarios, seguramente para volver acompañados más tarde por quienes ceden, muchas veces en primera persona, a lo largo de las nueve ediciones que cumple este año la iniciativa, las sonrisas a otros.
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Porque, como bien reza el lema, se trata de ayudar a que ningún niño se quede sin sonrisa, algo en lo que hizo especial hincapié Rafaela Romero, concejala de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Valladolid, junto a Fundación Ambuibérica y Fundación Michelin, patrocinador de la recogida. «Los niños están siendo muy vulnerables con la situación que estamos viviendo y esta iniciativa refuerza que ningún niño se quede sin juguete. Los juguetes son símbolos de alegría, una alegría que hay que mantener y cuidar en estas fechas, en las que todos hemos disfrutado de regalos», ponderaba la edil.
Si bien la pandemia obligará nuevamente a vivir la Navidad «en unas circunstancias atípicas, juntándonos pocos», Romero resalta la necesidad de abstraer a los más pequeños de lo que está sucediendo, siempre dentro de la concienciación obligatoria, porque «es necesario que mantengan la ilusión», de la misma manera que recordó la necesidad de que «ninguna persona mayor esté sola estos días».
Desde las once de la mañana y hasta el cierre de la jornada, bien entrada la tarde, cuando los niños y sus padres ganaron presencia sobre los abuelos, los voluntarios de la Fundación Ambuibérica sonreían con los ojos a todos aquellos que llegaban cargados de buena voluntad, con atriles para pintar, cochecitos, muñecas, peluches, balones de fútbol, puzles, cuentos y un largo etcétera de donaciones. Y es que, cabe recordar, esa sonrisa bajo la mascarilla es la única exigencia que se pone a la hora de entregar esos juguetes nuevos o usados en perfecto estado para alargar su vida útil.
En este sentido, alineándose con la concejala, Carlos Magdaleno, director regional de Castilla y León y Cantabria de Ambuibérica recordaba lo «bonito» de esta iniciativa, en la que su empresa participa de forma activa y decidida. «En Ambuibérica somos conscientes de las dificultades económicas por las que está pasando parte de la población de Castilla y León, y si podemos ayudar a que todos los niños puedan pasar unos buenos días al menos con un juguete, bienvenido sea», explicaba.
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Para Abel López, responsable de relaciones externas de Michelin, se trata de «contribuir a aportar rayos de luz, sobre todo en estas fechas» a niños que de otra forma se sentirían discriminados por su situación social. «Para nosotros formar parte de este evento es un motivo de compromiso con una parte muy sensible de la sociedad que no hay que olvidar», recalcaba en la inauguración de la carpa de la ilusión, que volverá a abrir hoy y mañana en horario de 11:30 a 14:30 horas y de 17:00 a 20:00 de la tarde.
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