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Control de estiba de la Policía Local de Valladolid en la ronda VA-20. Gabriel Villamil

La Policía Local de Valladolid, pionera contra la seguridad vial 'invisible'

Un equipo se especializa al mismo nivel que la Guardia Civil para realizar inspecciones de carga y tacógrafo en los accesos a los polígonos industriales

Antonio G. Encinas

Valladolid

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Lunes, 4 de marzo 2019, 07:45

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Decir seguridad vial equivale, en la mente de cualquiera que se haya puesto al volante, a no hablar por teléfono al volante, evitar las distracciones, el 0,0 en alcoholemia o asegurarse de que los niños viajan bien asegurados en sus asientos. Pero hay otra seguridad vial 'invisible'. Es la que afecta al transporte de mercancías por carretera, que habitualmente queda en manos de la Guardia Civil. En Valladolid, sin embargo, la Policía Local ha creado un grupo especializado capaz de revisar tacógrafos, analizar el modo en que se ha cargado el camión, si la estiba es correcta o no... Tan avanzados están que han empezado a recibir llamadas de comisarías de otras ciudades que quieren venir a formarse con ellos. Los últimos en hacerlo llegaron desde Avilés, donde el tramo urbano de la ronda es un paso continuo de camiones y tráileres con mercancías peligrosas rumbo, por ejemplo, a Asturiana de Zinc.

«Somos tres policías adscritos a distritos diferentes, los tres motoristas, y pertenecemos al equipo especializado en Transportes, tanto nacional como internacional de mercancías», se presenta Antonio Rodríguez, oficial de la Policía Local responsable, en buena medida, del impulso que la Jefatura le ha dado al asunto en Valladolid. No es para menos. Renault, Iveco y Michelin son tres imanes para el transporte de mercancías, y a ellos habría que añadir Mercaolid, la actividad continua de los polígonos industriales....

«Somos la primera Policía Municipal de España que aplica la normativa de estibas», señala con orgullo Rodríguez. «Queríamos hacerlo porque en Mérida, en los cursos que hacemos con la Guardia Civil sobre transportes, se nos adelantó que venía la normativa. Llevábamos un año preparándonos por nuestra cuenta y pedimos a Jefatura que nos permitiera hacer un curso muy potente, de cien horas, que se realiza en Huesca. Allí van los mandos de la Guardia Civil. Y eso ha tenido como resultado que tengamos la capacitación de poder hacer una inspección de este tipo, que solo lo podemos hacer en la Policía Local de Valladolid. Ahora a remolque van otras policías locales de España», señala.

Mientras el agente habla, sus compañeros y los policías de Avilés revisan la carga de una camioneta. A ojo, falta el amarre de uno de los bloques metálicos que transporta. Además, otra cincha está retorcida. «Hemos hecho un cálculo de estibas con este vehículo, que es de 3.500 kilos. Se le comprueban las eslingas, si son correctas, si están homologadas, si admiten la tensión de carga que deben admitir, y si hay o no desplazamiento. Si hay riesgo se inmoviliza el vehículo hasta que esté en condiciones debidas».

La normativa a la que se refería entró en vigor en el año 2017, aunque en Europa ya se aplicaba desde 2014. «Igual que hay consejeros de seguridad de mercancías peligrosas, en las empresas importantes alemanas, belgas, francesas y holandesas tienen consejeros de seguridad en estiba de carga. Y no sale un camión de sus factorías si no lleva un certificado de que la estiba es correcta».

No es para menos. «El cargador es el responable», explica Antonio Rodríguez. «Debe tener una capacitación. Hay una normativa y si la empresa no le forma, ella sabrá dónde se está metiendo, porque si se produce un accidente le pueden pedir responsabilidades civiles y penales».

Por las carreteras españolas se mueven 1.272.888 vehículos autorizados para el transporte de mercancías por carretera, según el Observatorio de Transporte y Logística del Ministerio de Fomento. De ellos, más de 1.800 son tráileres de más de 24 toneladas. Vigilar la carga de las mercancías o los descansos de los conductores resulta vital en la lucha por reducir la siniestralidad en el tráfico. «Cuando hablamos de tacógrafos, el ciudadano ve seguridad vial. Se creó para evitar la competencia desleal entre empresas. Pero ese control del descanso me permite evitar que el conductor se quede dormido y arrolle a una familia que va en otro vehículo», explica Antonio Rodríguez mientras muestra el papel lleno de datos -indescifrables para un lego- que ha extraído de uno de estos aparatos. «Para navegar un tacógrafo necesitas tener unas tarjetas de control que tiene que entregar la Junta de Castilla y León. Nosotros acreditamos la capacitación para ello, el Ayuntamiento firmó una colaboración con la Junta y se nos entregaron las tarjetas, que nos permiten hacer el mismo control que puede hacer la Guardia Civil», explica.

Agentes de la Policía Local muestran a dos compañeros de Avilés cómo inspeccionar la carga de una camioneta. A. G. E.

La Policía de Avilés se forma en Valladolid

Los policías locales de Avilés dieron con Antonio Rodríguez en un foro en el que participaba, sobre todo, en lo relacionado con los transportes. «En Avilés circula mucho tráfico pesado por el casco urbano, es el núcleo que más tráfico de mercancías peligrosas tiene en toda España. Tenemos Asturiana de Zinc, Cristalería Española, que trabajan mucho con mercancías peligrosas, y pasan por una ronda exterior que está dentro del casco urbano», explica Santiago Osorio, inspector de la Policía Local de Avilés. Así que pidieron que el agente especializado de Valladolid les impartiera un curso teórico allí. Se realizó hace un mes. «Pero otra cosa es aplicarlo a la práctica, así que lo solicitamos a Jefatura y nos autorizaron a tener tres días de curso práctico en Valladolid».

En su labor diaria se encontraban con el obstáculo de la falta de formación específica en este asunto. «Y si no tienes formación es mejor no meterse, porque lo único que puedes hacer es cumplimentar una inspección mal, que el camión siga la ruta, tenga luego un accidente y se vea que ha pasado una inspección mal hecha de un policía».

Lo más complejo para Santiago Osorio, tras esta experiencia formativa en Valladolid, es que «hay que tomar decisiones inmediatas y debes tener la teoría muy actualizada. Y cada camión o vehículo es distinto. Requiere mucha formación técnica». Comprueba con cierta sorpresa la picaresca de algunos conductores y también el desconocimiento de muchos de los que paran en la ronda exterior de Valladolid. «Un camión de estos pierde la carga y puede caer sobre cualquiera, no somos conscientes del peligro que tiene llevar una carga mal acondicionada», explica el agente avilesino.

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