Moteros del Desafío Motorock cumplen con la tradición sin Pingüinos y se citan en el Pinar

Llegaron. Otro año más cumplieron con su desafío, con la particular tradición que iniciaron en 2012, y que provocó que en una Pingüinos aterrizaran en Puente Duero con sus ciclomotores para convertirse, pasados los años, en parte del paisaje pingüinero. Cada año los cántabros de Motorock llegaban a Valladolid en Vespinos, Derbi Variant y similares, y esta vez, aunque sea sin Pingüinos, han sido fieles a su promesa.

Dieciséis moteros partieron desde Santander a las siete de la mañana y quince llegaron en sus monturas a Puente Duero en torno a las cinco de la tarde. Cuentan con un alojamiento allí y hotel reservado en Laguna de Duero, porque hoy se les unirán otros 15 moteros cántabros estos ya con motos de gran cilindrada para reunirse a comer en la sede del motoclub La Cistérniga Roadster, otros habituales de Pingüinos que cada año, en primavera, organizan un motoalmuerzo con muchos seguidores. Tras la comida, desplazamiento a Mojados para ver en acción a Emilio Zamora, uno de los reyes del stunt y las acrobacias en España y también habitual en las concentraciones de Pingüinos.

«Búfalo ha pasado más frío aquí que en Alaska», decía con sorna Paco, el hombre que conduce a este peculiar regimiento motero. Y es que él, Búfalo, era el invitado estrella del Desafío 15. Es el tipo gaditano que hace ahora un año inició una aventura que le llevó a cruzar desde Alaska a Nueva York en moto en pleno invierno, a temperaturas de más de 20 grados bajo cero y con todo tipo de inconvenientes. Solo hay que ver cómo tiene planeada su próxima peripecia. «El 12 de marzo quiero empezar de Sudáfrica a Cádiz, con un presupuesto de 3.500 euros incluidos la compra de la moto y el vuelo». ¿Por dónde va a venir, cuántos kilómetros hará? Bueno, eso se irá viendo conforme se acerque la fecha.

Búfalo y otro compañero de Cádiz se unieron a la expedición Desafío 15 el jueves. Y ayer, a las siete de la mañana, partieron hacia Valladolid con toda la prudencia que aconsejaba la carretera. «Hemos rodado mucho rato a seis bajo cero, en Aguilar estaba la carretera criminal, y también en Herrera», explicaba Paco Motorock.La densa niebla y las gélidas temperaturas hacían que el riesgo de encontrarse una placa de hielo en la calzada fuera mayor que en otras ocasiones.

Es la cuarta edición del Desafío de Motorock. El primer año que se hizo, en 2012, se planteó como la recuperación de un viaje soñado que en su día no se hizo y que ha acabado convirtiéndose en un homenaje a dos amigos moteros ya fallecidos, Quique Herrero y Nany Campuzano. Esta vez no ha habido alfombra roja para recibirles en la puerta de la organización de Pingüinos, pero confían en que volverá a estar allí el año próximo, en 2016, cuando seguirán con el Desafío de Motorock.

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, aseguró ayer que «casi todos» lamentan la cancelación de Pingüinos en 2015, «salvo los responsables, por las denuncias y las amenazas, de que no se celebre la concentración».

El regidor, en declaraciones a los medios, indicó que prevé que acudirán a la ciudad durante el fin de semana algunos moteros y recordó que ni el Consistorio ni Turismoto han organizado ninguna actividad vinculada a Pingüinos . En este sentido, aprovechó para solicitar al club organizador de la concentración que pida «ya» a la Junta la autorización para la organización de la cita en 2016. Aseguró así que, en el caso de que organizaciones ecologistas recurran contra la organización del próximo año, se tenga un «pronunciamiento judicial a la mayor brevedad».