Valladolid confía en que lleguen 'pingüinos' a rebufo de la suspendida concentración

Vendrán a reivindicar los Pingüinos, a pesar de su suspensión. Aprovecharán para ver a amigos de otros puntos de la geografía española y pasar un par de días de camaradería. De momento, son solo avisos en las redes sociales y confirmaciones por parte de algunos clubes concretos, pero todo apunta a que el próximo fin de semana la calles de Valladolid volverán a poblarse de motos. No con el volumen de una convocatoria oficial, pero sí con el suficiente como para que la Subdelegación del Gobierno y el propio Ayuntamiento tengan en cartera un dispositivo reforzado para atender el tráfico y la seguridad. Las autoridades insisten en que no serán pingüinos, sino turistas que arribarán a Valladolid sobre dos ruedas, pero algo se huelen cuando la Policía Local colocó ayer en la zona de Puente Duero carteles advirtiendo de la prohibición de acampar, hacer fuego o circular por el paraje con vehículos a motor.

También en la Consejería de Fomento y Medio Ambiente están alerta. «Con el fin de prever posibles infracciones y velar por el cumplimiento de la legislación, se ha dispuesto un sistema de vigilancia a través del personal que tiene atribuidas estas funciones en la Comunidad Autónoma, agentes medioambientales y guardería Forestal de la Oficina Comarcal de Valladolid, que se verán auxiliados por los agentes de la oficina de Viana de Cega», explican en el departamento que dirige Antonio Silván, desde donde recuerdan que las sanciones puede oscilar entre los cien y el millón de euros, dependiendo de la gravedad de los daños que puedan causar en el espacio natural.

En Puente Duero no se atreven a decir cuántos aficionados podrían llegar el próximo fin de semana. «Nos han dicho que unos cinco mil, pero no sabemos, hay mucha confusión», reconoce Juan Carlos Prieto, presidente de la Asociación de Vecinos. Confirmados estarían los miembros del club Motorrock de Cantabria, que viajarán desde Santander con sus monturas de baja cilindrada derbis y vespas o los seguidores de la iniciativa Pingüinos prohibidos, que ha puesto en marcha un veterano de esta concentración, el sevillano Joaquín Ogallar, quien ya ha avisado que viajará con al menos 500 aficionados hasta la capital castellana.

Sin pinar privado

La entidad vecinal había solicitado permiso para organizar un concierto con discomovida el sábado, con el objetivo de ofrecer un atractivo y ser hospitalarios, pero el Ayuntamiento les ha denegado la autorización. También ha retirado la oferta de acampar en su pinar el particular que puso sus tierras a disposición de los posibles visitantes. Los avisos de sanciones económicas han terminado por desanimarle, según añade el representante residentes en Puente Duero.

Y es que, según matiza la concejala Mercedes Cantalapiedra, los expertos en seguridad han recomendado no fomentar este tipo de llamamientos, que funcionan como un reclamo y podrían causar algún problema de orden público. La edil recalca que Pingüinos no se va a celebrar, aunque matiza que la ciudad cuenta con una gran oferta hotelera y de ocio para pasar un buen fin de semana invernal. Aun así, reconoce que la Policía Local estará atenta a posibles incidencias en el tráfico tanto en los alrededores del Pinar como en el propio casco urbano.

En el sector de la hostelería creen que habrá movimiento, a pesar de todo. Francisco de Frutos, presidente de la Asociación Provincial de Alojamientos Turísticos, que agrupa a 38 establecimientos, cifra en medio millar el número de habitaciones que ocuparán los motoristas a partir del viernes. Lo sabe porque en las reservas se ha dejado claro que buscan estancia y plaza de aparcamiento para sus monturas. «La ocupación va a rondar el 60% y de ahí un 20% será de aficionados a las dos ruedas», señala. Un segmento de clientes con un poder adquisitivo medio-alto, que aprovechará para reencontrarse con los amigos de la carretera y la ruta, compartir mesa y mantel y apuntalar con su presencia el apoyo a la concentración. Las expectativas más importante, subraya De Frutos, están puestas ahora en Motauros, después de que se haya confirmado que los alojamientos del entorno del municipio de Tordesillas ya han colgado el cartel de completo.

Jaime Fernández, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, cree que el sábado puede ser un día importante para hoteles y restaurantes. En el primer caso, la ocupación rondará el 60% algo más alta que la de un fin de semana normal de invierno y en el caso de los establecimientos gastronómicos se están registrando «bastantes» reservas para comer y cenar esa jornada, «principalmente de grupos de moteros de otros puntos de la comunidad autónoma y localidades limítrofes» que aprovecharán para verse a pesar de la suspensión oficial de la cita. Todas estas previsiones de afluencia se podrán comprobar a partir de mañana por la tarde en las calles de Valladolid.