Docentes jubilados vuelven a los centros educativos para echar un cable
Cerca de medio centenar de maestros jubilados se suman al programa de profesores honoríficos de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León
Amor al oficio de enseñar. Una vocación que no apaga la jubilación. Frente a los que ven en las aulas una jungla llena de ... conflictos y docentes al límite, cuando no víctimas del 'síndrome del quemado' (burnout), hay otros que desean seguir aportando después de una vida entregada a la docencia.
Son los profesores honoríficos. Un programa de la Consejería de Educación que cumple su cuarto curso y al que ya se han sumado cerca de medio centenar de maestros jubilados. En la última convocatoria se han apuntado otros veinte. Se les pide que tengan menos de 70 años y al menos 25 de servicio en los cuerpos docentes.
Maestros que apenas superan los 60 años, que han vivido y sobrevivido al permanente reciclaje de leyes y planes educativos, métodos pedagógicos y a la cambiante relación con los alumnos.
Con experiencia y ganas de apoyar a las nuevas generaciones que han tomado el relevo. «La educación es un edificio, pero sin 'argamasa' no se sostiene. Nosotros aportamos un poco de esa 'argamasa' para que funcione lo mejor posible», resume el veterano pedagogo en distintos centros de Valladolid, Simón Saludes, que cumple su segundo año en este colectivo de profesores de apoyo.
La convocatoria de la Junta establece dos modalidades de 'reenganche' laboral. Por un lado, está la colaboración abierta, en la que asesoran, apoyan y ayuda a la formación de sus colegas en activo en todo tipo de frentes: desde la innovación, a la inclusión educativa y el cambio metodológico, las nuevas tecnologías o el fomento de la convivencia y el desarrollo científico. Por el otro, estos amantes de las aulas y los pupitres pueden plantear un proyecto concreto a desarrollar en un centro educativo. Esta es la fórmula por la que optan dos de cada tres.
Educación se plantea ampliar sus aportaciones con la figura del profesor mentor, destinado a asesorar a los que están ante el reto de su primer año de docencia.
En estos cuatro cursos el programa ha madurado e incluso sus participantes disponen de un espacio y herramientas compartidas para intercambiar experiencias. Son labores que no tienen remuneración alguna y en las que «jamás sustituimos ni tenemos intención de enseñar a nadie», insisten quienes lo han probado.
La pandemia ha descabalgado la mayoría de los planes del actual curso. En todo caso, tres de estos veteranos docentes cuentan sus motivaciones y el valor añadido de sus experiencias. Todos ellos «animan a sus compañeros a sumarse a una labor que no se puede perder».
José Luis Orantes. Presidente de la Asociación de Amigos del Instituto Zorrilla
«Siempre tuve claro que, cuando me jubilara, seguiría implicado de una forma u otra»
Habrá pocas personas que conozcan mejor el siglo y medio del instituto de Enseñanzas Secundaria Zorrilla que José Luis Orantes. Pisó los centenarios pasillos del imponente edificio de ladrillo rojo situado en la Plaza de San Pablo como alumno. A ellos volvió como profesor de Física, asignatura que impartió durante 25 años. Las efemérides que fue cumpliendo la institución, le llevaron a añadir, a sus últimos años de carrera, la gestación de la Asociación de Amigos del centro (es el presidente), que forma parte también de la Federación de Institutos Históricos españoles.
Reyes Andrés Olmedo. 'Community manager' del colegio del que se jubiló como directora
«El aguante siempre se te agota un poco, pero sigo haciendo lo que me gusta»
Ni sus 38 años en activo, los últimos diez como directora en Nuestra Señora del Villar de Laguna de Duero, ha restado un ápice de energía y ganas a Reyes Andrés Olmado. Se jubiló con el remate de este primer curso covid. Admite que con la edad «notas síntomas y la capacidad de aguante se te agota un poco». Pero el regusto amargo del confinamiento le dejo la frustración de «no poder coger los problemas de frente. Y, aunque he conocido a colegas quemados, no quería acabar con esa sensación»..
Simón Saludes. Programa abierto de orientación y apoyo
«No veo desmotivación en las aulas. Pero los cambios de leyes generan mucho estrés»
Su condición de pedagogo le ha permitido a Simón Saludes recorrer todos el amplio espectro del complejo mundo de la enseñanza y su organización. «He hecho de todo y lo he pasado muy bien. Tengo salud, fuerzas y ganas y me apetecía compartir esta experiencia acumulada», se presenta este profesional que participa en la modalidad abierta. «Estamos a las peticiones que nos haga el centro de profesores y adaptarnos a los que se nos pida», resume quien, tras probar el pasado curso, se ha reenganchado..
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