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Una persona mayor descansa en un banco del Paseo de Zorrilla. RAMÓN GÓMEZ
El padrón de Valladolid sigue adelgazando: cuatro vecinos menos cada día de 2017

El padrón de Valladolid sigue adelgazando: cuatro vecinos menos cada día de 2017

El repunte en la llegada de población extranjera no compensa las bajas cifras de natalidad

Víctor Vela

VALLADOLID

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Miércoles, 25 de abril 2018, 20:01

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El padrón regaló este martes un titular que no vivíamos en la provincia desde el año 2011: ha crecido el número de población extranjera. Durante 2017, por primera vez desde hace seis años, Valladolid incrementó la cifra de inmigrantes, con 443 personas más, hasta los 23.430 que había a 1 de enero de 2018 (el 4,51% del total de residentes), según las cifras facilitadas por el Instituto Nacional de Estadística.

La recuperación económica y del mercado del trabajo –pero también el incremento de solicitudes de asilo– han atraído de nuevo a personas llegadas de otros países. Este flujo es una tirita (muy leve) para la herida demográfica de Valladolid. Durante 2017, el padrón provincial adelgazó en cuatro personas al día (1.456 en total), a un ritmo más lento que con las siete diarias de 2016 (2.549 a lo largo de ese año).

Y esa es una buena noticia. La inmigración ha contribuido a ello, aunque se muestra incapaz de compensar los números negativos de Valladolid, lastrados por la baja natalidad y por el envejecimiento de la población.

Nacen pocos niños. Este es el principal déficit:mueren más personas de las que nacen. Durante el primer semestre de 2017,Valladolid registró 1.777 nacimientos y 2.657 defunciones. Osea, 880 personas menos solo durante los seis primeros meses del año. La cifra de nacimientos de 2016 (último año cerrado)fue de 4.030 bebés, la más baja desde 2001. Y no parece que la cosa vaya a mejorar en el corto plazo:en los próximos años comenzarán a tener hijos los nacidos desde mediados de los años 80, una cohorte mucho más reducida que la del 'baby boom', los nacidos en los 70, con años, como 1976, con 8.903 nacimientos. Si aquellas generaciones han tenido pocos hijos, las que llegan detrás (menos numerosas)no aliviarán el problema.

Cada vez más viejos. El efecto dominó de la baja natalidad hace que las nuevas generaciones sean cada vez más exiguas. Al tiempo, Valladolid disfruta de la cuarta esperanza de vida más larga de España: de media, hasta los 81 años los varones, 87 las mujeres.Nacen menos, morimos más tarde. La consecuencia es una población cada vez más envejecida. La media de edad en la provincia es de 45,6 años (en 1998 era de 40,04 años). Es la más rejuvenecida de la comunidad, pero por encima de la media del país (43,1). Si hace veinte años el segmento más numeroso era el de quienes tenían entre 20 y 24 años, ahora el grupo más multitudinario es el de 40 a 44 años (44.334). Este envejecimiento complica el relevo generacional y dispara gastos vinculados con el pago de pensiones o la atención sanitaria.

A otras provincias. Pero la pérdida de población de Valladolid no se vincula solo con un crecimiento vegetativo negativo (nacen menos de los que mueren). Hay que fijarse también en los cambios de residencia, en aquellos que se mudan a otras provincias para vivir o trabajar. En 2008, el número de vallisoletanos entre 25 y 29 años era de 40.432. Diez años después, esa población debería computar entre los que tienen de 35 a 39 años. Y no son 40.432, sino 2.715 personas menos. Vecinos jóvenes que, si no han muerto y no figuran en el padrón, es porque se han ido a vivir fuera. El INE también ofreció ayer datos al respecto:hay, por ejemplo, 36.410 personas que nacieron en Valladolid y residen en Madrid.

Más población inmigrante. La llegada de personas de otros países es una transfusión demográfica indudable. El año pasado, el padrón creció con 443 extranjeros más en la provincia. Las entidades que trabajan con inmigrantes constatan este repunte, detectado por primera vez en 2017. Es, sobre todo, población llegada de América. El caso de Venezuela es significativo, con 442 residentes, frente a los 249 de hace tan solo dos años. Las solicitudes de asilo y los refugiados también han incrementado el último año de 20 a 42 el número de residentes procedentes de Siria. «Se ha registrado un incremento muy notable», explican desde Red Íncola, donde califican como «preocupante la cantidad de personas sin documentación:con visado de turista, con dificultades para renovarla por carecer de trabajo. Esto dificulta la atención sanitaria y el acceso al empleo», explican.

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