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Cayetano Rivera, antes de comenzar su intervención.

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Cayetano Rivera, antes de comenzar su intervención. R. Jiménez

Dos orejas para Ventura, Padilla, El Fandi y López Simón, en el festival taurino de La Flecha

Tarde para olvidar de Cayetano Rivera y cogida de la novillera Rocío Romero, que con un esguince no pudo terminar la faena

Jota De la Fuente

Arroyo de la Encomienda

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Domingo, 25 de febrero 2018, 22:17

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La plaza cubierta de La Flecha acogió ayer el IV festival taurino de Arroyo a beneficio de los enfermos de la asociación de esclerosis múltiple, organizado por el ayuntamiento y la empresa Con Mucho Temple. Hubo lleno absoluto, sin entradas desde el pasado jueves, con 3.200 espectadores, ocho orejas y un susto final, en forma de cogida a la novillera Rocío Romero, quien tuvo que ser desplazada hasta el hospital Clínico Universitario para realizar una radiografía tras sufrir «un esguince complicado de tobillo derecho», según indicaron los médicos de la plaza. Diego Ventura, Padilla, Fandi y López Simón cortaron dos orejas cada uno a su astado.

El público recibió con mucha expectación los furgones en el acceso al patio de cuadrillas, donde fueron llegando los matadores Cayetano Rivera, Padilla, El Fandi, y López Simón, junto al rejoneador Diego Ventura y la novillera Rocío Romero, todos ataviados con el traje campero. La afición tenía ganas de ver toros en el inicio de la temporada en la provincia de Valladolid, en un proyecto como el de Arroyo, que alcanza su cuarta edición y tiene propósito de continuidad.

Los astados fueron de la ganadería El Freixo, propiedad de Julián López ‘El Juli’, algo escasos de fuerza, al menos los seis que saltaron al ruedo flechense, en un festival amenizado por los acordes de la Banda Sinfónica de Arroyo, bajo la dirección de José Manuel González.

Abrió plaza el rejoneador Diego Ventura, quien cortó los dos primeros apéndices, destacando la faena en el tercio de banderillas con un equino de color blanco y doma exquisita, al que despojó de las riendas, sabedor de la capacidad del caballo y su buen hacer, capaz de bailar al son de la música de la banda. Mató al segundo intento y fue ovacionado por el respetable en su vuelta al ruedo.

El jerezano Juan José Padilla, que había recibido el reconocimiento en forma de placa de manos del alcalde de Arroyo, José Manuel Barrio, al finalizar el paseíllo por su participación en los cuatro festivales celebrados en La Flecha hasta el momento, también cortó dos orejas otorgadas por el presidente del festival, el inspector de la Policía Nacional, Pablo Holgado González, ante la presión y demanda del público. Padilla puso los tres pares de banderillas y realizó una buena faena con la muleta, rematada con una estocada perfecta. Padilla se despidió emotivamente desde el centro del ruedo besando un puñado de albero de la plaza.

El granadino David Fandila, 'El Fandi', también cortó dos orejas, tras ganarse al público en las banderillas, perfectas y distintas. Tras poner el tercer par a una mano, solicitó permiso al presidente para poner un cuarto par que puso corriendo de espaldas y recibiendo al toro de frente. Habló con el toro en la faena, que se había dañado en la rodilla de la pata delantera en la faena de capote, llegando muy justo a las últimas tandas, en las que se quedaba corto por el pitón izquierdo. Fulminante y profunda estocada que llevó a la unánime petición de orejas por parte de los aficionados.

Cayetano, sin suerte

Cayetano Rivera no estuvo acertado en su faena, pitado incluso por algunos espectadores. Bien es cierto que tampoco colaboró el toro negro que le tocó en suerte. No banderilleó, fue desarmado en dos ocasiones de la muleta y a la hora de entrar a matar pinchó tres veces con el estoque y precisó de seis pinchazos con el descabello. Lo dicho, tarde para olvidar de Cayetano en La Flecha.

El matador madrileño López Simón recuperó el ánimo del público, que había perdido la concentración con la faena de Cayetano. Estuvo bien con la muleta, hilvanando tandas de esfuerzo, buscando donde apenas había, con un toro muy escaso de fuerza, al que supo sacar el partido suficiente para cortar dos orejas tras una gran estocada.

Todo hacía indicar que la novillera cordobesa Rocío Romero redondearía la tarde de triunfos en La Flecha. Con el capote levantó la mayor ovación de la tarde, y los gritos de «olé». Rocío tenía ganas de agradar y el respetable estaba deseoso de ser agradado. La cordobesa estuvo valiente con la muleta, pero en la última tanda resultó cogida y rescatada de la cabeza del novillo rápidamente por Fandi y Padilla, muy valientes, que acudieron en su ayuda. No pudo volver al ruedo tras ser retirada a la enfermería, y Padilla terminó con la vida del toro, tras una faena que hubiera sido premiada con otras dos orejas de no mediar la desafortunada cogida.

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