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Inmaculada Pérez, al inicio de la jornada de la Fundación Schola. H. S.
La neurociencia o como mejorar los métodos de aprendizaje

La neurociencia o como mejorar los métodos de aprendizaje

La neuropsicóloga Inmaculada Pérez analiza en una jornada cómo introducir los nuevos avances de este campo en las aulas

Laura Van hoeylandt

Valladolid

Viernes, 29 de septiembre 2017, 13:06

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La neurociencia consiste en observar el cerebro mientras realiza varios procesos. Los avances en este campo aplicados a la educación han permitido a los docentes comprender mejor los procesos de aprendizaje de los alumnos. La XIII Jornada para profesores, organizada por la Fundación Schola y centrada en la neuroeducación, tuvo lugar ayer en el salón de actos de Cajamar. Contaron además con el patrocinio de Editorial SM y Escuelas Católicas de Castilla y León.

La neuropsicóloga y experta en neuroterapias Inmaculada Pérez Tamargo analizó en profundidad cómo mejorar los métodos de aprendizaje. La neuroeducación es «el proceso que hace el profesor día a día pero enfocado a los procesos del cerebro del propio alumno», es decir, «nadar a favor de la corriente, no a contracorriente», explicó la ponente. Gracias a ello se puede determinar cuándo el alumno está más atento, cuándo está especialmente motivado o cómo se puede aprovechar mejor cada hora de clase.

«El punto ideal es no focalizarse en el resultado o la cantidad de contenidos, sino en el proceso que está haciendo el alumno», afirma Pérez Tamargo. Insistió en la capacidad individual que tiene cada persona, teniendo en cuenta los puntos fuertes y débiles. «Hay que tener claro que el alumno sí que puede, solamente necesita entrenar los procesos».

En un aula existen, de forma habitual, diferencias entre los niños dependiendo –por ejemplo– de la asignatura. Por ello, la neuropsicóloga anima a «apoyar a los más inmaduros con aquellos que sí tengan unos puntos fuertes. De esta forma, ellos pueden enseñar a los otros ya que muchas veces lo pueden hacer mejor que los propios profesores, dentro de un cierto límite. No obstante, tenemos que centrarnos en el proceso para trabajar en los puntos débiles».

Por otro lado, en varias ocasiones los supuestos ‘problemas de aprendizaje’ que se atribuyen a algunos alumnos pueden ser en realidad signos de ansiedad, entre otros. Este tipo de trastornos no permiten a los niños aprender de manera fluida ya que está en continua alarma.

Respecto a la neuropsicología aplicada a niños «todo es más fácil» afirma la ponente ya que el proceso aún no está cerrado; el cerebro aún es muy plástico». En cambio en adultos «hay varios procesos que, aunque no están soldados a fuego, sí que es más difícil modificarlos», añade.

A la jornada asistieron cerca de 220 profesores de diversos colegios e institutos que escucharon a la neuropsicóloga para ver «cómo podían mejorar sus métodos y aprender a tratar de una forma distinta ciertos aspectos en el aula», afirmó uno de los asistentes.

Finalmente, Pérez Tamargo declaró que «a la educación de España le falta más consejo de neuroeducadores y profesores»

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