Nervios y mucha confianza entre los 11.000 estudiantes que se enfrentan a la EBAU en Castilla y León

Chicos con apuntes sombreados de colores que todavía repasan minutos antes de ser llamados al aula. Risas, nervios. Pero, sobre todo, confianza. Como la que manifiesta en la cola Rubén. «Estoy tranquilo. No hay que dejar que los nervios te venzan. Y ha habido tiempo a prepararlo». Este joven quiere hacer una Ingeniería y, con su «ocho y pico» de Bachillerato «creo que me vale».

María quiere hacer Optometría y dice que «vengo con todo el ánimo y, aunque un poco tensa, estoy preparada». Su compañera Ana, apuesta por Medicina y «aunque necesito una buena nota de corte, creo que no tendré problemas».

Castilla y León ha sido la comunidad educativa más madrugadora de España al iniciar sus exámenes. El rector de la UVA, Antonio Largo Cabrerizo, se acercó a darles ánimo y asistir a la apertura del gran sobre marrón en el que estaban los primeros temas, centrados en Lengua y Literatura.

El atípico año anterior, con parte del curso 'online' hizo que se 'levantara la mano' con las notas de Bachillerato. «Hubo un mayor número de participantes (4.800) y este año hay 400 menos porque hubo más aprobados y matriculados», resume Largo Cabrerizo. «Pero en lo que hay que fijarse es en si las cosas están bien hechas en situaciones de normalidad. En ese sentido, Castilla y León tiene un buen sistema de calidad y así está reconocido».

Mientras el rector se explica, los alumnos entran escalonadamente y por turnos en los clases del Aulario del Campus Esgueva. Alas nueve en punto, la presidenta del tribunal abre el sobre el presencia de alumnos, rector y prensa. «Y ahora, tranquilidad, serenidad y... contestar bien», les recomienda a los jóvenes. Una carcajada general parece distendir el ambiente estudiantil.

El coordinador de la EBAU en la UVA, Ricardo Josa, también está tranquilo después de meses de preparación de todo el protocolo. «El año pasado, la EBAU fue la primera entrada en aulas tras el confinamiento. Ha pasado un año en el que la educación ha sido presencial. Estamos muy tranquilos y habituados a las medidas de seguridad. Ahora es más bien el estrés habitual de un examen que todos consideran importante para su futuro profesional». En todo caso, Josa confía en que se repitan los procentajes de aprobados de otros años. «Estoy casi seguro de que se acercarán o superarán el 95% o incluso 97%», asegura.

Cada año, se repite el debate sobre si la EBAU debería ser única para todo el país. «Objetivamente, si tenemos un distrito único y las notas cuentan en todas las comunidades autónomas para acceder a cualquier plaza, parace lógico que hubiera una prueba única -razona el rector-. Pero es muy complicado poner de acuerdo a 17 sistemas educativos. Sería lo deseable, pero siendo realistas, es difícil que haya una convergencia».