Nano Arranz: «No soy de probar tapas nuevas pero en Los Zagales siempre me fío»
Al ilusionista vallisoletano le encantan las patatas bravas de la Mejillonera y el vermú
Los trampantojos del Restaurante Los Zagales tienen algo casi mágico. No es casualidad que dos de ellos, 'Tigretostón' y 'Café, copa y puro', sean los bocados favoritos del ilusionista vallisoletano Nano Arranz. Su sabor a morcilla y a sardina respectivamente han conquistado su paladar. «No soy mucho de probar cosas nuevas, voy a lo seguro, pero en Los Zagales siempre me fío», afirma. Además, siempre elige este restaurante para celebrar ocasiones especiales con una buena comida o cena. Para ir «de batalla» elige La Mejillonera y sus calamares, mejillones y patatas con salsa brava bien picante. «No hay mejores patatas bravas en ningún sitio», sentencia tajante. Completa su ruta por los aledaños de la Plaza Mayor con La Sepia y la croqueta de El Corcho. «Son mis clásicos», justifica con una sonrisa. Y en cuanto a la mejor tortilla de patata, en su opinión la sirven en el bar Postal, frente al lateral del Mercado del Val.
Otra de sus pasiones culinarias es el lechazo asado en horno de leña. «Cuando viene gente de fuera me gusta llevarles a probar lechazo, de Madrid para abajo no conocen este plato. Me gusta mucho el mesón Casa Pedro, en Herrera de Duero. Y La Parrilla de San Lorenzo, por descontado, porque no solo es impresionante el lechazo, sino también toda la decoración, es una maravilla», describe.
Noticias relacionadas
Para maridar estas tapas suele pedir un clarete de Cigales o un verdejo de Rueda, aunque también defiende la denominación Ribera de Duero «a muerte». «Mi madre y toda su familia son de Pesquera de Duero. Conozco toda esa zona y sus bodegas. He probado vinos sacados directamente de la cuba, es otro mundo», recuerda nostálgico. Aunque reconoce que le gusta más disfrutar de un buen vermú en Exxencia de Ibéricos, El Colmao de San Andrés y Señorita Malauva. «Me gusta la jamonería que hay frente al Teatro Calderón. Te echan de todo en el vermú: soda, aperol, cosas de frasquitos... no sé cuál es su secreto pero está muy bueno. Y eso sí, con un platito de jamón para acompañar. De Señorita Malauva tengo varias botellas de su vermú en casa, es extraordinario. Y voy mucho al Colmao porque conozco a Juan y me encanta su decoración y sus cócteles. Me encanta el Campari, que no lo tienen en todos los sitios, y en el Colmao de San Andrés me lo ponen exquisito con naranja», valora. Para tomar algo también frecuenta la cafetería El Minuto y la zona de la catedral, especialmente El Largo adiós.
Magia para los más pequeños
Para Nano Arranz acaba de terminar la más época fuerte de actuaciones, por lo que es el momento perfecto para «reparar y fabricar mis aparatitos frikis de mago. Tengo unas cuantas cosas a medio hacer y ahora es el momento de ponerme a ello». Además, trabaja en un número muy especial dirigido a los más pequeños, niños de entre tres y cinco años. «La magia no la hago yo, sino un aprendiz de mago que llevo conmigo, una especie de muñequito que elaboro con el cuerpo y con una ropa. Lo coloco en un teatrillo sobre una mesa y ese maguito va haciendo juegos musicales y visuales. Es una rutina que puede variar entre 8 y 12 minutos. A los niños les llama la atención que el muñequito parpadee, los colores, todo lo que aparece y desaparece o cambia de color... es para niños muy pequeños que aún no acaban de entender la magia», explica. Para él, que lleva casi 30 años en el mundo del espectáculo, es todo un reto, porque «el ilusionismo, al contrario de lo que la gente piensa, es más para adultos que para niños, porque consiste en romper los patrones de nuestro cerebro y los niños aún no los han establecido».
La próxima semana
El domingo 2 de noviembre conoceremos el plan favorito de Humberto Iglesias (guitarra) y Raúl De Eugenio (batería), miembros del grupo Comandante Twin.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión