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Servicio de Medicina Interna del Hospital Río Hortega :: Henar Sastre
La mitad de los médicos de Familia de las zonas rurales de Valladolid se jubilarán en 5 años

La mitad de los médicos de Familia de las zonas rurales de Valladolid se jubilarán en 5 años

Los nuevos facultativos serán insuficientes para cuatro especialidades y muy justos para seis

Ana Santiago

Valladolid

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Viernes, 29 de marzo 2019, 21:15

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Valladolid no es una excepción. Muy demandada para formarse en sus aulas de la facultad y especializarse en sus hospitales. De las que más a la hora de elegir plaza en la comunidad y la única sin ni una sola zona de difícil cobertura médica. Con municipios rurales más accesibles y bastante bien comunicados con la capital. Y con una población muy concentrada en las zonas urbanas aunque con una importante provincia también. Sin embargo, no es una excepción y la falta de médicos es ya un problema y lo será sobre todo en el próximo decenio que lo cumplirá con el 44% de sus facultativos jubilados. Serán 1.136 médicos que hay que sustituir de aquí al 2019.

En Atención Primaria, el problema se agudiza y en tan solo cinco años, el 56% de sus especialistas en Familia de centros de salud rurales (220.000 pacientes) dejará la vida laboral; así como el 43% de las áreas urbanas (unas 300.000 tarjetas sanitarias). Y en cuanto a los pediatras de este primer nivel asistencial también faltarán más que los de hospital. Hay siete centros de salud en los que el 100% de su plantilla actual supera los 55 años; otros seis en los que lo hace más del 80% y solo media docena tiene jóvenes de menos de 35 años. Eso sí, las plantilla más envejecidas son de zonas urbanas siempre más fáciles de cubrir.

Un estudio de la organización colegial encuentra un grave desequilibrio entre las necesidades del mercado y la formación

Con respecto a los facultativos –la mayoría son generales o internistas– de Urgencias hospitalarias reducirán sus plantillas en un 11%, 19% y 30% en los próximos 5,10 y 15 años respectivamente.

El envejecimiento de las plantillas y las fuertes carencias de reposición hacen inviable la asistencia tal y como se concibe actualmente. De urgencia es para el Colegio Oficial de Médicos de Valladolid intervenir en el número de egresados y de especialistas, adecuar las plazas de formación al mercado y modificar el sistema de atención, sobre todo de Primaria, a las posibilidades actuales de la telemedicina, mayor capacidad de resolución del médico de Familia y pediatra de un centro de salud y potenciar el transporte público.

«Hay que concentrar los recursos y mejorar mucho los contratos»

José Luis Almudí. :: R. GÓMEZ

Son varios los frentes a tratar para obtener resultados que permitan mantener un sistema asistencial de calidad y viable. Así lo apunta el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Valladolid, José Luis Almudí, que insiste en «la necesidad de un cambio de modelo profundo en Atención Primaria». A su entender, hay un serio desequilibrio desde el origen hasta el final del recorrido. Los números clausus de la Facultad de Medicina «además de revisarlos, hay que tener en cuenta que nuestros estudiantes hacen una EBAU de acceso a la Universidad mucho más dura que la de otras zonas de España. Esto supone que sacan menos nota para entrar en la carrera aunque sean mejores y tienen que irse a la privada o a otras comunidades y no suelen volver porque lo habitual es Madrid y luego ofrece buenas alternativas laborales. Los que llegan, cuando acaban, tienden a volver a su origen en cambio. Esta es la primera pérdida a corregir y sin olvidar el grave problema de falta de docentes que hay en la carrera en Valladolid», destaca Almudí.

Otro de los desequilibrios conocidos «es el número de plazas mir, y cuando la Junta quiere hacer una segunda convocatoria, el Ministerio de Sanidad no le deja; pero, además, cada vez hay menos tutores para especializar en Familia porque ni se los valora ni se los motiva o reconoce». Y no queda ahí el problema, sino «que no se hacen buenos contratos, son muy precarios y actualmente un estudiante de Medicina, o de Enfermería también, no tiene ningún problema con el inglés y se nos van fuera, los pagan mejor y les reconocen más. Están muy valorados como es sabido en el Reino Unido o Portugal. Castilla y León no da estabilidad en el trabajo a personas que tardan once años en formarse y que tienen cerca de los 30 cuando acaban, ya no están para dar vueltas sino que quieren seguridad laboral y se van donde se la garantizan», destaca este médico de Familia, coordinador de equipo además. «Salario, reconocimiento, prestigio y estabilidad. Es fundamental».

Además el modelo está ya obsoleto, no responde a las necesidades y los recursos son insuficientes. En este sentido, el doctor Almudí señala que «la solución no puede estar, como se intentó desde Sacyl, en contratar médicos licenciados, sin el mir, o en homologar extranjeros extracomunitarios porque la preparación, y ello sin entrar en que los títulos sean válidos y con garantías, no es ni parecida. En Cuba, la Ginecología son solo dos años, no es equiparable a los cuatro de aquí».

Su apuesta, además de lo señalado, es la de «potenciar la capacidad resolutiva de los centros de salud y sus plantillas. No se trata de eliminar de golpe los consultorios, sino que sea el propio paciente el que termine prefiriendo ir a un centro de Primaria con más medios en el que de una sola vez se le hacen análisis, pruebas... un diagnóstico y tratamiento. Concentrar recursos y facilitar el transporte público desde el pueblo a la cabecera de zona o comarca. Es un modelo de otras autonomía, Castilla y León tiene una población muy dispersa y una atención que también lo es y tienes médicos que pasan más tiempo en el coche que en asistencia. Eso no puede ser, es necesario poder actualizarse, ver muchos pacientes para estar al día y ofrecer una atención de calidad y ello solo lo permite tener buenos cupos. Otra cosa es mantener las visitas a domicilio para mayores o encamados. Y también hay que potenciar la telemedicina», precisa.

Hace más de diez años ya se puso sobre todas las mesas de debate y llegó a todas las administraciones este problema futuro que ahora es presente. Un médico tarda unos once años en formarse, si todo va sobre ruedas: Seis de carrera, uno para preparar el mir y cuatro o cinco para especializarse. Y el relevo generaciones ya es acuciante a cinco y diez años vista.

Hay siete centros de salud en los que el 100% de su plantilla supera ya los 55 años

La organización colegial ha realizado un exhaustivo estudio de la situación de la profesión, una foto fija que anuncia la inviabilidad del sistema. En términos generales, de todas las especialidades, el 43,6% de los facultativos vallisoletanos tiene más de 55 años y la edad promedio de los que están en activo es de 51 años. Además, el 21,1% ya tiene entre 60 y 65 y a punto de dejar la vida laboral hay 167 (6,4%) de los 3.658 colegiados, incluidos los residentes que están especializándose. Y aunque no es la especialidad más envejecida sí es la Atención Primaria la más preocupante dada su actividad asistencial y dado que supone el primer nivel asistencial, del cual dependen la inmensa mayoría de las derivaciones a los hospitales. Por los centros de salud pasan los 523.318 pacientes con tarjeta sanitaria de Sacyl una media de algo más de cinco visitas al año. Su edad media son 52 años, la misma prácticamente que la de los cirujanos generales y de Digestivo y un año menor que la de los internistas, que son, junto a Cirugía Ortopédica y Traumatología, Obstetricia y Ginecología y Pediatría, las especialidades más preocupantes en Valladolid por el envejecimiento de sus plantillas. Hay algunas, como Farmacología Clínica, Estomatología o Bioquímica más añosas; pero su número es también más escaso y más fácil su reposición. Las generaciones de facultativos más jóvenes las acaparan Cirugía Pediátrica, con una media de solo 38,6 años, Oncología Médica, Medicina Intensiva, Neurocirugía y Cirugía Torácica, todas ellas con profesionales en la cuarentena.

Primaria, Cirugía General, Traumatología e internistas, lo quemás faltará

No obstante, el envejecimiento de las plantillas no sería un problema si el relevo estuviera preparado. No lo está en buena parte, en diez especialidades en concreto y muy particularmente en cuatro.

Concluye el informe de la organización colegial que «la reposición de profesionales por el recambio generacional será insuficiente en los próximos diez años en Cirugía General, Medicina Interna, de Familia y Comunitaria y Medicina del Trabajo». Y en Otorrinolaringología, Cirugía Maxilofacial, Anatomía Patológica, Alergología, Radiodiagnóstico yPsiquiatría habrá «un discreto equilibrio» entre las jubilaciones esperadas y el número de profesionales a preparar en los próximos diez años. Pero «todos estos cálculos se realizan dando por hecho lo que cada año se muestra como un imposible, que es que todos los formados aquí, se queden aquí, porque de fuera desde luego apenas vienen», destaca el presidente del Colegio de Médicos de Valladolid, José Luis Almudí. Y, por otro lado, hay al menos 24 especialidades médicas en las que el número de especialistas que la tendencia muestra que se formarán en un decenio superará al de los que han dejado por edad de trabajar. Ejemplo de ello son Pediatría, Ginecología y Traumatología, donde se prepara más de uno y medio por cada jubilado previsto. Bien es cierto que el problema requiere una mirada nacional porque hay hospitales, como puede ocurrir con el Clínico en Cirugía Torácica y Cardiovascular que por su prestigio forman a más especialistas de los que una corta mirada solo provincial o solo autonómica sería insuficiente y «la corrección de desequilibrios debería ser nacional», explica el doctor Almudí. En estos dos ejemplos hay diez nuevos por cada futura plaza vacía.

En cuanto a la feminización de la profesión, Valladolid tiene la misma tendencia que el conjunto de Castilla y León. Dos de cada tres colegiados mayores de 55 años son mujeres y dentro de las especialidades más elegidas por ellas están Pediatría (78%), Obstetricia y Ginecología (69%) y Familia (64%). Todas ellas consideradas básicas por su alta frecuencia y su intensidad de uso.

Los 3.658 médicos de Valladolid suponen el 25% del total de la comunidad y el 1,4% de toda España y en esta provincia vive en 21,6% de la población autonómica.

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