Óscar Agüera, ecónomo de la Archidiócesis de Valladolid; Luis Argüello, arzobispo de Valladolid y Juan Carlos Álvarez, delegado de patrimonio y obras de la Archidiócesis. A. Mingueza

Valladolid

La meteorología acelera las intervenciones de conservación en los templos

La Archidiócesis de Valladolid actuó el año pasado sobre 56 iglesias y otros centros por un montante de 9 millones de euros

Luis Amo

Valladolid

Martes, 4 de noviembre 2025, 19:29

Los sobresaltos meteorológicos también están pasando factura a los templos de la capital y provincia vallisoletana. Y nunca mejor dicho. Tal y como revela el ... nuevo delegado de Patrimonio del Arzobispado de Valladolid, Juan Carlos Álvarez, durante la presentación de la cuenta de resultados diocesana correspondiente con el año 2024, las adversas condiciones atmosféricas están urgiendo e incluso apremiando diferentes actuaciones aún sin que previamente se hubiera detectado una emergencia sobre los mismos si bien el cambio climático está afectando en especial a las construcciones que ya de por sí necesitaban alguna reparación.

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La Archidiócesis de Valladolid dedicó el ejercicio pasado prácticamente la mitad de sus gastos ordinarios a la conservación y reparación de bienes inmuebles. En concreto, las arcas diocesanas dedicaron 9 millones de euros a trabajos de reforma sobresaliendo los arreglos de tejados y cubiertas. Es más, el responsable de Patrimonio ha revelado que las trombas de agua acontecidas durante los meses de mayo y junio del año pasado en diferentes puntos de la capital y provincia provocaron la intervención urgente sobre varios templos por la entrada repentina de agua que afectó a cubiertas y distintos paramentos al tiempo que significó la proliferación de humedades en el interior de las iglesias afectadas.

Las parroquias de Cabezón de Pisuerga, Renedo de Esgueva o Robladillo fueron algunas donde se intervino en este sentido si bien estas situaciones causadas por las lluvias se repiten durante todo el año. Se da la circunstancia que este tipo de afecciones obliga a intervenciones especialmente costosas por los propios trabajos que comienzan con la instalación de grandes estructuras de andamios para poder acceder a las cubiertas de las naves o incluso de las cúpulas, lo que hace más costoso el mantenimiento. En el interior del templo, por su parte, a veces también hay que hacer lo propio con lo que el coste de las obras se multiplican.

El arzobispo, Luis Argüello, junto a Juan Carlos Álvarez, insistieron en el elevado coste que el patrimonio religioso supone para las arcas diocesanas remarcando en este sentido que en muchos casos hay acuerdos de colaboración con diferentes instituciones para ejecutar estos arreglos e incluso su coste procede de algunas donaciones que expresamente tenían que estar dedicadas para la cuestión. En este sentido también quisieron aclarar que entre ese casi ingente patrimonio inmobiliario hay muchos que son BIC (Bien de Interés Cultural) dándose la circunstancia de que sobre ellos sólo puede intervenir, en este caso, la Junta de Castilla y León a través de sus órganos específicos.

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Con esta exposición los dos responsables eclesiásticos quisieron hacer saber a la sociedad vallisoletana el alto coste de la conservación y reparación de las iglesias que además de su significado espiritual también tiene un importante arraigo social y patrimonial hasta el punto de que, señalaron, la provincia cuenta con localidades donde en invierno apenas residen 40 o 50 personas pero que cuentan en su haber con 2 o 3 templos en buen estado de conservación aún con algunas cuestiones puntuales: «Castilla y León cuenta con la mayor concentración de BIC de toda Europa por habitante y su conservación y mantenimiento es complicada», sentenció Argüello haciendo ver así el esfuerzo y dedicación económica de la Archidiócesis de Valladolid en este sentido.

Con todo cabe señalar que durante el ejercicio pasado se intervino en 56 templos y centros diocesanos -sin contar obras menores- tanto en la capital como en la provincia. Así, destacaron la reparación de las cubiertas de la Basílica-Santuario Nacional de la Gran Promesa y en la Parroquia de San Isidro Labrador. También destacaron la adecuación del Seminario Diocesano para albergar temporalmente el Centro de Día para personas sin hogar de Cáritas. En estas dependencias, por ejemplo, cabe destacar la modernización del salón de actos. «Al fin y al cabo no deja de ser la herencia que recibimos del esfuerzo de los propios fieles a través de los siglos», significó el delegado de Patrimonio y Obras.

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A esta obra se han destinado alrededor de 500.000 euros y será inaugurada el próximo 8 de diciembre coincidiendo con la fiesta de la Inmaculada Concepción, patrona del Seminario Diocesano de Valladolid. Aquí se ha mejorado su accesibilidad, incorporando una rampa de acceso al escenario además de la acústica de la sala y su iluminación.

La modernización de las instalaciones, según ha explicado Álvarez, incluye una «mejora» en la eficiencia energética de la sala, que ha incorporado también un proyector. Además, las nuevas butacas -pendientes aún de instalar— son móviles, lo que permitirá crear un espacio polivalente y así poder adecuarlo a los requerimientos de cada actividad.

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