Médicos y técnicos sanitarios enfilan hacia ocho días de huelga en consultas, quirófanos y pruebas diagnósticas
Los profesionales de la salud redoblan las movilizaciones contra la regulación que el Ministerio de Sanidad impulsa en la reforma de su Estatuto Marco laboral
El horizonte otoñal muestra nubarrones en hospitales y centros de salud con la convocatoria de hasta ocho días de huelga que se reparten, mitad y ... mitad, técnicos sanitarios (que trabajan principalmente con los equipos de radiodiagnóstico y radioterapia y en los laboratorios de análisis) y médicos. Son personal de la plantilla autonómica de la Gerencia Regional de Salud (Sacyl) con nómina que abona la Junta de Castilla y León, pero la movilización es contra la reforma del Estatuto Marco que regula su situación laboral y que impulsa desde el Gobierno central, en concreto el Ministerio de Sanidad que dirige Mónica García (Sumar) y contra la falta de reconicimiento profesional a nivel estatal.
Los paros previstos empezarán esta misma semana, el jueves 30 y el viernes 31, entre los técnicos sanitarios. «No vamos a permanecer callados ni inmóviles mientras se deterioran nuestras condiciones laborales y se ignoran nuestras demandas», remarcan desde las once entidades que agrupan a profesionales de perfiles variopintos, el grueso de los trabajadores afectados son técnicos de Anatomía Patológica y Citodiagnóstico y de Radiodiagnóstico, Medicina Nuclear y Radioterapia, pero también hay documentalistas o dietistas, entre otros. Los servicios mínimos son similares a los de un festivo, salvo en las áreas pediátricas, de Urgencias y Radioterapia, donde llegan en la práctica a la totalidad de la plantilla, al entender la Junta que atienden a pacientes especialmente vulnerables.
Los técnicos sanitarios suman alrededor de 1.400 trabajadores en los hospitales públicos de Castilla y León y llevan casi dos décadas esperando mejoras en el reconocimiento profesional y laboral, que implica un afianzamiento de la formación académica que les equipare con los compañeros de otros países de la Unión Europea y su traducción en el incremento de la nómina mensual. Están reconocidos dentro de la función pública como Grupo C1, como un oficio, y llevan 18 años reivindicando el ascenso profesional al Grupo B, algo que entienden que ya son desde 2007.
A los dos días de huelga en octubre se añaden la próxima semana otros dos más, 3 y 4 de noviembre. Y diciembre coge el testigo de los paros con nuevas movilizaciones, esta vez, de los médicos, que son más en número de convocados y con un papel decisivo en consultas y quirófanos. La entidad convocante es el CESM (Confederación Española de Sindicatos Médicos) y el Sindicato Médico Andaluz y ha fijado los paros para los días 9, 10, 11 y 12 de diciembre. Cuatro jornadas contínuas de huelga con la que los médicos escalan hacia arriba el paro que llevaron a cabo a primeros de octubre y otro anterior en junio.
Con unos servicios mínimos equiparables a un festivo y el 100% de la plantilla operativa en áreas como Cuidados Intensivos, Urgencias y Emergencia u Oncología, durante esa jornada pararon casi el 36% de los facultativos de la sanidad pública autonómica, porcentaje que rozó el 40% en Valladolid: La huelga fue secundada por 2.753 médicos en la comunidad, 732 de ellos en Valladolid en el turno de mañana, según los datos que facilitó la Consejería de Sanidad. Ese seguimiento tuvo su repercusión en la suspensión de operaciones de quirófano y consultas que hubo que reprogramar.
Guardias, jornada y categoría profesional
El último borrador presentado por el Ministerio de Sanidad es «inasumible» para los facultativos, que los consideran «un absoluto despropósito y una falta de respeto a los profesionales» Desde el CESM remarcan que en escasez de recursos, con esa regulación, no hay límites de jornada ni descanso, que el derecho al descanso semanal de 36 horas se reduce a 24 y se elimina el grado 5 en la carrera profesional.
Este reconocimiento de la experiencia y la formación implica una mejora retributiva. A lo anterior suman que las convocatorias de plazas se programan cada 3 años y no cada dos, «con posibilidad de movilidad forzosa sin preaviso suficiente» y que no se recoge la demanda de los facultativos de ser catalogados como grupo A1+, por el 'plus' de formación que supone un grado universitario que suma 6 años, no 4 como el resto, a los que se añaden el acceso al MIR y los años de formación especializada, además del hecho del peso que asume el médico en las decisiones que se toman en la asistencia sanitaria.
Tanto técnicos como médicos han programado manifestaciones en Madrid para intentar que el ministerio mueva ficha en la negociación. Los primeros el día 3 de noviembre y los segundos, el 15 de ese mes.
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