Lanzamisiles de ocho toneladas custodiados por 41 miembros
La capitán Victoria Martínez está al frente de una batería antiaérea instalada en el cerro de San Cristóbal
Aunque la capitán Victoria Martínez conoce el frío que hace en Castilla (estuvo dos años formándose en la Academia de Artillería de Segovia, de la que salió en 2012 con el empleo de teniente), ha tenido estos días la oportunidad de sentirlo de nuevo, junto a otros 41 militares.
Martínez, oficial del Regimiento de Artillería Antiaérea 73, con sede en Cartagena (Murcia), ha estado al mando de este núcleo de defensa, con una batería desplegada en el cerro de San Cristóbal, la parte más alta junto a la capital vallisoletana.
Allí han permanecido durmiendo a dos grados bajo cero, "pero con sensación térmica de menos 7", en tiendas individuales desde el sábado 3, custodiando y adiestrándose con el equipo de mayor valor táctico: el Nasams.
Con un techo de hasta ocho kilómetros, su alcance llega hasta los 25 kilómetros, permitiendo disparar misiles tierra-aire y que pueden derribar helicópteros y aviones de ala fija. Su peso es de ocho toneladas.
Dos han sido los equipos de este nivel que se han trasladado hasta el cerro de San Cristóbal, y con los cuales el Regimiento de Artillería 73 de Cartagena solo puede efectuar fuego real en España en unas instalaciones que el Ministerio de Defensa tiene en Huelva.
«Son capaces de detectar una aeronave a 75 kilómetros de distancia. Desde el puesto de mando se evalúa con la altura o la velocidad, si los objetos son amigos o enemigos y se determina la acción a seguir. El radar permite detectar mediante códigos hasta vehículos que van por una carretera», dice la capitán Martínez.
El sargento Francisco Javier Blesa, miembro también de esta unidad, recuerda que es el escalón de mando superior el que determina si se debe realizar fuego o no contra el objetivo. El radar adscrito a esta unidad permite seguir hasta 60 objetivos diferentes al mismo tiempo en un radio de 75 kilómetros.
"El lanzador Nasams posee seis celdas, que cuando salen los misiles en unos 3 segundos pueden hacer blanco. Antes hay que esperar a que el piloto responda con los códigos correctos de que no es hostil", aclara el suboficial.
