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Cartel que anuncia la celebración del juego de las chapas, en un bar de Plaza Caño Argales. RAMÓN GÓMEZ
La Junta otorga 38 licencias a los hosteleros vallisoletanos para el tradicional juego de chapas

La Junta otorga 38 licencias a los hosteleros vallisoletanos para el tradicional juego de chapas

León se encuentra a la cabeza de autorizaciones, que han llegado este año a 123

Jorge Moreno

VALLADOLID

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Martes, 27 de marzo 2018

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Desde el punto más lejano a la capital (Mayorga de Campos) hasta el más próximo (Zaratán) se podrá este año disfrutar de forma presencial, o como jugador, de las tradicionales apuestas de las chapas. La Consejería de Presidencia ha autorizado este año a 38 establecimientos de la provincia vallisoletana para que durante tres jornadas puedan celebrar este juego tradicional, que está arraigado en al menos seis provincias de Castilla yLeón. Será para los días del Jueves Santo 29, Viernes Santo 30 y sábado 31 de marzo.

La provincia vallisoletana es la segunda de la comunidad donde más autorizaciones se han otorgado (38), por detrás de León (40). Las siguen a ambas Palencia, con 31, Burgos, con 7, Segovia con 4, y Zamora con tres.

En total han sido 123 las autorizaciones de la Junta, de las cuales 102 se realizarán en núcleos distintos a las capitales, por lo que convierten a este juego en uno popular con un amplio arraigo en el medio rural durante estas jornadas de Semana Santa. Unas apuestas que se celebran en las salas de cafeterías, restaurantes o centros culturales, en un horario nocturno.

En el caso de Valladolid, los locales autorizados en la provincia han sido 24, mientras que en la capital son 14. Uno de ellos, el bar El Tostadero, de la Plaza Caño Argales, lo ha solicitado por primera vez.

«Lo hago este año para probar y con la intención de animar un poco esta zona del centro cercana a Panaderos. Somos un bar pequeño, y en principio no voy a contratar a nadie más porque no sé lo qué dará de sí. En años anteriores he cerrado el bar en estas fechas, pero he pensado en tratar de animar un poco estas fiestas», explica Pedro Ángel Flores, dueño del café, que confiesa que de joven fue también jugador.

Al contrario que este local, otros en barrios como Parquesol, Delicias, La Rubia, o paseo de Zorrilla, reinciden con sus corros y monedas Isabelinas al aire, para que tentar la suerte en aquellas apuestas que logran premios de más de 3.000 euros en las mejores jugadas.

Los barateros, convertidos en empresa de juego, se encargan de recoger el dinero y de repartirlo como premio. Deben de disponer de hojas de reclamación.

Según el decreto de enero del 2002 de la Consejería de Presidencia, que regula estas apuestas, el objeto de lo jugado "ha de ser necesariamente una cantidad líquida y cierta de dinero, no pudiendo efectuarse sobre animales, bienes muebles o inmuebles, ni sobre su correspondiente valor económico".

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