La «falta de respeto a las convocatorias» provoca colas de dos horas para vacunarse

Los breves soplos de aire daban lugar a suspiros de alivio entre aquellos que esperaban. También respiraban aliviados los padres, que debían ir junto a sus hijos por ser menores de edad. Este es el caso de Ana Pérez, que acompañaba a su hija a recibir la primera dosis. «Ayer vino el mayor y muy bien, parece que ya empezamos a ver la salida a todo esto», explica. A la misma altura del recinto, pero en la parte de la cola que ya había dado una vuelta al auditorio, Nuria Carbajo lamenta el tiempo de espera. «Llevamos dos horas en la cola y casi sin sombra, esto no puede ser», puntualiza.

Por otro lado, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Valladolid, Augusto Cobos, explica que las colas que se formaron este jueves atienden a «un problema de falta de respeto a las convocatorias». Un día antes, el miércoles, de las 8.658 dosis administradas en Valladolid, 1.165 correspondieron a personas que no estaban citadas. «Tenemos un ritmo de vacunación de 800 personas por hora, si hay gente que viene cuando no le toca ese tiempo de espera se hace más grande», añade.

El delegado también hace hincapié en que en ningún momento se ha dicho que las personas puedan acudir a vacunarse cuando quieran. «Lo hemos permitido cuando no afectaba al proceso y había una causa justificada, no por estar de vacaciones», asevera. Valladolid también ha implementado desde el servicio de autocita para recibir la primera dosis y así evitar aglomeraciones en los llamamientos de la próxima semana. «El miércoles el equipo terminó agotado; el egoísmo de algunos solo agranda el problema», finaliza.

Aquellos menores de entre 12 y 16 años que no puedan acudir acompañados de su padre, madre o tutor legal, deben acercarse con un consentimiento informado que ya está disponible para descargar en el portal de Salud de la Junta de Castilla y León. El documento indica la edad del representado y tiene que estar firmado por el acompañante, que tiene atribuida la patria potestad y ostenta la autoridad legal para dar su consentimiento para la administración de la vacuna contra la covid-19.