Borrar
Carmen Calvo, durante su charla con militantes del PSOE en Valladolid, junto a la secretaria provincial, Teresa López. Rodrigo Jiménez

«Los hombres tienen que hacer su parte en la revolución de las mujeres»

Carmen Calvo. Secretaria de Igualdad del PSOE ·

La exministra achaca a la apatía del PP el frenazo de los avances en la lucha por la igualdad de género

Antonio G. Encinas

Valladolid

Martes, 16 de enero 2018, 08:08

Comenta

Carmen Calvo rebosa energía y vehemencia cuando llega a la sede del PSOE para encontrarse con los militantes del partido en uno de los encuentros de los lunes, ya habituales. Atiende a El Norte unos minutos antes y la conversación deriva, inevitablemente, hacia las políticas de igualdad, área que ahora dirige en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE.

--¿Qué les va a contar a los militantes socialistas esta tarde?

-Vengo a una actividad que hacen mis compañeros que creo que es loable, todos los lunes invitan a un compañero para hacer análisis político del momento. Y lo que el momento nos está diciendo a los socialistas es que crecemos electoralmente porque somos la alternativa a esta derecha. Que es una derecha que tiene dos versiones, la tradicional y la nueva, pero no deja de encarnar la versión de la derecha en la política española. Y eso hace que estemos alerta y trabajadores y es una actividad bastante normal estar en una agrupación como la de Valladolid para poder hacer análisis conjunto. Somos el principal partido de la oposición, somos la alternativa de gobierno, no sabemos para cuándo porque eso solo está en la cabeza de Rajoy, pero todos los indicadores nos dicen que vamos a una confrontación con la derecha española, con la vieja y con la nueva.

-Están ustedes belicosos con las encuestas, con ese auge de Ciudadanos que parecen prever todas.

-No, porque queda mucho. El PSOE va a cumplir 140 años. De sostener los tiempos lo sabemos todo, somos unos verdaderos veteranos de saber cómo funcionan los espacios de tiempo en la política. Queda mucho para que nadie en este momento pueda decir cosas rotundas. Y lo que creemos es que no se puede perder ni un minuto más en aquellas cuestiones que no signifiquen dar salida a los problemas que esta crisis ha creado y que la forma de salir de esta crisis de la derecha le está creando a la gente. Hay que bajar de la macroeconomía a la microeconomía y a la vida de la gente. Tenemos una preocupación enorme por el futuro de las pensiones en este país, que por lo visto a la derecha no le importa. PP y Ciudadanos vetan a la vez, en esto no tienen ninguna diferencia, cualquier propuesta en el Congreso que nos permita reflexionar e irnos adelantado al problema de las pensiones. Tenemos una supuesta salida a la crisis con un empleo en el que los trabajadores, por mucho que incluso tengan trabajo, no resuelven sus vidas. Donde cada vez tenemos menos clases medias porque han ido descendiendo en las posibilidades sociales. Y esto para nosotros es la gran preocupación del país para nosotros. Y a todo lo demás le vamos a dedicar la energía justita. Y a esto es a lo que nos vamos a dedicar porque esta es la salida de la crisis por la izquierda. Y esto es lo que no vemos ni siquiera en otros partidos también de izquierdas que están en otras cosas. Y desde luego la derecha no está por la labor, se conforma con las macrocifras, con ir a Bruselas, hacer un pasillo donde no le riñan mucho… Por cierto, a Rajoy le han reñido ya hasta por la corrupción. Y esta no es forma de seguir manteniendo este país. No podemos seguir de esta manera, con un Gobierno que ya no reacciona ni con lo más pequeño, que es sacar a la gente cuando se queda atascada en la nieve. Cuando un Gobierno ya ni siquiera es capaz de ver que eso es un problema y que lo que tiene que hacer es pedir perdón y resolverlo, hemos entrado en una situación que no aguanta.

Calvo, en la sede del PSOE, donde se celebró la entrevista, ante el retrato del fundador del partido, Pablo Iglesias. Rodrigo Jiménez

-En eso de la nevada se ha sacado a colación estos días la creación de la UME (Unidad Militar de Emergencias), que fue iniciativa del Gobierno de Zapatero que en su momento fue muy criticada…

-…Es una cosa que suele pasarle al PP. Niegan las cosas, luego las combaten y luego se las apropian. Es una fórmula que ellos han inventado que hace que todo sea más problemático de lo que debería ser. Mienten a los ciudadanos y luego finalmente se las apropian. Ahora están encantados con la UME pero ahí está la maldita hemeroteca, con el propio Rajoy y uno de sus senadores diciendo que las Fuerzas Armadas en el siglo XXI están para ir a la guerra. Es lo contrario casi de lo que se piensa que son las Fuerzas Armadas en la democracia, que deben estar para garantizar la seguridad del Estado y muchas cosas más. A la vista está que están en muchas zonas de conflicto ayudando a la gente, y no precisamente en guerra. Pero es la concepción que tiene la derecha de casi todo, de eso los socialistas sabemos mucho. Lo que está claro es que Rajoy está agotado. Sus ministros y ministras están agotados. Y esto resistirá lo que Rajoy quiera.

«El presidente Zapatero amplió los derechos civiles en este país»

-Da la sensación de que algunas cosas del Gobierno de Zapatero, como esto de la UME, se reconocen pasado el tiempo, cuando en su momento se le castigó muy duramente por negar la evidencia de la crisis o no darse cuenta a tiempo de lo que se venía encima.

-Y se le seguirán reconociendo muchas cosas más. Antes de ayer he escuchado a una ministra francesa decir que a pesar de que el PP ha abandonado todas las leyes de igualdad, las ha dejado inanes de presupuesto, sin cumplir, sin avanzar ni un milímetro, ni siquiera cuando nosotros le apoyamos un pacto contra la violencia de género del que ahora mismo están desaparecidos los primeros doscientos millones que ya deberían estar útiles… Aun así la ministra francesa decía que España seguía siendo el país que había desarrollado la tecnología punta en materia de igualdad y de política feminista de Estado. ¿De quién? De factura socialista. Nacida del PSOE y de un presidente socialista. En eso y en otras muchas cosas. España fue puntera en muchas decisiones en las que luego otros estados del mundo han ido legislando. El presidente Zapatero amplió los derechos civiles en este país. Y tuvo una mirada sobre la democracia profundamente socialista. Y eso es muy español, los reconocimientos a posteriori e incuso post mortem.

-Sobre ese dinero, hace un mes ya lo reclamaba para enero. Estamos en enero. ¿Qué ha sido de él?

-El otro día, vía Twitter, se lo pedí directamente a Montoro, porque como ha decidido que solo se puede manejar parte del gasto al 50%, el otro día era lo que decía la prensa porque tampoco la ministra contesta a nada… Cuando nosotros gobernamos no necesitamos pactos para saber cuáles son nuestras obligaciones. La igualdad entre hombres y mujeres es el punto de arranque de la democracia. Lo que de verdad afecta a nuestras vidas cuando nacemos hombres o mujeres. Esto la derecha no lo entiende, siempre se ha creído que era un tema evitable. Cuando nosotros gobernamos no necesitamos pactos, asumimos nuestra responsabilidad, tiramos solos como Gobierno. Legislamos, llevamos transformaciones importantes, creamos los juzgados de violencia de género, nuestra primera ley fue la de violencia de género, tal y como se comprometió en aquella campaña electoral… Cuando la derecha gobierna, como tiene poca intensidad en este asunto, le tenemos que ayudar. Y hasta cuando la ayudamos, tampoco tira. Esta es la realidad y no podemos reducirla a cosas pequeñas, porque hablamos de la mayoría absoluta de este país. Las mujeres somos el 50,9% de la población. En términos electorales somos la mayoría absoluta natural de España. Y si un partido no responde a nuestras expectativas, a los derechos que debemos ejercer, a las oportunidades que necesitamos, ni siquiera a la seguridad de nuestras vidas, nos está fallando estrepitosamente. Cuando además el principal partido de la oposición, voluntariamente, ha ido a ese pacto, tampoco lo cumplen. Eso son cuestiones que solo se solucionan en las urnas.

«La democracia tiene que llegar a las relaciones personales»

Carmen Calvo, durante el acto en la sede socialista. Rodrigo Jiménez

-Aparte de dinero, parece un problema de educación. Los bulos siguen funcionando. Eso de que hay muchas denuncias falsas (el 0,75% del total, según algunas fuentes), por ejemplo.

-Yo presidí la Comisión de Igualdad cuando se creó y el Consejo General de la Abogacía vino a comparecer y su presidente dijo que era intolerable que existiendo infinidad de delitos que por encima de la media alta son denuncias falsas, una sociedad ponga el foco sobre unos delitos que están por debajo de la media estadística de denuncias falsas. ¿Por qué? Porque el patriarcado es muy poderoso, está en el ADN de una sociedad que es patriarcal, que es machista, y que tiene veinte mil recursos de reacción para ir frenando el avance de la igualdad. Y entonces ponemos el foco en las denuncias falsas igual que ponemos el foco en el puritanismo ahora, cuando de repente se está destapando un problemón enorme que es el del acoso sexual constante a las mujeres en todos los ámbitos, también en ese que siempre hemos pensado que era más elevado, de gente más formada, como es el de la cultura. Las mujeres, las feministas y las socialistas, somos conscientes de que el enemigo no es fácil y de que a cada avance hay una reacción. De repente nos encontramos en procesos judiciales donde un agente jurídico se permite el lujo de decir que una gente comparece en minifalda, como si estuviera prohibido. Donde se pone el foco en una víctima de violación antes de averiguar si ha sido o no violada. La sociedad debe ser mucho más consciente de que este no es un tema menor, es un tema mayor porque nos afecta a más de la mitad de la población. Y porque además una parte importante de los hombres son demócratas, ciudadanos decentes que entienden las relaciones de respeto y normalidad con las mujeres. Y no podemos sostener una sociedad indecente, por la parte que corresponde a los hombres violentos, fascistas, porque son comportamientos fascistas, te mato porque eres mía, porque no haces lo que yo quiero. Tenemos una sociedad completamente distorsionada y no democrática. Es un tema de educación porque la democracia tiene que llegar a las relaciones personales. No es solo voto, tengo una diputada o una alcaldesa. La democracia es qué ocurre entre tú y yo cuando nos relacionamos, entre la jefa y el subordinado, entre mi pareja y yo, entre una madre y un hijo… En las relaciones personales tiene que entrar la democracia, ya lo dijo Simone de Beauvoir: “lo personal es político”. Y esa es la frase que tiene que campar por sus respetos en la democracia en el siglo XXI. No está fuera del foco el Estado. A los feministas nos costó la vida decir que dentro del matrimonio se producían violaciones. No existía el delito de violación dentro del matrimonio porque se entendía que no había lugar. Ya hay cantidad de sentencias en muchos lugares del mundo. Nos costó la misma vida demostrar aquello y decir que una mujer, por muy casada que esté, sigue siendo un ser humano con todos sus derechos y su libertad intactas para decir no cuando quiere decir no. La transformación de la democracia y su mejora no va a venir de la mano de si tenemos el Parlamento con más o menos diputados. No va a venir por ahí. En eso está empeñada la derecha, que nunca se entera de por dónde va el progreso. La mejora de la democracia va a venir por grandes debates que afectan a la esfera personal.

-La culpabilización de las víctimas se está viendo todavía. El otro día, en el Carnaval de Cádiz, una chirigota hizo una letra sobre eso, sobre cómo se ha tratado a la víctima de la agresión sexual en los Sanfermines.

-En el Carnaval de Cádiz es donde se producen algunas de las respuestas más serias a las cuestiones de este país. Bajo la apariencia de la ironía y la alegría los andaluces somos gente alegremente seria, lo dijo Buñuel. Y allí se están dando respuestas muy serias. El año pasado se hizo viral una chirigota en la que, en una clave distinta, pusieron el énfasis en que no pasa nada por quedarse sola. Es otro viejo tópico, las mujeres necesitamos estar complementadas por un varón. Decían «qué a gusto se está sola, el rock de la soledad, y si se me pasa el arroz, echo fideos y ya está». Quiero decir que la modernización y el avance de la democracia va a ir de la mano de la mirada del socialismo, que es lo que lleva ocurriendo 200 años, desde que aparecen los planteamientos socialistas, y en nuestro país desde que nosotros existimos. El tajo no está en esos debates tópicos que suele tener la derecha, está en otro sitio.

«Los hombres le están poniendo poca intensidad, poco interés. Van lentos»

-Y el 49,1%, ¿estamos un poco callados? ¿Cuál es nuestra actitud?

-Sí. La inmensa mayoría de los hombres, que son ciudadanos respetuosos y demócratas, debería hacer su parte del trabajo. Nosotras hemos hecho un esfuerzo muy grande en los dos últimos siglos por incorporarnos a multitud de cosas. ¿Cómo viviría la primera mujer que cogió un camión y se fue a Amsterdam a llevar una carga ella sola? No debió ser nada fácil. Los hombres tienen que hacer la contraparte en esta revolución. Y los hombres le están poniendo poca intensidad, poco interés, van lentos. Los hombres tienen que hacer su parte en esta revolución. Empieza por respetarnos, escucharnos, empoderarnos. Porque nuestra experiencia de la vida es distinta a la de los hombres. Decimos cosas distintas en muchas cosas. Llevamos la historia de la humanidad escuchando a los hombres. En nuestra posición de sometimiento hemos estado siempre escuchando a los varones, ejerciendo el poder contra nosotras, político, económico, militar, familiar. Siempre escuchando a los hombres. Ahora toca del revés. Los hombres tienen que escuchar lo que queremos decir de la vida, la política, la economía… Porque ya es insostenible que no nos escuchen. Y lo que ocurre a muchos varones que no te quieren escuchar es que acaban maltratando y asesinando a las mujeres. Así que los hombres tienen que escuchar más y tienen que hacerse más cargo de la parte de responsabilidad que les toca en esta revolución que es imparable en todo el mundo. Y hay una parte de esta revolución que no la puede hacer papá Estado por ti. No hay ley que la haga por ti, por muchas leyes que hagamos y medidas políticos que tomemos. Hay una parte que la tienes que hacer tú por ti mismo. La camionera que cogió el camión de Valladolid a Amsterdam ella sola, lo hizo con ella misma. La primera mujer que tuvo un hijo sola y decidió no casarse con nadie, ni con el padre del niño ni con nadie, lo hizo sola. La primera mujer que decidió encabezar una lista y abrirse paso a codazos en su partido para exigir la cuota de poder que le correspondía, lo hizo sola. Son revoluciones personales que requieren un esfuerzo ético de uno con uno mismo. Y ahí los varones intentan un poco escurrirse. Y las mujeres pedimos activismo en esto. Y luego, claro, hay que revolucionar muchas cosas. El propio concepto del amor está en una revolución tremenda, hay muchas mujeres que lo formulan con una lucidez increíble: no me regales un reloj y me digas que me quieres, ya me lo compro yo. Cuando llegue yo a casa a las nueve hazme tú la cena y será que me quieres, porque quieres que descanse, y ya otro día te la haré yo. Son reformulaciones constantes. Y los socialistas estamos mirando por dónde van a ir las salidas y las soluciones de una sociedad que va a la velocidad del rayo. Y muchos de sus problemas no son ajenos a las vidas personales. Ya no hay grandes debates sobre cuestiones de hace treinta o cuarenta años. La Sanidad sí o sí debe ser buena y debe ser pública, porque si no, no es igual para todos. Esto ya no puede ser un debate para los socialistas. Los debates están en otro sitio. Y es verdad que los socialistas en España hemos ido haciendo una parte importante de esa tarea. Hace treinta años éramos uno de los países más machistas del mundo y hoy somos uno de los países que aceptan la homosexualidad con mayor tolerancia del mundo. Y esa ha sido una gran revolución.

-En términos históricos no ha pasado tanto tiempo desde que las mujeres en España no podían, por ejemplo, abrir una cuenta corriente sin el permiso de su marido.

-Esas han sido grandes banderas del trabajo de los socialistas. Yo provengo del movimiento feminista y tenemos claro que si no hubiéramos tenido al PSOE para votarlo y que desde las instituciones haya pegado tironazos con leyes y decisiones de este tipo, ¿qué habría sido de nosotras? El movimiento feminista tiene unas redes maravillosas en España porque desde el PSOE se han hecho políticas de apoyo al asociacionismo de las mujeres, a los institutos de la mujer… Ahora se nos olvida, pero todo eso ha sido factura socialista. Voy a muchas reuniones fuera de España y me dicen que nos envidian el movimiento de asociacionismo de mujeres que tenemos aquí y me preguntan cómo lo hemos hecho. Muy fácil. Hemos creado los institutos de la mujer, hemos hecho políticas de animar esa fórmula de organización, y tenemos un movimiento muy poderoso que reviste una fórmula distinta de los partidos. Pero en este país a la primera cosa, persona, decisión o circunstancia que se pasa un milímetro, salimos. Y el feminismo sabe que el partido con el que cuenta en este país es el PSOE. La guardia de coraceros que tiene el partido socialista del feminismo es fabulosa. Hemos sido el partido que se ha dado cuenta de que el ideario socialista iba en esa dirección.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla «Los hombres tienen que hacer su parte en la revolución de las mujeres»

«Los hombres tienen que hacer su parte en la revolución de las mujeres»