Valladolid
Historias con playmobil y libros en braille para que los niños aprendan sobre inclusión en el aulaEl colegio Maristas Centro Cultural acoge a alumnos de la Universidad de Valladolid, quienes muestran a los más pequeños cuentos con protagonistas con TDAH o dislexia
La intensidad de un aplauso nunca fue tan importante. Gesto universal y un sonido inconfundible con un significado claro. Esto ha gustado. Si ha encantado, ... se permite gritar un poquito. Y si ha gustado menos, pues también se aplaude, pero sin hacer tanto ruido. Con estas premisas se conforma un aplausómetro y así lo utilizaron los pequeños de Infantil del colegio Maristas Centro Cultural de Valladolid. Saber cómo funciona es importante, pues de la fuerza de sus aplausos dependerá la nota de otros alumnos, más mayores que ellos, y que ya estudian en la Universidad, en la facultad de Educación y Trabajo Social de la UVA. Los universitarios acudieron al centro con cuentos e historias en vídeo, donde mostraron a los pequeños los trabajos que habían realizado en clase, y donde la inclusión en las aulas era el mensaje central y más importante.
«Hacen falta diferentes formas de enseñar. En la universidad, donde se están fomentando las nuevas vocaciones educativas, tienen que entenderlo muy bien para que luego sean capaces de desplegarlo», explica Javier Arroyo, director del colegio Maristas Centro Cultural. Eso que deben entender los futuros profesionales se explica con las diferentes realidades que conviven dentro de una clase, lo que también se traduce en distintas formas de educar y enseñar. Es ahí es donde entra esta colaboración entre instituciones protagonizada por una jornada de cuentos, canciones e historias.
Una de ellas es la de José, un niño que repite algunas rutinas a lo largo de sus días. Se levanta siempre a la misma hora, se viste con la misma camiseta de dinosaurios y toca la misma lámpara tres veces antes de salir de casa para ir al colegio. «Si algo cambia, me siento raro», dice el pequeño en una historia que los alumnos de la UVA han confeccionado a través de dibujos. Y un alegato final del protagonista. «Trata de entenderme, que yo trataré de que me entiendas». Este fue uno de los primeros trabajos que enseñaron los universitarios. El mensaje, bien claro.
«Ante la diversidad educativa necesitamos diferentes formatos para que distintos alumnos lleguen al mismo aprendizaje»
Pero hay más historias, como la de un niño con TDAH que cursa Infantil. Un relato narrado a través de figuras de Playmobil, rodado con técnicas de 'slow motion' y que normaliza a los más pequeños las conductas de quienes también son sus compañeros. «Que tu cerebro salte de una idea a otra es un superpoder», asegura el protagonista de esta historia. «Nosotros entendemos que hay que trabajar mucho respecto a lo que se llama diseño universal del aprendizaje (DUA), que es precisamente diferentes formas de aprender, diferentes formas de enseñar. Está en la base de todas las leyes educativas y en la de un modelo inclusivo de educación», apunta el director del centro.
Hubo más presentaciones, como aquella que hablaba a los niños sobre la dislexia u otra que presentaba un libro que también estaba escrito braille. «En este proyecto trabajamos desde el ámbito teórico de la universidad y su innovación educativa para después trabajarlo nosotros con nuestros alumnos». ¿Y cómo lo trabajan en el centro? «Hay alumnos que pueden ser más visuales y otros precisan un aprendizaje más manipulativo. Ante la diversidad educativa que hay, necesitamos diferentes formatos para que distintos alumnos lleguen al mismo aprendizaje», responde el director.
Conectar con los alumnos
Y eso también se traslada a los profesores. «Me puedo sentir más cómodo con lo plástico, pero también tengo que darme cuenta de que como educador debo hacer ese esfuerzo para el alumnado que tengo delante, que no es como yo. En lo modelos educativos anteriores, el docente no hacía esto, se tendía a enseñar las cosas de la misma forma en que se las habían enseñado a ellos. Nuestro modelo en el centro es que hay distintas formas de enseñar para distintas maneras de aprender. No en vano somos uno de los centros referencia de la comunidad en este sentido», explica el director.
Por todo ello, con esta colaboración, desde el centro también consiguen evidenciar a los futuros maestros y maestras que ahora se forman en la UVA que lo que hacen con la teoría también tiene una aplicación real en los niños. «Que no olviden que esto no es, estamos haciendo un vídeo, un cuento o lo que sea. Que no piensen que no es importante, porque ese vídeo, ese cuento, conecta con un grupo de alumnos. Y de esa forma llegamos a que el aprendizaje pueda ser para todos», zanja el responsable del centro.
En cualquier caso, con el aplausómetro activado, las calificaciones de los universitarios se anticipan altas -hubo palmas y gritos, sinónimo de éxito-. Esto también significa que ese mensaje de inclusión, el que debían mandar a los niños, ha calado. Y lo más importante, que los pequeños lo han entendido y eso además significa que sabrán aplicarlo con sus compañeros. «Trata de entenderme, que yo trataré de que me entiendas».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión