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Domingo, 29 de diciembre 2019, 10:04
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Los restos de sangre, tanto en el suelo como en las paredes, atestiguaban aún hoy por la mañana lo ocurrido unas horas antes ante el portal del número 2 de la plaza de Cantarranillas. Allí tuvo lugar una «pelea multitudinaria» entre dos grupos de jóvenes que uno de ellos finiquitó asestando un navajazo en una pierna a otro de los contendientes.El sospechoso, un chico de tan solo 16 años, que enseguida fue identificado por los agentes, logró huir inicialmente del escenario dejando a la víctima con lesiones graves de las que aún se recupera, «fuera de peligro», en el hospital. Horas después de la agresión, y en compañía de su padre, el menor se entregó en la Comisaría de la Policía Nacional, donde fue detenido en calidad de investigado por un delito, como mínimo, de lesiones graves con instrumento peligroso (la calificación más grave podría alcanzar la categoría de intento de homicidio).
Los hechos tuvieron lugar al filo de la tres de la madrugada en el entorno de la zona de copas de Cantarranas, donde se produjo una pelea con numerosos jóvenes implicados en la que no hubo que lamentar más heridos de consideración. La peor parte se la llevó un chico de 18 años, de origen marroquí, que recibió un navajazo en la pierna que le ocasionó un corte profundo de diez centímetros de longitud en el muslo que, al parecer, llegó a alcanzarle la vena femoral. Los restos de sangre en el suelo y en las paredes, visibles aún por la mañana a pesar de que el adoquinado de la plaza había sido limpiado con agua, daban fe de la gravedad de las lesiones sufridas por la víctima, que fue evacuada e intervenida de urgencia en el Clínico. Allí permanecía ingresado el joven con lesiones de pronóstico grave, aunque «fuera de peligro».
El menor, que para entonces ya estaba siendo buscado por los agentes, se entregó unas horas después en la Comisaría. Se trata de un chico de 16 años y nacionalidad española, si bien es cierto que las fuentes policiales consultadas quisieron aclarar que todo apunta a que la agresión «no tuvo tintes racistas» sino que se trató de una «pelea entre jóvenes propia de los excesos con el alcohol en la que un chico llevaba una navaja y acabó utilizándola». El resto de participantes salieron ilesos.
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