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La Guardia Civil se acerca al ciudadano en una exposición al aire libre
El Instituto Armado sale a la calle con motivo de la próxima festividad de la Virgen del Pilar para exhibir su trabajo diario
Ya puede sacar la Guardia Civil su arsenal para derribar puertas, armamento de todo tipo o su vehículos para surcar las aguas del Pisuerga ... que como haya dos perras especialistas en explosivos, estas últimos se van a llevar todo el protagonismo. Y así fue. Una de nueve años y otra un cachorro de un año. Algo así como el instructor jefe y el aprendiz de cuatro patas; con su olfato como arma. Una le dará el relevo a la otra en breve, pero antes de que el relevo generacional llegue al Tedax canino, las dos perras centraron todos los focos en la exhibición que el Instituto Armado ha protagonizado este domingo en la Acera Recoletos.
«Es bueno que la más joven empiece ahora a socializar. Forma parte de su aprendizaje. Cuando formemos a la más joven, se jubilará la más veterana», apuntaba a un joven el especialista en explosivos de la Guardia Civil, que se pasó todo el acto con las correas en la mano. Hasta él se acercaban los más pequeños para tocar a los agentes de cuatro patas, que no se inmutaban con la presencia de los pequeños.
Junto a los canes, un gran despliegue de medios de la Guardia Civil. Se acerca la fecha de la festividad de su patrona, la Virgen del Pilar (12 de octubre), por lo que desde la Comandancia de Valladolid quisieron este domingo acercarse al ciudadano y mostrar todo aquello cuando están en plena misión.
Además de los dos perros, los niños se centraron en subir en todo vehículo de la Guardia Civil. Al final y al cabo, uno no se monta en furgones o en motos de la Benemérita a no ser que haya preparado alguna, grilletes mediante. En la parte delantera, en los asientos traseros, tocar la sirena... un juguete para los más pequeños durante más de dos horas. Vamos que si esta mañana a uno le dolía la cabeza no era buen plan acercarse por la zona ante el ruido de las sirenas.
Todo era paz y armonía en el corazón de Valladolid. No hay explicación que se esfumara en el limbo. Si uno quería saber para qué servía tal artilugio se encaminaba al guardia civil de turno y este le detallaba lo necesario. «Estos son fusiles utilizados antidisturbios, y esto lo empleamos para entrar en casas. Si el acceso es sencillo, en muchas ocasiones no tenemos que utilizar el escudo», recalcaba un agente.
Criminalística
De ahí, a criminalística. Sus petos blancos relucientes, colgados en perchas, se ven únicamente en sucesos de diferente índole. Verlos en acción no suele ser sinónimo de buenas noticias. Excepto este domingo. Junto al peto, las típicas bolsas blancas para meter pruebas y un set de linternas. «Solo traemos un pequeño ejemplo con las linternas violetas y ultravioletas, pero hay muchas. Como ejemplo, si vemos una mancha negra en una pared, nos puede indicar que sea sangre. Nosotros la vemos negra. A partir de ahí, un muestreo y un análisis para saber qué es», apuntaba el especialista.
Las curiosidades se repartían por todos los rincones. Ya fuese con una lancha del GEAS o en un photocall donde los interesados podían asomar su cabeza para inmortalizar el momento. Una fiesta por adelantado de la Guardia Civil en el corazón de la ciudad. El jueves se repetirá de forma oficial.
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