Luis Arroyo, Ana Manero y Felipe González durante el encuentro. J. C. C.
475 aniversario de la Controversia de Valladolid

«El genocidio de Gaza no está teniendo la respuesta adecuada»

Luis Arroyo y Felipe González debatieron sobre los desafíos actuales de la dignidad humana moderados por la catedrática Ana Manero

Laura Negro

Valladolid

Miércoles, 29 de octubre 2025, 22:43

En el aniversario de la Controversia se reunieron también tres destacados juristas para reflexionar sobre la evolución y desafíos de los derechos humanos. Moderó la mesa Ana Manero, catedrática de Derecho Internacional Público de la Universidad Carlos III de Madrid e intervinieron el vallisoletano Luis Arroyo, catedrático emérito de Derecho Penal de la UCLM y el jurista chileno, Felipe González, exrelator especial sobre Derechos de los Migrantes de Naciones Unidas y antiguo miembros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

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Manero afirmó que «la Controversia de Valladolid fue el primer debate moral y jurídico sobre la dignidad humana». «Aquí fue el amanecer de los derechos humanos», agregó.

El profesor Luis Arroyo tomó la palabra para destacar la trascendencia de la Controversia y advirtió sobre los peligros que hoy amenazan los valores humanistas. «La codicia y el odio son dos constantes de la condición humana, pero se pueden controlar. Vivimos en un sistema regido por el chantaje, también moral y político. Hay que dejar sin espacio a los odiadores».

Felipe González abordó la situación actual de los derechos humanos, destacando sus avances y desafíos. Subrayó como aspecto positivo el fortalecimiento del trabajo de la sociedad civil y el aumento de la conciencia sobre los derechos de poblaciones vulnerables, en especial los pueblos indígenas y los migrantes. «Hoy existe un mayor consenso social en torno a la importancia de los derechos humanos». Sin embargo, señaló que este progreso también plantea retos. Las personas son cada vez más activas en la defensa de sus derechos, lo que puede generar tensiones. «El aumento del individualismo, la polarización y los conflictos entre distintos sectores sociales son fenómenos que debilitan la cohesión social y ponen a prueba al sistema internacional de derechos humanos».

Manero les planteó el papel de la comunidad internacional ante la tragedia de Gaza. Arroyo fue tajante al decir que «hay que saber de dónde viene el conflicto. Lo que estamos viendo es una barbaridad genocida» y apeló al equilibrio y a la humanidad. «Una mala paz es mejor que la guerra. Hay que exigir el fin del genocidio». González coincidió en la gravedad del momento. «La situación en Gaza ha puesto a prueba el sistema internacional de derechos humanos. La magnitud de las violaciones y el genocidio no han recibido la respuesta adecuada. Mientras los organismos de derechos humanos de la ONU han reconocido la existencia de un genocidio, los órganos políticos del mismo sistema han guardado silencio. Ahí hay un debe muy importante. Esta situación pone en entredicho las bases mismas del sistema internacional de derechos humanos, nacido tras el Holocausto en 1945».

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