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Un caos de representación para recuperar el placer del humor físico

El éxito de 'La función que sale mal' llega por primera vez a Valladolid, al Teatro Calderón, de miércoles a domingo

Martes, 6 de septiembre 2022, 00:04

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«Espero que la función nos salga muy mal, porque eso significará que el público se lo ha pasado muy bien». Reconozcamos que esta es una forma extraña de formular un deseo, salvo si quien lo profiere es David Ávila, protagonista de 'La función que sale mal', la comedia de más éxito en todo el mundo (con 8 millones de espectadores en total), que en España lleva ya más de 450.000 y que basa su éxito justamente en eso: en que todo salga más que mal. Una obra, de 100 minutos de duración, que podrá verse miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo a las 20 horas, en el Teatro Calderón.

Es un salir mal medido y calculado, por supuesto. Pues de lo contrario no habría ninguna gracia. El caos espontáneo no produce risa, pero el caos programado puede ser hilarante.

En 'La función que sale mal' una compañía amateur de teatro intenta representar una obra de misterio, a lo Agatha Christie, con los desastrosos, y cómicos, resultados que el título anuncia. «El primer error nos lleva al segundo y este a otros tres más y luego a otros seis… Son factores acumulativos que generan un humor imparable», asegura David Ávila. Un humor, por cierto, que exige a los actores estar en plena forma «porque la mayoría de los gags implican riesgo». Conviene tener en cuenta algunos datos de la peculiar estadística de la obra: Los actores son golpeados 19 veces en cada representación, ya sea por algún objeto o entre ellos, y en 19 ocasiones caen cosas desde las alturas, incluyendo un actor. Eso por no hablar de las dos canciones que suenan por error, los tres trozos de nieve falsos que se lanzan en cada sesión o las 12 copas de falso whisky escocés que son servidas durante cada repetición de la obra.

«Esta es una comedia de humor familiar, muy blanco y para todos los públicos, una mezcla de Monty Python, Buster Keaton y el cine slapstick», explica Ávila. «Recuperamos el placer del humor físico en un momento en el que se trabaja más el verbal».

La obra, creada por Mischief Theatre, se estrenó hace diez años en Londres y, desde entonces, se ha representado en más de 30 países. La versión española, que podrá verse estos días por primera vez en Valladolid, afronta su tercera temporada, y está coproducida por cuatro empresas: SOM Produce, Nearco Producciones, Cobre Producciones y Olympia Metropolitana. Un gran esfuerzo conjunto para montar un texto que requiere de ocho actores en escena y que cuenta con una escenografía muy galardonada, que es prácticamente un protagonista más.

«Nada más empezar la función, el escenario habla por sí solo y ya sorprende a los espectadores», asegura David Ávila. «Es una comedia pura, una obra de gran formato y de primera división. No olvidemos que se ha representado en Broadway».

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