Valladolid
Empieza a funcionar un grupo para acompañar el duelo de familiares de fallecidos por suicidioEs una iniciativa gratuita e impulsada por Papageno, asociación con experiencia en Andalucía y Galicia, para afrontar una pérdida que carga con prejuicios, estigmas y culpas
El día después del suicidio de una hija, un padre, un hermano, una compañera de vida hay que seguir adelante, respirando, y ese un momento ... extremadamente doloroso. A partir de diciembre, en Valladolid, se va a poner en marcha un grupo de apoyo a personas en duelo por suicido que van a dirigir profesionales de la Asociación Papageno. Es una actividad gratuita con la que aterriza en Castilla y León esta entidad, que acompaña a familiares de personas que han muerto por esta causa en una decena de grupos en Andalucía, principalmente, pero también en Galicia. En noviembre habrá una reunión 'on line' y en diciembre echará a andar presencialmente en Valladolid, pero abierto a participantes de toda Castilla y León.
Memoria Forense en Valladolid
49 Muertes por suicido
Recoge el balance de 2024 del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, de las que 36 eran varones y 13 mujeres.
«Siempre parecía que si en tu familia se producía un suicidio, tu familia tenía algo anormal y nos damos cuenta de que eso no es así», explica Daniel Jesús López Vega, presidente de la Asociación Papageno de Profesionales en Prevención y Posvención del Suicidio, al tiempo que constata una realidad, que la salud mental no funciona, en recursos públicos, como la salud física. «Si me parto una pierna en 15 minutos va a llegar una ambulancia; si digo que tengo ganas de morirme, me van a tardar más en atender», ha resumido López Vega en un encuentro que ha acogido el Centro Cívico Zona Sur, con un sala que ha completado aforo.
Si hay un día después es porque de alguna manera la sociedad ha llegado tarde para esa persona que ha muerto, ha compartido el presidente de Papageno, que ha recordado que existe un teléfono de apoyo a personas que tienen ideaciones suicidas, que es el 024. A este recurso telefónico se suma el 112 si hay un riesgo vital inminente. La memoria forense del año 2024 recoge 49 muertes por suicido en Valladolid: 36 varones y 13 mujeres. La cifra da idea de la gravedad de la situación. Y detrás de cada dato hay una familia destrozada.
Uno de los objetivos es recordar a la persona fallecida por lo vivido con ella y no por cómo murió
Daniel Jesús López Vega ha explicado que la asociación surge de una necesidad imperiosa que detectaban los profesionales de salud mental que la integran. Ha atendido desde la pandemia hasta ahora a más de 250 familias. Utilizar la palabra 'suicidio' es aún un tabú para muchas personas y responsables públicos (se parapetan en el tecnicismo eufemístico de muerte autolítica) y ese estigma contribuye a cargar más peso en la mochila del duelo que portan los familiares que afrontan ese trance, como si a la pérdida sumaran «algo sucio o feo». Esa etapa en la que alguien pronunciaba la palabra 'suicido' y se obviaba va quedando atrás. El objetivo del grupo de acompañamiento, que está dirigido en todo momento por un profesional de la salud mental, es que estos allegados puedan reintegrar a la persona fallecida en sus vidas «de forma que le recuerden más por lo que vivieron con ella que por la causa de su muerte».
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«El grupo de apoyo no es un espacio donde se va a hacer una tertulia de amigos, tampoco hacemos terapia, facilitamos un acompañamiento en un proceso que es doloroso y largo, que requiere mucho tiempo y actitud», ha precisado Nuria Moncayo. El profesional que dirige la dinámica del grupo ejerce un papel de «facilitador» en el acompañamiento de ese duelo en una actividad que no es excluyente de otras que lleven a cabo los participantes, como terapias individuales o grupales.
Llamar a Papageno
Lo primero que deben hacer los interesados en formar parte de la iniciativa de acompañamiento que va a echar a rodar en Valladolid es poner en contacto con la Asociación Papageno, en el teléfono 633 369 129. Es el paso previo a empezar a trabajar el duelo en un grupo con normas de funcionamiento que se recogen en un consentimiento informado. La primera es la confidencialidad de lo que allí se habla. Son grupos abiertos, con personas que van más avanzadas en su proceso y otras que acaban de llegar, con el impacto del fallecimiento reciente, que pueden ver un horizonte de progresión en los primeros.
El acompañamiento en el duelo aborda desde esa primera situación de shock con una mezcla intensa de emociones muy dolorosas, desde la tristeza a la rabia, la ira o la desesperanza, incluso el enfado con la persona que se ha suicidado, a situaciones que van a afrontar los familiares como qué hacer con las pertenencias o cómo abordar la 'silla vacía' que deja su ausencia en días señalados o asumir que los 'iguales' a su familiar siguen adelante y él no está. «En los primeros momentos surgen preguntas como qué hago con las pertenencias de mi ser querido. Siempre les digo que no lo hagan, que no tengan prisa, y sobre todo que nadie decida por ellos», aconsejó Nuria Moncayo.
«Una vez que entran en una fase más avanzada, las personas empiezan a retomar actividades sociales, a guardar espacios para conectar con su soledad, a crear espacios en casa donde tienen presencia sus seres queridos, con fotos o velas...», añade esta profesional. Se aproxima así el objetivo final del acompañamiento que es ayudar a «soltar sin olvidar» a tener presente a la persona que se suicidó pero «soltando esa parte más dolorosa e interiorizando las experiencias compartidas y los recuerdos, con gratitud, amor y reconciliación con su ser querido».
El grupo de acompañamiento empieza a funcionar sin apoyo de administraciones públicas. «Está orientado a toda Castilla y León», ha recordado Sonsoles Rivera, miembro de la Asociación Papageno en Valladolid. Ana Moreno, integrante de la entidad, cerró la presentación de la iniciativa resaltando la presencia continua en el recuerdo de los familiares fallecidos: «Mientras vivamos, también ellos y ellas vivirán, pues son ahora parte de nosotros». Moreno, psicóloga sanitaria y familiar de una personas que se suicidó, será la persona que conducirá el grupo de acompañamiento en Valladolid.
El 024 es un teléfono gratuito de atiende a personas con ideaciones suicida. También está el 112 si se considera que hay un riesgo inminente
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