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La famosa fotografía de Lagunero (izquierda) con Carrillo, ataviado con peluca, para entrar en España. EL NORTE

Muere el vallisoletano que 'coló' a Carrillo y activó el antifranquismo en la Universidad

Teodulfo Lagunero fue condenado en 1946 por organizar la resistencia al régimen y fundó una academia saboteada por las autoridades

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Jueves, 23 de junio 2022

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Ha pasado a la historia por financiar al Partido Comunista en la clandestinidad y servir de enlace entre Adolfo Suárez, los hombres del rey Juan Carlos y el PCE en los comienzos de la Transición, pero sobre todo por ser el artífice de la entrada en España del propio Santiago Carrillo, a escondidas y con peluca. Teodulfo Lagunero Muñoz, vallisoletano nacido en 1927, falleció el pasado sábado en Madrid, después de una vida de auténtica aventura.

Es bien conocida su inmensa fortuna, procedente de la actividad empresarial desarrollada en el sector inmobiliario, parte de la cual empleó para financiar al PCE y posibilitar la normalización del partido que lideraba Santiago Carrillo en el proceso de Transición. Pero pocos conocen su peripecia como activista contra el franquismo en su Valladolid natal, en plena postguerra, un episodio que le costó una condena en Consejo de Guerra. Así lo explicaba él mismo en una carta enviada desde Fuengirola, en mayo de 2006, al catedrático de Historia Contemporánea de la UVA Pedro Carasa:

Teodulfo Lagunero, en una fotografía reciente.
Teodulfo Lagunero, en una fotografía reciente. EL NORTE

«Durante los años 1945-1946, un grupo de estudiantes de diversas facultades, contando con la colaboración de algunos catedráticos, entre ellos don Emilio Alarcos (padre), don Alfonso Guilarte (catedrático de Derecho Civil) y don Adolfo Miaja de la Muela (catedrático de Derecho Internacional, destituido), así como otros Catedráticos de Instituto, todos ellos destituidos, organizamos un movimiento de resistencia al franquismo, realizando diversos actos además de esa conmemoración del 14 de abril, consistentes en convocar una manifestación contra el régimen en la calle Santiago, poner una bandera republicana en el Colegio Mayor Santa Cruz y repartir pasquines en los que se pedía 'Franco a Nuremberg', o que decían 'Los estudiantes no apoyamos los crímenes de Franco y la Falange', o unas octavillas en las que, entre otras cosas, aparecía este texto: 'Los estudiantes no queremos ser pistoleros a sueldo de Franco ni vestir uniformes de opereta a la italiana' (en referencia a los uniformes de las milicias universitarias)».

En el movimiento, según su testimonio, participaron más de 40 estudiantes de diversa ideología –comunista, socialista, republicana-–, resultando detenidos el citado Lagunero, José Luis Álvarez y Luis de los Mozos, entre otros. En un artículo publicado en abril de 2007 en El Norte de Castilla, Lagunero aportaba más detalles:

Publicidad de la academia que Lagunero fundó en Valladolid.
Publicidad de la academia que Lagunero fundó en Valladolid.

«Nuestra organización llegó a ser importante. Éramos unos 40 o 50 estudiantes de todas las facultades y teníamos el apoyo de varios catedráticos, entre los que recuerdo a Emilio Alarcos y Pedro Aguado Bleye (Filosofía); Emilio Guilarte y Teodoro González (Derecho), Demófilo Pons, (Escuela de Comercio), los catedráticos destituidos que integraban la Academia Minerva –Astruga, Romero, Guilarte, Miaja de la Muela–. Nuestra organización clandestina era, sin embargo, deficiente. Nos reuníamos en grupos paseando por una carretera en la otra margen del Pisuerga en la Huerta del Rey.

Durante los diez días que pasé en los calabozos del Gobierno Civil, durante los cuales, en los interrogatorios, si bien nos pegaron, no nos llegaron a torturar físicamente. La tortura consistió en sus constantes amenazas de que nos iban a destrozar, llegándonos incluso a enseñar a 'Somoza', Domingo Rodríguez Martín, que durante toda una semana fue torturado y que, cuando nos lo presentaron, era un guiñapo ensangrentado. Los policías nos decían: 'Baja a los calabozos y medita si quieres hablar. Si no lo haces, te pondremos como a este y detendremos a toda tu familia'. Ese era nuestro miedo: no resistir las torturas y hundirnos delatando a los compañeros. El Gobernador Civil era un tal Romojaro».

Primera página del Consejo de Guerra que condenó a Lagunero en 1946.
Primera página del Consejo de Guerra que condenó a Lagunero en 1946.

El Consejo de Guerra que el 30 de noviembre de 1946 juzgó a Lagunero y al entonces alférez eventual de complemento de Infantería, José Luis Álvarez Rodríguez, y los condenó, como autores de un «delito consumado asimilado al de rebelión», a un año de prisión al primero, con la pena accesoria de suspensión de todo cargo y derecho de sufragio, así como de empleo durante el tiempo de presidio, y a seis meses y un día al segundo, con idéntica accesoria.

La imposibilidad de ejercer la profesión obligó a Lagunero a poner en marcha una academia particular, Estudios Pincia, en el número 24 de la calle Claudio Moyano, junto a su hermano Enrique, militante del PCE que ya había sido detenido en Valladolid en 1942. Dicha academia, también según su testimonio, «fue objeto de numerosos ataques por parte de las autoridades franquistas, capitaneadas por un catedrático de la Facultad de Letras, don Filemón Arribas, que no solo se interponía en nuestro trabajo, sino también en el que realizaban otros catedráticos destituidos en otra academia de Valladolid, llamada Estudios Minerva».

Cuadro de profesores de la Academia que fundó Lagunero en Valladolid.
Cuadro de profesores de la Academia que fundó Lagunero en Valladolid.

En nuestra ciudad, Teodulfo Lagunero ejerció además como pasante de dos insignes abogados republicanos: Adolfo Miaja de la Muela y Eduardo Pardo Reina, ambos también represaliados. Fue catedrático de Derecho Mercantil, empresario y abogado en ejercicio, presidió el semanario 'La Calle', publicado entre 1978 y 1982, y costeó 'Siete días de enero' (1979), película dirigida por Juan Antonio Bardem que abordaba la «matanza de Atocha».

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