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El líder comunista chino Mao Tse-tung. Archivo Municipal de Valladolid
1949: Mao impone el comunismo en China

1949: Mao impone el comunismo en China

165 aniversario de El Norte de Castilla ·

El 1 de octubre de 1949 nacía la República Popular del mayor país asiático tras varios años de combate entre comunistas y nacionalistas

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Martes, 2 de marzo 2021, 07:51

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Mao Tse Tung ha proclamado el nacimiento de la República Popular China y el establecimiento de su Gobierno central popular. Leyó la proclama ante el micrófono en una gran reunión celebrada en Pekín». Era el 2 de octubre de 1949 cuando El Norte de Castilla daba en portada el hito histórico ocurrido 24 horas antes: la lucha entre nacionalistas y comunistas se había decantado del lado de estos y nacía, por tanto, la República Popular China. El contexto internacional, que no puede obviarse, era el de la Guerra Fría, caracterizado por la lucha sin cuartel entre los dos bloques en los que se dividió el mundo tras la Segunda Guerra Mundial: el capitalista, liderado por Estados Unidos, y el comunista, encabezado por la URSS de Stalin.

La tensión internacional se había trasladado rápidamente desde Europa hasta otras partes del mundo, especialmente Asia, pues al intento de las dos superpotencias de ampliar sus zonas de dominio se añadía el desarrollo de fuertes conflictos en la región. Uno de los más significativos e importantes tuvo lugar en China, país que desde antes de la Segunda Guerra Mundial se hallaba inmerso en una dura contienda civil. Nacionalistas y comunistas, que se habían aliado para expulsar al común enemigo japonés, no tardaron en reanudar sus enfrentamientos.

De este modo, entre 1945 y 1949 el Partido Comunista Chino, liderado por Mao Tse-tung, luchó por instaurar un régimen socialista inspirado en el soviético, mientras que el Partido Nacionalista del Pueblo o Kuomintang, que dirigía Chiang Kai-shek, se mostraba más próximo a Occidente. A mediados de enero de 1949 la situación era crítica para estos últimos, sobre todo después de la caída de la ciudad de Xuzhou a manos del llamado Ejército Popular de Liberación. Mao no dudó entonces en lanzar unas duras condiciones para poner fin al enfrentamiento, como resaltaba este periódico el día 15:

«La radio comunista ha difundido un anuncio sobre la situación actual, por Mao-Tse-Tung, que es principalmente una enumeración de las condiciones que, al parecer, pone el jefe rojo para la paz: castigo de los criminales de guerra –entre los que figura Chang Kai-chek–; abolición de la constitución; desaparición del actual gobierno; reorganización del Ejército nacionalista; confiscación del capital burocrático; reforma agraria; derogación de todos los tratados que han vendido China a los países extranjeros. (...) La aceptación se considera aquí como una rendición incondicional».

La resistencia de Chang Kai-shek, que no tuvo más remedio que trasladarse a Cantón, fue efímera. Los comunistas se fueron haciendo progresivamente con el control de las principales ciudades, incluida Cantón, lo que confluyó, el 1 de octubre de 1949, en la proclamación de la República Popular desde la puerta de Tiananmen.

El establecimiento del comunismo en China significó una gran victoria estratégica para la URSS en aquel contexto de Guerra Fría, por lo que rápidamente estableció relaciones con el nuevo régimen: «Rusia ha roto relaciones diplomáticas con la China nacionalista y ha reconocido a la República Popular China comunista», informaba este periódico el 4 de octubre de 1949;, y añadía que «el texto del telegrama de Gromiko» era el siguiente: «El Gobierno de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas ha recibido la declaración del Gobierno Central Popular de China de fecha 1 de octubre del presente año, con la propuesta para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los pueblos de la República de China y de la Unión Soviética. Habiendo examinado dicha declaración, el Gobierno soviético, guiado por el deseo de mantener relaciones amistosas con el pueblo chino y convencido de que el Gobierno popular chino representa a la mayoría de la población de dicho país, ha decidido establecer relaciones diplomáticas con el Gobierno de la República Popular de China, y en su consecuencia, proceder al intercambio de embajadores».

En poco tiempo, China comenzó a recibir ayuda económica de la URSS para iniciar todos los proyectos anunciados por Mao, que pasaban por impulsar la colectivización agraria, acometer una intensa industrialización del país y la construcción de las infraestructuras necesarias para llevar a cabo las transformaciones sociales y económicas anunciadas. De hecho, aunque un primer momento Mao estableció un sistema de economía mixto, enseguida transitó hacia un modelo estalinista bajo la asistencia de técnicos de la URSS. De igual manera, concentró todos los poderes del Estado y del partido y estableció el maoísmo como doctrina oficial del Partido Comunista en China.

Ante un micrófono

El 2 de octubre de 1949 El Norte de Castilla informaba en portada de que Mao Tse-tung, en una reunión en Pekín, había proclamado «la República Popular China y su Gobierno central». El dirigente «leyó la proclama ante el micrófono», según indicó el decano de la prensa española.

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