Emilio Álvarez: «El Ejército se desplegará en Valladolid si es necesario solo para apoyar a policías y guardias»

Emilio Álvarez (Castil de Vela, Palencia, 1952) está a punto de cumplir un año al frente de la Subdelegación del Gobierno (el 2 de abril) y las circunstancias le han llevado a liderar el gabinete de crisis vallisoletano durante «el tiempo que dure» la crisis del coronavirus. Aún acude a su despacho a diario, con un escritorio presidido por un botecito de alcohol de romero, una solución desinfectante que «utilizaban nuestras abuelas» desde siempre.

–¿Cómo es la vida ahora en la Subdelegación?

–Se ha reducido el número de trabajadores en torno al 70%, manteniendo a aquellos que van a estar en atención al público en temas urgentes o en servicios de los que no se puede prescindir.

–¿Cuál es su papel en esta crisis?

–Una vez declarado el estado de alarma, el subdelegado tiene que coordinar los servicios que se realizan en la provincia por parte de todas las administraciones. Cada una debe seguir cumpliendo sus funciones, pero debo coordinarlas todas a través del Cecopi (centro de coordinación integrado), que se constituyó el martes con la Delegación Territorial de la Junta, la Diputación y los ayuntamientos de Valladolid, Medina, Laguna y Arroyo.

–¿Cómo van a trabajar sin poder verse físicamente?

–Hemos creado un grupo de WhatsApp y todos los días a las diez de la mañana tendremos un contacto y una reunión semanal por videoconferencia.

–¿Su primera decisión?

–Que las policías locales sean coordinadas por el comisario de la Policía Nacional en Valladolid y Medina y por el coronel de la Guardia Civil en el resto.

-El gabinete lo integran políticos de distintos partidos y administraciones, ¿servirá esta crisis para olvidar partidismos?

-Sí, te lo aseguro. Desde el primer momento, la coordinación con la Junta ha sido excelente, y con los alcaldes y la Diputación, sin distinciones.

–Existe cierto pesimismo... Se lo pregunto con franqueza: ¿Vamos a salir de esta crisis?

–Vamos a salir, eso es seguro.

–¿Cuándo?

–En cuánto tiempo es más difícil de decir. Evidentemente no va a ser cuestión de unos días. Cada vez estamos todos más convencidos de que la situación no va ser tan breve como nos gustaría. Ahora bien, estoy convencido de que lo vamos a superar entre todos.

–¿Y a qué precio?

–Evidentemente las consecuencias las tenemos que ver, y no podemos engañar a nadie, porque eso lo percibe todo el mundo, y las consecuencias económicas van a ser muy serias, al igual que las consecuencias sociales. Va a haber mucha gente que va a quedar en una situación mucho peor que la actual, supongo que la mayoría... Y lo que vemos es que el Gobierno está priorizando que las personas que más puedan sufrir sean las que más ayuda puedan recibir de toda la sociedad.

-¿Qué mensaje les traslada a los vallisoletanos?

-Animar en estas situaciones es difícil, pero creo que no hay motivos para desmoralizar, y eso lo digo con toda la sinceridad, y no es que sea yo de los más optimistas... Sí que hay motivos para mantener el optimismo. Y el optimismo debe estar basado en la labor de las administraciones, porque están actuando como creo que deben actuar. Segundo, porque los principales protagonistas para salir de esta situación, como es el personal sanitario, y también farmacéuticos, conductores y técnicos de ambulancia, o policías nacionales y locales y guardias civiles, están elaborando planes para si la cosa se complica y poder garantizar la seguridad y el acceso de todos los ciudadanos a donde tengan que acceder. Todo ello nos da pie a ser optimistas. Y también el comportamiento de la gente, ya que en Valladolid, por ejemplo, la inmensa mayoría de los ciudadanos están cumpliendo. Yo desde aquí pediría paciencia, disciplina y confianza en las normas que ha dictado la Junta y el Gobierno, y mucho ánimo.

–Pero aún así hay sanciones a diario....

–El número no lo tengo, ya que se están tramitando, y todo lleva su tiempo. Pero la gente debe concienciarse de que la situación es muy grave y de que el Gobierno no decreta estas medidas si no fueran completamente necesarias.

–¿Van a ser implacables con los infractores?

–Por supuesto. Vamos a ser implacables con las sanciones y el tipo de las sanciones. Y me gustaría que las gente entendiera que en el caso de las infracciones graves hablamos de multas de hasta 600.000 euros. Porque incumplir las norma es un atentado contra la salud de uno mismo y de todos los demás también. Por eso vamos a dar prioridad a la tramitación de las sanciones relacionadas con el coronavirus.

–¿Hay agentes suficientes para controlar esta situación?

–En estos momentos hay suficientes policías y guardias civiles para afrontar la situación actual. Estoy convencido de que si fueran necesarios más, pues se habilitarían las fórmulas necesarias para que se puedan incrementar.

-¿Está hablando del Ejército?

-Efectivamente, es una de las posibilidades... Ahora solo está habilitada la UME, en labores de desinfección de edificios. Van a actuar en otras localidades y hemos pedido que también vengan en los municipios más importantes por volumen de habitantes, y el primero sería Medina del Campo.

-Pero no se descarta desplegar al Ejército, digamos, regular...

-No se descarta, y se desplegaría si fuera necesario, pero solo para reforzar las tareas de los Cuerpos de Seguridad. Y hablamos de reforzar y de recurrir al Ejército, pero que nadie lo entienda en el sentido negativo. El Ejército va a intervenir si es necesario garantizar el cumplimiento de las normas por el bien de todos. Y no me canso de insistirlo. Cumplir las normas debe salir de nosotros, y sé que es duro, cuando no hemos llegado a lo más duro, que va a ser la semana siguiente.

–¿Les preocupan los robos?

–Tenemos que contar con ello. Es un riesgo, pero creo que no va a haber un incremento y, no obstante, el sistema va a permitir que guardias y policías estén más coordinados, y probablemente hagan servicios conjuntos y reparto de tareas.