Uno de cada diez trabajadores de la región está ya en casa con un ERTE
Las empresas piden que se amplíen los sectores que pueden acogerse a los expedientes por fuerza mayor, que se tramitan de forma exprés
Más de 100.000 trabajadores de la comunidad autónoma han aprendido ya el significado del acrónimo ERTE en primera persona. A casi 88.000 de ... ellos es la Junta la que les ha tramitado el expediente de regulación temporal de empleo, mientras que al resto, entre los que se encuentran los más de 10.000 empleados de Renault en Valladolid y Palencia y los cerca de 3.000 de Michelin en Valladolid y Aranda de Duero, se ha encargado de hacerlo el Ministerio de Trabajo, al contar estas empresas con centros productivos en más de dos autonomías. Las solicitudes siguen entrando sin pausa y ayer fueron más de 2.800 expedientes para casi 14.000 personas, hasta un total de 16.189 y 87.695, respectivamente.
Como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus y la instauración del estado de alarma existen dos tipos de ERTE: por fuerza mayor debido al Covid-19, al que se pueden acoger todas las empresas a las que les resulta imposible desarrollar su actividad debido a los cierres decretados por el Gobierno en determinados sectores; y aquellos supuestos en los que empresa solicita la suspensión de contrato o reducción de la jornada por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción relacionadas con la pandemia.
Con 915.000 afiliados a la Seguridad Social en Castilla y León al cierre del mes de febrero –de los que 193.000 son autónomos y el resto, asalariados por cuenta ajena–, el impacto de la crisis ha golpeado ya a más del 10% de la fuerza laboral de la región en forma de ERTE y a un número indeterminado pero también dramático entre el colectivo ocupado por cuenta propia.
Los trabajadores en ERTE cobran del SEPE y no consumen prestaciones por desempleo. A las empresas, la Seguridad Social las exonera del abono del 100% de las cotizaciones si son de menos de 50 trabajadores; si tienen más, la exención es del 75%.
El decreto del Gobierno detalla las actividades que se pueden acoger al ERTE de fuerza mayor (que requiere menos trámites y se aprueba de forma más rápida), pero la línea que separa estas actividades de otras no incluidas pero muy parecidas en cuanto a imposibilidad de trabajar es muy fina y por ende, motivo de disputa.
Sin ir más lejos, la patronal regional, Cecale, ha alertado de la complicada situación en que se encuentran sectores como el de los talleres de reparación de vehículos la comunidad, que han visto paralizada de forma generalizada la afluencia de clientes y, además, no pueden desarrollar con normalidad su trabajo por la falta de suministros. Para la patronal debería reconocerse de forma automática y sin necesidad de informe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social la autorización de ERTE por fuerza mayor.
Relacionado con esto, desde la asociación de concesionarios, Faconauto, señalan que apuestan por los ERTE como mecanismo para proteger el empleo y dar continuidad a las empresas una vez se recupere la normalidad. Calculan que unos 151.000 trabajadores estarán afectados por las suspensiones temporales en todo el país, lo que en Castilla y León, donde hay 166 concesionarios, se traducirá en unos 3.700 empleados afectados por ERTE de un total de 4.000.
No a los despidos
Los llamamientos desde el Gobierno y los sindicatos a las empresas para que presenten expedientes temporales en lugar de optar por las extinciones de contratos, dado lo excepcional de la situación, son otro de los argumentos para la polémica. Ayer, UGT daba la voz de alarma sobre lo que está sucediendo en la empresa de telecomunicaciones Zener, donde denuncian el despido de una veintena de trabajadores en Valladolid, Salamanca, Burgos, León y Soria.
«Mientras en Burgos parte de la plantilla está en casa 'disfrutando' de vacaciones forzosas, a los trabajadores de Valladolid se les plantea trasladarse a esta ciudad para cubrir los servicios», señalan desde el sindicato, que anuncia «las medidas legales oportunas para parar esta sangría de despidos injustificados».
Para UGT pasa de lo impresentable a lo cuasi delictivo que mientras las empresas responsables de Castilla y León presentan ERTES, otras recorten su plantilla «en un momento excepcional en el que tanto las empresas como los trabajadores y la sociedad en su conjunto estamos haciendo un esfuerzo solidario para evitar la propagación de la pandemia y sentar las bases para superar la crisis sin que los trabajadores paguen la factura».
Los expedientes de empleo son, por encima del sanitario, el principal motivo de las llamadas de los ciudadanos al 012
Junto con el trágico goteo de muertes por la pandemia, los ERTES –y en qué deriven una vez superado el estado de alarma– se han erigido como una de las principales preocupaciones para los trabajadores y sus familias.
Así lo demuestra el balance del teléfono de atención al ciudadano de la Junta. El 012 ha atendido en la última semana (de lunes a lunes) 20.822 consultas, de las que el 40,5% fueron para informarse sobre los trámites para formalizar expedientes de regulación temporal de empleo por fuerza mayor; frente al 34,5% que preguntaron por cuestiones de atención social a las personas con necesidades sociales ante la pandemia.
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