Detenido en Valladolid con trece armas, 21.000 cartuchos de munición y cinco cabezas de especies protegidas

La Guardia Civil ha detenido en Valladolid a un hombre de 51 años, cuya identidad se corresponde con las siglas J.A.B.T., como presunto autor de los delitos de desobediencia a la autoridad, tenencia y depósito de armas y munición. Así, dentro de la denominada operación 'Choquer', la benemérita logró incautarle trece armas -ocho rifles, tres escopetas y dos pistolas-, 21.0000 cartuchos de munición de diversos tipos y dos cráneos y tres cabezas disecadas de lobo ibérico, además de una de avutarda, por lo que se trata de dos especies protegidas, informa Ical.

La operación se desarrolló los pasados días 22 y 23 de noviembre, cuando el hombre fue detenido en una céntrica calle de la capital vallisoletana. De manera inmediata, los agentes procedieron a registrar tres viviendas, dos en la capital y una en Cabezón de Pisuerga, frecuentadas habitualmente por el arrestado. El jefe de Operaciones de la Comandancia de la Guardia Civil de Valladolid, Javier Peña, explicó este jueves que los hechos que condujeron a la detención del detenido comenzaron con un procedimiento de revocación de una licencia de armas D (rifle), con fecha 24 de enero de 2017.

Esta retirada se llevó a cabo tras conocer que el individuo acumulaba seis infracciones de la ley de caza impuestas por el Seprona en las provincias de Valladolid, Soria, Palencia y León, y tenían sospechas de que pudiera estar en posesión de restos de diversas especies protegidas. Y es que en un incendio en su vivienda en Valladolid, la Policía Local observó y comunicó a la comandancia que había observado armas y munición a la vista así como cabezas de animales. Además, a principios del año pasado, la Policía Nacional informó de que a este sujeto le costaba también un delito de apropiación indebida, así como sanciones por alcoholemias administrativas.

En este sentido, Peña explicó que acumulaba una serie de infracciones que entendieron que eran «incompatibles con el uso de las armas», por lo que iniciaron el expediente de revocación de la licencia y le pidieron que depositase seis rifles registrados a su nombre. El detenido, prosiguió el teniente coronel, cambió entonces varias veces de domicilio para evitar las notificaciones, y tuvieron que requerirle buscándole incluso en cacerías.

El procedimiento de revocación concluyó en agosto de 2017, pero el acusado no entregó las armas e incluso repartió algunas entre personas amigas y familiares. Así, se le abrió un nueva infracción por desobediencia a la autoridad. Una vez que se dieron cuenta de que no iba a cooperar, siempre según el teniente coronel, acudieron a los juzgados para proceder a su detención. Cuando fue abordado en la calle se negó de nuevo a facilitar a los agentes el acceso al lugar donde se encontraban las armas que se buscaban, por lo que se procedió a los registros, donde se encontró el arsenal.

Javier Peña precisó que en los domicilios se hallaron cuatro de los seis rifles con documentación que se habían requerido al detenido, ya que los otros dos ya habían sido entregados voluntariamente, uno por una mujer y otro por un vecino a los que se los había dejado el arrestado. Asimismo, los agentes encontraron tres rifles inutilizados sin documentación alguna y uno con la numeración borrada. Además, hallaron dos escopetas de calibre 12 y una del 28, sin documentación; dos pistolas, una de dos cañones, sin documentación; y otra de avancarga, inutilizada. El teniente coronel aclaró que a partir de ahora comenzarán un trabajo de trazabilidad de todas las armas incautadas para determinar su posible origen, propietario y posibles usos delictivos.

En los registros también aparecieron múltiples municiones: 4.650 cartuchos metálicos de distinto calibre, entre ellos, más de mil para armas de guerra, que están prohibidas, del calibre 7,62x51 NATO y 5,56x45. En este sentido, Peña aclaró que, al parecer, el detenido recomponía esta munición para poder utilizarla para caza, porque es «muy cara». Junto a estos, se hallaron 17.000 cartuchos semietálicos del calibre 12; 200 cartuchos para impulsión; 40 detonadoras para pistola de avancarga; y hasta un proyectil de artillería del calibre 30 milímetros.

Además, el Seprona pudo localizar tres cabezas completas y dos cráneos de lobo, además de una cabeza de avutarda. Por otra parte, Javier Peña explicó que el detenido se enfrenta ahora a penas desde seis meses hasta dos años por tenencia si se consideran agravantes; de dos a cuatro años por depósito de armas y munición, y de otros dos por delito ambiental, ya que las dos especies disecadas están protegidas.

Asimismo, destacó el buen funcionamiento de los mecanismos del Plan Integral de Control de Armas de Fuego (PICAF), que fue aprobado en 2016. Un programa, indicó, que tiene con fin último reducir o minimizar el uso y tenencia ilícita y actuar contra la venta ilegal y el tráfico de armas y sus piezas y municiones. Recordó que para obtener cualquier licencia se tienen en cuenta los antecedentes del solicitante, y se tienen muy presente, que el beneficiario tiene una conducta «compatible» con la tenencia.

La subdelegada del Gobierno en Valladolid, Helena Caballero, acudió a la presentación de la operación, y resaltó en su intervención que esta actuación «pone de manifiesto el control de armas que existe en España». Asimismo, ensalzó la cooperación entre los diferentes cuerpos de seguridad y los frutos que salen de esta colaboración.