Cuatro copos para la historia

Para encontrar la anterior nevada caída sobre la capital en octubre hay que remontarse al día 30 de dicho mes de 1939, con la Guerra Civil recién concluida, cuando se recogieron 12 litros por metro cuadrado en forma de nieve. Un frente atlántico acompañado de viento ártico fue el responsable de la segunda nevada en 150 años y un nuevo frente, aunque con vientos más cálidos del oeste, podría repetir hoy la efeméride. «Será un frente que pasará bastante rápido y, aunque dejará lluvias –hoy, sobre todo, y puede que mañana–, dará paso a un par de días, jueves y viernes, en los que subirán las temperaturas y en los que no se esperan precipitaciones», apunta el meteorólogo como avance para el inminente puente de Los Santos.

«Lo que está claro», añade Jesús Gordaliza, «es que la situación atmosférica ha cambiado y hemos pasado del anticiclón de bloqueo que ha predominado desde septiembre a un nuevo escenario con la entrada sucesiva de frentes atlánticos». El próximo, de hecho, se espera que deje más lluvias a partir del sábado.

Lo que ocurra en las próximas horas, en lo que a las lluvias se refiere, determinará el cierre meteorológico de un octubre en el que, al margen de los cuatro copos caídos el domingo, tan solo se han recogido 3,4 litros por metro cuadrado en cinco días con precipitaciones significativas, una cantidad ínfima para un mes que, sobre el papel, es tradicionalmente el más lluvioso del año en la capital con una media de 55 litros. El octubre más seco de los últimos cuarenta años, y sirva como referencia, fue el de 1985, con 3,2 litros.

El punto de inflexión del año en cuanto a las lluvias se produjo en agosto, cuando no cayó ni una gota. Eso después de siete meses consecutivos con superávit de precipitaciones que dejaron 437 litros por metro cuadrado (lo habitual para todo el año son 433). En agosto no llovió y en los dos meses siguientes se han recogido solo 29,2 litros, cuando lo normal para este trimestre completo son 102, según los datos facilitados por la Aemet.

El panorama, en teoría, comenzó a cambiar el pasado fin de semana con la llegada de un frío polar «más propio del invierno» y habrá que esperar al próximo sábado para ver si se cumplen las previsiones y comienza las lluvias propias del otoño (la estación más húmeda del año).