Cuarenta niños saharauis pasarán el verano en acogida en Valladolid

El CEIP Gonzalo de Córdoba fue el lugar elegido para reunir, a algunos por primera vez, a las familias de acogida y a los menores. Una de las madres esperaba con impaciencia el momento. «Ya conocía a otras personas que han acogido y me parece una experiencia muy bonita», afirma esta vecina tordesillana que prefiere no decir su nombre. El niño asignado a su hogar se quedará con ellos hasta el 5 de septiembre, y ya tienen planeadas un sin fin de actividades que realizar con él: «Estará con mis hijos jugando al baloncesto, de acampada, le llevaremos a las piscinas». Asegura no estar preocupada por el idioma, pues hay que recordar que estos pequeños estudian español como segunda lengua en el colegio, por lo que conocen lo básico del idioma.

Aun así, es verdad que puede dar algo de apuro, pero otra de las mujeres que esperan a conocer a su niño de acogida confirma que a las familias se les entregan unas hojas con vocabulario esencial para entenderse con los pequeños. Ella está muy ilusionada, pues se enteró de la iniciativa gracias a una clienta de la peluquería y no dudó en sumarse a la inciativa para ayudar. Y es que estos chavales no se apuntan a una lista para que los elijan. Según afirma el presidente de Vacaciones en Paz, Rufo Martín, la administración saharaui decide los listados partiendo de los registros de los campamentos de refugiados argelinos. Como es de esperar, la seguridad de los menores es lo que prima en todo el proceso: las familias de acogida no pueden elegir el sexo, la edad o cualquier característica física del niño. A su vez, los padres españoles deben pasar unos mínimos, reunirse con una trabajadora social y ser aprobados por las autoridades pertinentes para sumarse al proyecto. Sin duda, es una oportunidad de oro para aprender unos de otros y pasar un verano increíble.