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Valladolid
Las Contiendas estrena un jardín para que los vallisoletanos depositen las cenizas de sus fallecidosEl nuevo servicio, que se comenzará a prestar después de Los Santos, se completa con la ampliación del tanatorio, que incorpora dos salas más
«Hasta ahora, tan solo era posible la custodia familiar», explica Fernando Fernández, gerente de Nevasa, la empresa municipal que se encarga de la gestión ... de los cementerios públicos de la ciudad (El Carmen, Puente Duero y Las Contiendas). Una vez superado el duro trámite de la cremación, las cenizas eran entregadas a las familias, que a partir de ahí decidían qué hacer con los restos mortales de sus seres queridos. Eso sí, con una idea clara: no está permitido esparcir las cenizas por terreno público. Nada de arrojarlas al mar, a un monte, un pinar. Deben permanecer en una propiedad privada. Sin embargo, desde este mes de noviembre (después del Día de los Santos), Las Contiendas estrenará una zona ajardinada que ofrecerá a las familias un lugar en el que depositar los restos mortales de sus allegados después de la incineración.
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El nuevo espacio, de 2.200 metros cuadrados de superficie, recibe el nombre de Jardín de las Cenizas, y es un cementerio reservado exclusivamente para aquellas personas que hayan optado en su muerte por la cremación. Allí, los familiares y amigos podrán depositar las cenizas y obtener, al mismo tiempo, un recordatorio, ya que se ha habilitado un muro (de 50 metros lineales por 1,80 de alto) donde se colocará una placa con el nombre y las fechas de nacimiento y defunción de las personas cuyos restos descansen allí. Nevasa ofrece este servicio, según sus tarifas, por un precio de 220,54 euros con el IVA incluido (180 euros por el depósito de cenizas y el resto, por la placa recordatorio de metal).
Los familiares podrán elegir cómo desean utilizar esta jardín, ya que existen varias posiblidades. La primera es depositar las cenizas en una gran urna metálica, de uso común, que funciona como una enorme sepultura (de 1,60 metros de profundidad). Fabricada en metal, esta estructura recuerda, con una inscripción, una frase del escritor Miguel Delibes: «Permitamos que el tiempo venga a buscarnos, en vez de luchar contra él».
También existe la opción de esparcir las cenizas en el entorno de un gran olivo o en tres parterres, adornados con flores en tres colores diferenciados (amarillo, lila o rojo). Otra alternativa es practicar un agujero en la zona ajardinada y depositar en el césped una urna biodegradable.
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Este servicio estará disponible tanto para las nuevas incineraciones que se lleven a cabo en Las Contiendas (suponen cerca del 40% de los servicios sanitarios que allí tienen lugar), como para aquellas llevadas a cabo en el pasado y para las que los familiares busquen un lugar de descanso. «Es una forma también de cerrar el duelo. Después de una temporada en la que las cenizas han estado con ellos en casa, aquí pueden encontrar un espacio donde dejarlas y rendirles homenaje y recuerdo». El jardín cuenta con bancos de piedra donde los familiares pueden honrar a sus seres queridos y también será posible la celebración de ceremonias de despedida.
Así lo ha explicado el alcalde, Jesús Julio Carnero, durante la inauguración este martes de las obras de ampliación y mejora del tanatorio de Las Contiendas, que gana dos nuevas salas velatorio (pasa de seis a ocho), un amplio espacio climatizado y nuevos servicios que redundan en la privacidad de las familias. «El cementerio es un lugar importante en la vida de las personas, y queríamos dignificarlo y darle realce». Después de la reciente ampliación de Las Contiendas (con 1.180 nuevas unidades de enterramiento), los trabajos durante los últimos meses -incluso por las noches y mientras no se ha dejado de prestar servicio- se han centrado en la zona de tanatorio. Hasta las ocho salas se accede ahora desde un espacio exterior con marquesina, que funciona «como un vestíbulo» que comunica el espacio de velatorio con la cafetería.
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Nuevo vestíbulo techado
Esas ocho salas (dos nuevas y el resto completamente rehabilitadas) han recibido mejoras de iluminación, climatización y, además, cuentan con una puerta directa con el espacio donde se muestra el ataúd (para que los familiares que deseen despedirse no tengan que salir al exterior y entrar por un pasillo anexo). Además, se ha implantado un libro de condolencias digital, «donde familiares y amigos podrán compartir fotografías, recuerdos, mensajes y el envío de flores». Junto al espacio individual en cada una de las salas, la nueva distribución del tanatorio dispone de una amplia estancia acristalada, techada, con nuevos sofás y baños remozados para hacer más cómoda la espera y estancia durante las largas horas de acompañamiento. Este nuevo espacio cubierto -que comunica con los jardines del recinto- termina con esas esperas que, junto a las salas, había que hacer al aire libre.
220,54 euros
es el precio del servicio por depositar los restos del ser querido en el Jardín de las Cenizas, con una placa recordatorio con el nombre, fecha de nacimiento y de defunción.
La intervención ha supuesto una inversión de 2.330.000 euros (con el IVA incluido) que ha corrido a cargo, exclusivamente, de fondos municipales, tal y como recalcó el alcalde. Este dinero ha servido además para reformar las oficinas de atención al público y contratación de servicios, que ahora se organizan en unos espacios individuales, para afianzar la confidencialidad de los usuarios. También se ha intervenido en la cafetería (con mejoras en la cocina y una nueva terraza). Y se ha incorporado una «sala de observación» en el bloque del crematorio, donde los familiares podrán presenciar la introducción del féretro en el horno incinerador.
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Hasta este momento, esta operación se seguía (si así se deseaba) a través de un televisor y ahora ya es posible acompañar al ser querido hasta el final. «Esta era una demanda creciente en los últimos años que hemos querido atender con sensibilidad y respeto», explican desde Nevasa. Este espacio de cremación, ubicado justo a continuación de las ocho salas de velatorio, da paso físico a ese nuevo jardín de las cenizas, que se presenta como un «espacio para el recuerdo y la serenidad».
Desde el Ayuntamiento han explicado que los vallisoletanos podrán depositar «en breve» los restos de sus seres queridos. No han precisado fecha, pero sí su intención de que entre en servicio «en las próximas semanas», con toda seguridad en noviembre o antes de que termine el año. El primer horno crematorio de Valladolid se construyó en octubre de 1994. En 2010, uno de cada tres fallecidos en la capital era incinerado. Ahora, ese porcentaje ha subido al 40%, según las últimas cifras de Nevasa.
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