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Alumnos de Secundaria del colegio San José, durante una de las actividades del proyecto Believe.

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Alumnos de Secundaria del colegio San José, durante una de las actividades del proyecto Believe. Carlos Espeso

Al cole los viernes por la noche en Valladolid

Más de cien estudiantes de Secundaria participan en Believe, el programa de ocio saludable del San José, que abre sus instalaciones de 20:00 a 23:00 horas

Víctor Vela

Valladolid

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Domingo, 30 de abril 2023, 00:25

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Hay una hilera de mochilas –colocadas como si fueran una oruga de colores junto a la pared– que recorre uno de los extremos del patio de columnas del colegio San José. Dentro de ellas hay chaquetas y cazadoras (por si más tarde refresca), teléfonos móviles (no está permitido su uso durante las próximas tres horas) y un bocadillo porque luego tocará cenar.

Sí, cenar dentro del cole. Sí, un viernes por la noche, a las puertas del fin de semana. Ese ciempiés de mochilas pertenece a los 113 estudiantes de Secundaria (entre los 12 y los 16 años) que participan en Believe, el programa de ocio alternativo que desde este curso organiza el San José.

En viernes alternos, de 20:00 a 23:00 horas, el centro jesuita abre sus instalaciones para acoger actividades deportivas, culturales, lúdicas y pastorales con los que ofrecer un espacio «seguro y saludable» para los alumnos y sus familias.

Juego comunitario en el patio del colegio San José.
Juego comunitario en el patio del colegio San José. Carlos Espeso

«De los 12 a los 16 años es una edad difícil», reconoce Agustín Paino, uno de los profesores que han impulsado esta actividad. Ya no son niños que puedan quedarse tranquilamente en casa un viernes por la noche ni chavales que rondan la mayoría de edad y salen con más libertad.

«Muchos viernes, sobre estas horas, los veíamos que quedaban en la plaza de Santa Cruz y se quedaban ahí sentados, en un banco, en grupillos, pero cada uno pendiente de la pantalla de su móvil», cuenta Paino.

«Teníamos además actividades dirigidas a los alumnos de Primaria y luego ya los grupos de confirmación de Bachillerato, pero no había nada específico para los de Secundaria», explica Marta Ganso, coordinadora de Pastoral del colegio y, junto a Agustín y Goyo, creadora de Believe. Así, con la combinación de ambos espíritus se ha fraguado un espacio de ocio que comenzó a funcionar el pasado mes de enero y que ahora afronta el final de curso con un reto especial.

El próximo 6 de mayo, a las 18:00 horas, en la iglesia del Corazón de Jesús (calle Ruiz Hernández), los participantes de Believe ofrecerán un concierto solidario en favor de Entreculturas, la ONG jesuita. Porque uno de los hilos conductores de este proyecto ha sido la música.

Ensayo general antes del concierto del próximo día 6.
Ensayo general antes del concierto del próximo día 6. Carlos Espeso

Una canción de Manuel Carrasco suena en uno de los vestíbulos del bloque de Infantil y Primaria. Sentados en el suelo, los participantes de Believe cantan juntos 'Hay que vivir el momento'. Les acompañan –con guitarra y percusión– Álex, Emilia y Raúl, del coro Nueve y cuarto. Este es el primero de los dos ensayos generales antes del concierto del próximo día 6. Ya lo tienen todo listo después de cinco meses de preparativos.

Porque una de las actividades destacadas de este proyecto nocturno en el San José ha girado en torno a la música. «Cada uno trae su instrumento, su voz y su talento y lo pone al servicio del resto», aseguran los promotores de esta iniciativa de ocio. Pero tres horas son largas y da tiempo para mucho.

Los chavales llegan a las ocho a ese colegio en el que por las mañanas han cursado mates, lengua o inglés. Ingresan por la puerta trasera, en la calle Maldonado. Dejan su macuto en ese ciempiés de mochilas y se preparan para disfrutar de la velada. «Solemos empezar con juegos y dinámicas para romper el hielo y luego pasamos al ensayo musical», indica Marta.

Marta Ganso, a la derecha, con varias de las alumnas que participan en la actividad.
Marta Ganso, a la derecha, con varias de las alumnas que participan en la actividad. Carlos Espeso

La noche continúa con un momento de oración en la capilla, cena compartida y termina con un broche final, que puede ser un 'scape room' por el colegio, gincanas o una versión escolar de 'Got talent' en el que todo aquel que quiera puede mostrar sus destrezas a sus compañeros: magia, habilidades deportivas, talento musical...

César Leal, 14 años, estudiante de segundo de Secundaria, participó en esa gala con una exhibición de trucos de 'skate'. Llega también este viernes al centro con su tabla en las manos y con ganas de pasárselo bien. «Aquí pasamos una tarde muy divertida, conoces a gente, haces amigos de otros cursos. Al final de cada sesión, hacemos una reflexión sobre el día y decimos si queremos que organicen alguna actividad en concreto», explica César.

Elena Franco, 16 años, cuarto de la ESO, subraya que esta iniciativa sirve para ver a los profesores y compañeros en un ambiente más relajado que el del día a día. Entre sus actividades preferidas, el 'scape room'. «Teníamos muchas expectativas y lo pasamos realmente bien». Nueve profesores colaboran de forma desinteresada con el programa, que cuenta además con educadores voluntarios (estudiantes de Bachillerato, antiguos alumnos y jóvenes del Centro Loyola) para extender el compromiso educativo del centro más allá del horario lectivo, con un programa de ocio «sin alcohol y con menos pantallas».

El concierto solidario del día 6 servirá para financiar un proyecto de Entreculturas en la Amazonía, para atender en un programa intercultural bilingüe a 3.000 niños de siete instituciones educativas de Bolivia. Las entradas (3 euros)están a la venta en información del colegio San José y en el local de Come sano, come justo (Ruiz Hernández, 23).

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