Clases de canto coral como 'medicina' para mejorar el sistema respiratorio
Un equipo multidisciplinar de alumnos de la UVA, médicos del Hospital Clínico y del Río Hortega estudiarán sus beneficios en una treintena de pacientes
Averiguar de qué forma influye el canto coral como herramienta para mejorar la salud física, emocional y social de los pacientes. Esa es la máxima ... de un innovador proyecto puesto en marcha por el estudiante de sexto de Medicina Víctor Mínguez Velasco, quien ha decidido aunar sus dos pasiones -la medicina y el canto- para demostrar los beneficios en el sistema respiratorio de los participantes tras las clases de coro.
«Es una iniciativa única en España porque aborda y estudia durante meses la evolución la salud vocal de las personas desde un punto de vista multidisciplinar incluyendo a profesionales de Neumología, Nefrología, Investigación Biomédica, Enfermería, Logopedia, Atención Primaria, Nutrición y Otorrinolaringología», explica el impulsor de 'Cantantes para la salud', en el que están implicados cerca de una veintena de investigadores. El proyecto lo llevan estudiantes supervisados por médicos colegiados de los distintos grados de la Universidad de Valladolid.
El año pasado probaron algo similiar, pero con una sola sesión y un equipo mucho menor de profesionales de la salud implicados, por lo que esta vez, al tratarse de varios meses de duración, el proyecto es todo un reto para ellos.
La primera clase ha comenzado este lunes en la Facultad de Medicina con la presentación y la valoración de cada uno de los participantes y será el próximo 6 de octubre cuando los 30 pacientes -con edades de entre 18 y 75 años y diversas patologías como fumadores, mujeres con menopausia o con apnea del sueño, entre otras- comiencen sus clases de canto. Además de cantar, trabajarán la respiración, la postura, la coordinación y la expresión corporal.
«Intentaremos reducir los factores de riesgo cardiovascular como el colesterol, la diabetes o la hipertensión arterial y, a mayores, la tasa de hábitos tóxicos como el tabaco y alcohol porque paralelo a las clases de canto se realizan consultas médicas con el objetivo de reducir estos factores», explica Mínguez, quien pertenece a un grupo de investigación que está estudia actualmente los efectos de la apena del sueño en modelos de animales. «Nos interesa también ver en los humanos si este tipo de repercusión del canto mejorar en patologías concretas», señala el que fue hasta el año pasado profesor de canto de la Escuela Municipal de Música.
Además de las clases, una vez al mes se organizará una charla impartida por un profesional experto en voz -como otorrinolaringólogos, logopedas, foniatras o cantantes líricos- que abordarán temas clave como el cuidado vocal, la prevención de patologías, la higiene vocal o el impacto emocional de la voz. «Los participantes reciben además tres valoraciones clínicas al año, al inicio del curso, a mitad y al final para evaluar parámetros como la calidad vocal, su capacidad respiratoria, el estado nutricional, el bienestar emocional y otros indicadores recogidos en el protocolo del proyecto».
Estos controles se traducirán en análisis clínicos y pruebas concretas como espirometrías y cooximetrías, que miden la cantidad de aire que los pulmones pueden inhalar y exhalar y la rapidez con que se realiza, entre otras pruebas. «Se trata de demostrar con resultados cómo a través del canto se reducen los niveles de cortisol, se reduce el estrés y se ve reforzado el sistema inmune de las personas que van a participar en el proyecto durante un curso entero», finaliza Mínguez.
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