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Rodríguez Bolaños, en sus primeros días como alcalde, en 1979. El Norte
Rodríguez Bolaños: «Esta ciudad es puntera, pero tenemos que creer más en nosotros mismos»

Rodríguez Bolaños: «Esta ciudad es puntera, pero tenemos que creer más en nosotros mismos»

El primer alcalde de Valladolid de la democracia arremetió contra la etiqueta de Fachadolid y siempre defendió su labor en los barrios

V. m. Vela

Domingo, 4 de noviembre 2018, 09:18

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No soportaba la etiqueta de Fachadolid. Por injusta. Por falsa. Por equivocada. Siempre defendió la necesidad de no dormirse en los laureles, de trabajar para construir una ciudad acogedora, equilibrada, que escapara de la imagen «provinciana» que arrastró durante el Franquismo. Este es un zumo de frases, las ideas exprimidas de Rodríguez Bolaños, el alcalde de una ciudad que siempre quiso «cosmopolita, moderna y culta».

5 de abril de 1979

«Queremos una Corporación no presidencialista para que sea el Pleno Municipal quien decida, con participación de los vecinos. En los barrios periféricos hay que actuar sin demora y en otros tenemos que planificar para actutar luego en consecuncia.

8 de abril de 1979

«La falta de experiencia no nos asusta, porque todos los que han llegado por primera vez al Ayuntamiento tampoco eran expertos. Tenemos, eso sí, conocimientos de cómo se actúa en otros sitios y de cómo nos gustaría que se actuase aquí».

21 de abril de 1979

«La colmena, esos enjambres humanos sin respeto a la dignidad humana que tan elocuentemente se han ensayado en nuestra ciudad (el caso de La Rondilla es típico) no pueden consetirse en el futuro. Y habrá que ensanchar zonas verdes, acudiendo a todos los recursos, todavía limitados, de los Ayuntamientos, para que no acabemos todos ahogados entre zafiedad y angustia».

25 de mayo de 1983

«Hemos querido que la ciudad esté un poco más limpia y que haya menos baches y que funcione el alumbrado y que los agentes de la Policia Municipal nos sean vecinos, cercanos y amigos. Hemos querido que Valladolid sea, sin limitación posible, ni discriminación de ningún género, de todos y cada uno de los vallisoletanos».

19 de noviembre de 1986

«Hay que romper moldes más profundos: hacer de Valladolid una ciudad moderna, no provinciana. Valladolid es una ciudad puntera de España, pero tenemos que creer más en nosotros mismos».

1 de julio de 1987

«Cualquier rincón del mundo puede ser buen espacio para inventar la amistad y la fraternidad».

12 de noviembre de 1991

«Valladolid necesita un impulso. Pero no está, ni mucho menos, en peor situación que otras zonas del país. Tiene un papel muy interesante desde el punto de vista estratégico. No hay que adormecerse. Caer en el pesimismo y ver todo desde una óptica negativa sería un error».

25 de mayo de 1995

«Seguro que tengo cosas de las que arrepentirme, no quiero ser petulante. Borraría querer poner en marcha proyectos que no se han realizado, porque eso genera frustración».

12 de de abril de 1998

«Se está olvidando que Valladolid tiene que ser más capital, que nos creamos esta realidad por más que la Junta de Castilla y León no esté por la labor. Mientras en alguna provincia se habla de centralismo vallisoletano nosotros somos prudentes para no herir sensibilidades, pero esa prudencia está llevando por parte de la Junta a una política de dispersión con el Palacio de Congresos en Salamanca, ahora se habla de un Museo de Arte Contemporáneo en León, del Procurador del Común, cuya sede se instaló en León y eso es una barbaridad. Y hay que decir que ya está bien».

2 de marzo de 2000

«Valladolid ni se merece ni se mereció la etiqueta de Fachadolid. En los setenta no hubo más extrema derecha que en otros sitios, pero aquí era consentida por la autoridad y enormemente violenta».

25 de julio de 2000

«Las puertas para que entre gente nueva deben abrirse, pero no en el cien por cien de los casos. Renovación generacional, sí. Marcha de los dirigentes históricos con apoyo, no. Los líderes prestigiados y reconocidos no pueden ser marginados».

27 de enero de 2008

«Hace tres décadas había que atender a lo urgente y lo urgente era abordar un urbanismo atroz, que estaba destrozando la ciudad; lo segundo, unos barrios que eran en realidad almacenes de viviendas. No había nada más en su entorno, ni parques, ni dotaciones, ni escuelas, ni polideportivos, y por tanto había que hacer de esos barrios más ciudad, meterlos en la ciudad. Y eso es lo que se hizo. Pero, a la vez, se pusieron en marcha los proyectos que ahora vemos concluidos».

18 de enero de 2009

«Estudié en el Lourdes desde los 10 hasta los 15 años. En aquella época Valladolid tenía dos grandes colegios, el de los jesuitas y el Lourdes, eran los más emblemáticos. Allí fumé los primeros cigarrillos e hice las primeras escapadas al Campo Grande, que estaba cerca del colegio y era casi como nuestra segunda casa».

Página del diario el 29 de mayo de 1995. El Norte

16 años de pactos y mayorías hasta la victoria del PP

Bolaños y León de la Riva en un acto en el Colegio Lourdes. Henar Sastre

La mayoría absoluta de un Partido Popular liderado por Javier León de la Riva acabó en 1995 con los 16 años de gobiernos de Tomás Rodríguez Bolaños, quien dirigió la ciudad en dos mantados con mayorías absolutas y en otros dos, con pactos de izquierda. En 1979, en las primeras elecciones de la democracia tras la dictadura franquista, Bolaños pudo gobernar Valladolid con el apoyo de los cuatro concejales que obtuvo el Partido Comunista, en unas elecciones a las que concurrían cinco partidos. Su gestión le permitió revalidar en 1983, aunque en esa ocasión con mayoría absoluta, la misma que consiguió en las elecciones de 1987, en las que cuatro partidos competían por la Alcaldía: PSOE, Alianza Popular, CDS e Izquierda Unida. Sería en las siguientes, antes de perder la Alcaldía, cuando tuvo que pactar con IU para seguir al frente del Ayuntamiento, con un PP que se quedó a un concejal de los 13 que obtuvo el PSOE.

3 de abril de 2009

«Cuando llegamos, no había ni un papel sobre la mesa, así que los problemas te iban llegando con el día a día. «Fue un momento excepcional en mi vida, y creo que también en la de la ciudad. Se recuperaba la tradición democrática y se hacía además con un alcalde socialista, como socialista fue el último que tuvo Valladolid antes del franquismo».

8 de septiembre de 2011

«Sueño con una Valladolid cosmopolita, moderna y culta. Los vallisoletanos tenemos que sentirnos orgullosos de capitanear la vieja Castilla y León, pero sin prepotencia, con generosidad».

9 de diciembre de 2012

«Me gusta enseñar La Antigua al que viene de fuera. Valladolid, que estuvo muy escondida y maltratada durante muchos años, sorprende ahora hasta a los propios vallisoletanos. Santa María de la Antigua es uno de sus símbolos, de esos que, además, siguen reinventándose».

16 de diciembre de 2013

«Durante la Transición había mucha bronca y reivindicación, pero también mucho diálogo. Y había una idea clara de que lo importante era fomentar la cultura y el acceso a la educación. Pero luego se centró todo en una visión materialista de las cosas y en la economía. Lo que no impidió que durante la etapa de crecimiento aumentaran las desigualdades».

13 de junio de 2015

«Gobernar en solitario es más cómodo. Pero no sé si es más beneficioso porque se cae en la tentación de adoptar decisiones sin un consenso claro. A la hora de alcanzar acuerdos, importan las estrategias de los partidos, que pueden forzar las cosas para favorecer el entendimiento... Pero al final en estos casos influyen las personas, el buen talante, hablar las cosas con franqueza, con sinceridad. Es fundamental el buen trato y la buena voluntad para sacar las cosas adelante como un equipo».

Ángel Velasco.

La familia socialista pierde a dos de sus referentes en tres años con las muertes de Bolaños y Ángel Velasco

El Partido Socialista ha perdido en los tres últimos años a sus dos primeros líderes municipales desde el retorno de la democracia en 1979, como fueron Tomás Rodríguez Bolaños, alcalde desde aquellos comicios hasta 1995, y Ángel Velasco, quien fuera su teniente alcalde en la última etapa del PSOE en el gobierno y su sustituto como candidato a la Alcaldía y portavoz del grupo municipal hasta 2007. Velasco (Urones de Castroponce, 1948), falleció el 5 de julio de 2015 fruto de una enfermedad pulmonar y su funeral también reunió a la familia socialista y a decenas de vallisoletanos encabezados por el propio Tomás Rodríguez Bolaños, quien destacaría sobre su sucesor que «era un modelo de político de la vieja guardia del socialismo que soñó con una ciudad diferente y al echaremos muchísimo de menos». En aquel sepelio coincidieron el que fuera alcalde socialista, la sustituta de Ángel Velasco, como fue Soraya Rodríguez en las elecciones de 2007, y el ya alcalde, Óscar Puente. Este último prometió entonces que «la idea de ciudad que defendió Ángel -una urbe recogida dentro de las rondas- verá la luz en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)», que está a punto de ser aprobado.

Ángel Velasco era abogado y estuvo muy vinculado al sindicato UGT, al igual que el propio Tomás Rodríguez Bolaños, hasta que dio el salto a la política como concejal a partir del 1987, cuando gobernaba el alcalde socialista, con el que llegó a ser teniente de alcalde antes de sucederle de cara a las elecciones de 1996, en las que ganaría Francisco Javier León de la Riva, alcalde hasta el pasado 2015.

Ángel Velasco continuó como líder de la oposición y portavoz del grupo municipal socialista hasta su retirada en los comicios de 2007.

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