Los chóferes de Auvasa culminan diez días de paros sin acercar posturas
Comité y dirección se muestran abiertos al diálogo para evitar nuevas movilizaciones a partir de septiembre
Los conductores de Auvasa pusieron fin ayer a diez días de paros, que culminaron con una segunda manifestación, para reclamar a la dirección que sus 18 compañeros interinos puedan mantenerse en la plantilla y no tengan que realizar las pruebas de la nueva bolsa de empleo con 116 plazas, algo que la gerencia considera inviable por «ilegal». Las protestas llevadas a cabo entre las 13:30 y las 15:30 en estas dos semanas han tenido poca repercusión entre los viajeros al registrarse retrasos en las frecuencias de entre tres y diez minutos de media.
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Ante la falta de acuerdo de las partes, el presidente del comité, Arturo Barrull, avanzó que el próximo día 30 de julio se reunirá este órgano de representación para programar nuevas movilizaciones ya de carácter indefinido en septiembre si antes no se logra alcanzar un pacto.
Ahora parece complicado. Según explicó la empresa en una nota de prensa, la oferta del comité para cubrir las jornadas necesarias con la plantilla actual implicaría un incremento de la masa salarial de más de 500.000 euros al tener que abonárselas a los que las realizaran y no serviría para atender el 15% de las necesidades de jornadas que motivaron la convocatoria de empleo, según argumenta. «No obstante, a pesar de que esta propuesta está lejos de ser una solución real, la dirección convocará al comité para profundizar en la misma, confiada en el compromiso de solidaridad manifestado por el mismo», señala el Ayuntamiento.
Mientras que los convocantes, de los que se descolgó el sindicato CSIF, califican las movilizaciones como «un éxito», la gerencia de Auvasa desveló que ha denunciado en comisaría «los pinchazos ocasionados con clavos en tres autobuses» y añadió que ha tenido conocimiento de que dos afiliados a CSIF han sufrido los mismos ataques en sus vehículos particulares.