«La Cámara de Valladolid ha logrado volver a los beneficios en dos años tan complicados como 2020 y 2021»

–¿Cómo ha sido el año post 2020? ¿Cómo marchan de las cuentas de la Cámara?

–El año ha ido bien. Ha sido un año harto complicado tanto para las empresas como para la propia cámara, pero estamos en condiciones de cumplir con nuestro presupuesto. El año pasado, con unas cuentas de 3,7 millones de euros, logramos cerrar con 400.00 euros de beneficio; este año, con 3,8 millones de presupuesto, acabaremos en una línea similar. Tenemos tres áreas principales de ingresos y cuando una aporta menos, se compensa con el resto.

–¿Cuáles son las vías de ingresos que mejor funcionan?

–El área de proyectos y especialización, que es la que gestiona los fondos de la UE o del ICE, así como lo que tiene que ver con la FP Dual o el asesoramiento en comercio exterior supone dos tercios de la actividad de la Cámara. Se completa con el área de competitividad, donde se encuadra el Club Cámara, y con las Escuelas de Cocina y de Negocios. Para 2022 queremos contar con dos nuevas áreas muy apegadas a las necesidades de las empresas, que en estos momentos es crucial que ganen en competitividad y tamaño. Una tiene que ver con la formación en digitalización, con la creación de una oficina de transformación, y la otra tiene que ver con nuestro servicio de Mediación yArbitraje, de gran utilidad también para el tejido empresarial. Son dos áreas que ayudarán de forma importante a las 37.000 empresas de nuestra provincia. Vamos a seguir creciendo y en 2022 queremos disponer de un presupuesto de en torno a cuatro millones de euros, que supondría un paso adelante con respecto a los 3,8 de los últimos cuatro años. Creo que es un objetivo realista.

–La Cámara es especialista en asesorar en la salida al exterior de las pymes, ¿están aflojando en los tiempos que corren?

–Para poder internacionalizarse, las empresas tienen que ganar tamaño, que es un factor fundamental a la hora de ganar en rentabilidad. Pretendemos dar un impulso al área de internacionalización porque en nuestra comunidad estamos por debajo de la media en apuesta por las exportaciones. En Valladolid tres de cada cuatro empresas no exportan y esto hay que cambiarlo. Es cierto que aquellas que sí exportan lo están haciendo muy bien, pero en este ámbito, las pymes industriales tienen un amplio camino de oportunidades.

–¿Cuál percibe que es la principal preocupación de las empresas en la actualidad?

–En las encuestas realizadas por la Cámara de España vemos que las empresas de Castilla y León están especialmente sensibilizadas con el problema del incremento de costes. De los laborales y también, claro está, de los de las materias primas y la energía. En plena recuperación es algo que está ya afectando a los márgenes y recortando la rentabilidad del negocio.

–¿Cuentan con todos los apoyos que necesitan por parte de las administraciones, Ayuntamiento, Diputación y Junta?

–Sí. Las relaciones son muy buenas con las tres. Con la Consejería de Agricultura tenemos el Plan Tierra de Sabor, con la promoción de sus productos en la Escuela Internacional de Cocina y también estamos desarrollando un laboratorio de I+D del que se puede beneficiar toda la cadena de valor de la industria agroalimentaria. Con la Diputación estamos volcados en apoyar a las empresas de la provincia en su salida al exterior y hemos realizado misiones comerciales, misiones inversas y sesiones telemáticas con México, Alemania, Reino Unido...

–¿Echan de menos más financiación pública?

–Nuestra administración tutelante, la Junta, nos financia con 300.000 euros a través del ConsejoRegional de Cámaras. Después de que el 2010 desapareciese el recurso cameral y de que en 2014 la Ley otorgase reconocimiento a nuestras funciones pero no vías de financiación hemos tenido que reinventarnos.

–¿Qué planes tienen para la Feria, después de la inversión acometida este año?

–Hemos renovado totalmente dos pabellones: uno ha quedado sin estructura, totalmente diáfano, para poder acoger congresos de gran tamaño; mientras que el central está ya preparado para otros usos, con su espacio compartimentable. También hemos invertido en la digitalización de las instalaciones y ahora está en mejores condiciones para albergar todo tipo de eventos, como lo demuestran las 15 ferias que se van a celebrar en el segundo semestre, muchas de ellas nuevas y todas de gran éxito.

–¿Cómo y cuándo va a terminar la negociación con el ICE por la deuda de la Escuela de Cocina?

–La escuela es una historia de éxito, uno de los recursos más importantes de Castilla y León. Solo tiene un problema financiero que necesita una solución y estamos ultimándola. Quedan flecos.

–¿Necesita un relanzamiento?

–Vamos a potenciar los cursos de formación superior de sumiller o cocinero, a promocionar el máster para empresas agroalimentarias, a promover un grado superior en gastronomía con la UVA y queremos homologarla como centro de FP. También vamos a estrechar las relaciones con las asociaciones de Hostelería para conocer mejor sus demandas.