La Junta paga la deuda de la Escuela de Cocina tras un acuerdo con la Cámara
El Instituto de Competitividad Empresarial condona el 80% de los 5,3 millones adeudados a cambio de viveros de empresas de Medina y Barrio España
Después de tres años de conflictos y negociaciones, la Cámara de Comercio de Valladolid ha llegado a un acuerdo con el Instituto de Competitividad Empresarial ( ... ICE) para la reestructuración de la deuda que la primera mantiene por la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez. El entendimiento supone un balón de oxígeno financiero para la institución cameral, que soluciona así el problema de 5,3 millones de euros que arrastraba por el crédito para la construcción de la escuela.
El ICE, empresa pública dependiente de la Consejería de Economía, condonará el 80% de la deuda, algo más de cuatro millones de euros, a cambio de la dación de los viveros de empresas de Medina del Campo y Barrio España por parte de la cámara. La deuda que mantiene la institución por el crédito para la construcción y el equipamiento de la escuela, más los intereses acumulados, asciende a 5,3 millones, de modo que queda por saldar otro millón de euros más que empezará a devolverse dentro de 10 años, amortizándolo en cuotas que van a hasta los 30 años.
De esta manera, la institución que preside Víctor Caramanzana soluciona un problema que arrastra desde hace años y estaría en condiciones de iniciar una nueva etapa de colaboraciones con distintas instituciones, entre ellas el Ayuntamiento de Valladolid, así como asociaciones como la de Hostelería, o la Universidad de Valladolid, con la que pretende ir de la mano en una etapa en la que quiere formalizar una formación reglada.
La institución cameral tendrá un plazo de 30 años para amortizar el millón de euros restante
La semana pasada, en la celebración del décimo aniversario de la Escuela Internacional de Cocina, el presidente de la cámara recordaba que en las instalaciones se han formado casi 5.000 personas, con nombres destacados en concursos nacionales e internacionales. Caramanzana se refirió también al futuro, que pasa por un plan estratégico que incluye formación, I+D+i y hostelería. Entre sus objetivos están la creación de un Grado en Gastronomía en la UVA con prácticas en la escuela y la puesta en marcha de un laboratorio de I+D para que las empresas del sector de la agroalimentación puedan testar sus productos.
Satisfacción en la cámara
La operación de la Cámara de Valladolid y el ICE está a punto de cerrarse, con el documento público ya en la notaría y solo a falta de la firma del dirigente cameral y el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, que a su vez preside el consejo de administración del ICE. Solo falta que el consejero decida día y hora.
Cuando se cumple la primera década de existencia de la Escuela Internacional de Cocina, fuentes de la cámara se muestran satisfechas por el pacto alcanzado porque soluciona un problema grave. La construcción de esta infraestructura fue impulsada con José Rolando Álvarez al frente de la cámara, en terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Valladolid por un período de 50 años desde la firma, en 2007, cuando era alcalde Javier León de la Riva.
Poco después, en septiembre de 2008, la cámara y la empresa pública ADE Parques suscribían un acuerdo de colaboración que se tradujo en la construcción de la escuela, financiada por ADE por un importe total de cinco millones de euros.
A partir de marzo de 2019, tras la llegada de Caramanzana a la institución cameral, ésta dejó de amortizar el inmovilizado material afecto a la escuela por considerar que «la escritura de reconocimiento de deuda e hipoteca firmada en junio de 2016 y la escritura de novación del contrato de abril de 2018 son nulas de pleno derecho».
Una vez desestimado por el ICE el escrito de la cámara en el que instaba a la nulidad, la Cámara de Comercio de Valladolid interpuso una demanda civil ante el Juzgado de Primera Instancia 6 y recurso contencioso administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Posteriormente, como consecuencia del avance de las negociaciones con el ICE para resolver la situación, la cámara renunció al procedimiento de solicitud de nulidad.
Los viveros traspasados
El Vivero de Empresas de Valladolid que pasa a manos del ICE dentro de esta operación tiene una superficie de 2.820 metros cuadrados y fue inaugurado en 2005, fecha desde la cual alquila sus espacios a emprendedores por un periodo concreto de tiempo. El de Medina del Campo cuenta con una superficie de 12.000 metros cuadrados y se encuentra operativo desde 2006.
Según se recoge en las cuentas anuales de la cámara vallisoletana correspondientes a 2019, los alquileres en ambos viveros derivan en unas cuotas para el ejercicio de 2020 que ascienden a 107.000 euros.
La valoración de ambos espacios, por los que el ICE compensa ahora cuatro millones de deuda, está establecida según las cuentas de la institución cameral en 1,93 millones para el de Valladolid y 855.691 para el de Medina del Campo. En total ambos suman 2,79 millones de euros, de los que 1,8 millones corresponden al valor de las construcciones, 622.000 euros al valor del terreno y los 367.000 restantes al de las instalaciones y el mobiliario.
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