Borrar
Miembros de una unidad de emergencia social de la Cruz Roja en un vehículo adaptado.Cruz Roja

Ayuntamientos, Cáritas y Cruz Roja rearman el cuidado a los más desvalidos en Valladolid

La Concejalía de Servicios Sociales aconseja que el voluntariado se coordine con colectivos y oenegés con experiencia en atención social

Jesús Bombín

Valladolid

Jueves, 19 de marzo 2020, 21:36

Comenta

Las imágenes de la avalancha humana vaciando compulsivamente estantes de los supermercados por la crisis del coronavirus han dado paso a la ansiedad del confinamiento domiciliario, al afloramiento de carencias urgentes y al temor de lo que vendrá tras este periodo de excepcionalidad. Tanto ayuntamientos como oenegés están acomodando sus servicios a las nuevas urgencias, especialmente las de personas mayores sin compañía. Su desamparo ha desatado en las redes sociales una riada de solidaridad de ciudadanos anónimos.

Es el caso de Voluntarios Covid 19, creado en Instagram como «un grupo de amigos autogestionado» que hacen de nexo entre voluntarios y vecinos necesitados, colgando a diario su oferta de servicios. «Nos escribe gente de toda la provincia (Medina del Campo, Boecillo, Laguna de Duero...), aunque donde más ofrecimientos hay es en la capital, en barrios como la Rondilla, Parquesol y Paseo de Zorrilla», se señala desde el colectivo.

Desde numerosos ayuntamientos, Cáritas, Cruz Roja o el Banco del Tiempo se están impulsando iniciativas para adaptarse a este tiempo de convulsión, pero también intuyendo el tsunami que vendrá después de la crisis y los damnificados que dejará. «Los ejemplos de solidaridad que se están dando son muy loables, pero el voluntariado tiene que estar organizado», aduce Rafaela Romero, concejala de Servicios Sociales y Mediación Comunitaria, que recomienda «aunar esfuerzos en torno a entidades con amplia y avalada experiencia como Cruz Roja, Cáritas o las asociaciones vecinales».

Antes de esta crisis, los 19 Centros de Acción Social y los 40 puntos de atención dispersos por la ciudad atendían a una población de 34.000 personas. Una plantilla de 104 asistentes sociales, animadores y psicólogos se ocupaba de recibirlos en ellos y en la actualidad lo hacen teletrabajando desde sus casas. «Hemos comprado teléfonos y se están instalando escritorios virtuales para que los profesionales atiendan desde sus viviendas, aunque se siguen prestando servicios de emergencia, sobre todo en ayuda a domicilio, pues hay personas que tenían contratado a alguien para que les ayudase y ahora nadie va a sus casas».

Con una fuerza de 3.000 voluntarios Cruz Roja está coordinando iniciativas con ayuntamientos y Protección Civil para llevar ayuda a domicilio en Tordesillas, Olmedo y Medina de Rioseco, Peñafiel y otros pueblos (doce en total) con asamblea local.

Entretanto, se siguen prestando servicios esenciales de atención a drogodependientes y solicitantes de protección internacional, teleasistencia y reparto de alimentos en casos de vulnerabilidad extrema. «Quienes tienen que recibir tratamiento siguen viniendo a nuestros centros; muchos de ellos son los eslabones últimos de la cadena, los más desprotegidos», explica Laura Fraile, coordinadora provincial de Cruz Roja.

El Banco del Tiempo cambia de hábitos a sus 650 socios

La pandemia ha alterado el funcionamiento del Banco del Tiempo, obligado a suspender toda actividad presencial. «Hemos creado una red de personas que viven solas, muchas de ellas mayores, y hay socios que se preocupan de llamarlos y charlar», cuenta Amaya Sánchez, gestora de esta entidad en la que participan más de 650 personas. Han adaptado su funcionamiento a las circunstancias, «creando un Facebook con actividades ahora que los centros de mayores están cerrados, se ofrece servicio informático remoto, vídeos caseros... y hacemos labor de seguimiento».

También se mantienen los servicios que salvaguardan la integridad de las víctimas de violencia de género y la entrega de metadona. «Nos llegan demandas de ayuda de muchos sitios, pero las que entraban por procedimiento ordinario se están desbordando; en febrero atendimos 8 llamadas de alimentación urgente y hoy hemos recibido diez. Y 14 de gente que pide que les hagamos la compra o les acerquemosun medicamento».

Cruz Roja ha tenido que articular métodos de afiliación rápida para incorporar personas a su voluntariado, al que siguen formando en medidas básicas de protección frente al coronavirus. «Hay mucho trabajo y hay que flexibilizar el acceso. Los voluntarios siempre responden, una vez más vuelven a ser el pilar de la institución», afirma Laura Fraile.

Con todo, en la entidad no pierden de vista las situaciones de emergencia venideras cuando concluya la crisis sanitaria. «Muchas personas van a sentirse solas, desprotegidas y van a solicitar nuestro apoyo». Una idea que también comparte el delegado provincial de Cáritas, Luis Miguel Rojo, convencido de que frente a las casi 17.000 personas atendidas el año pasado, en lo que queda de este 2020 ese contingente va a ser mucho mayor. «Para ello estamos reajustando los servicios a través de grupos parroquiales», afirma el portavoz de esta entidad que ha movilizado a 850 voluntarios.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Ayuntamientos, Cáritas y Cruz Roja rearman el cuidado a los más desvalidos en Valladolid

Coronavirus en Valladolid: Ayuntamientos, Cáritas y Cruz Roja rearman el cuidado a los más desvalidos