Las asociaciones de vecinos hacen piña para «seguir creciendo todos juntos»

El sonido de los tambores y timbales de la batucada local Torzida logró, en torno a las doce del mediodía, que los presentes levantaran la mirada del cielo y bailaran al ritmo de sus interpretaciones. Casualidad o no, lo cierto es que funcionó. La tímida lluvia desapareció y, aunque chispeó de forma intermitente durante toda el día, las actividades pudieron desarrollarse con normalidad.

Como es habitual, la jornada vecinal estuvo marcada por la reivindicación. Los representantes de las agrupaciones de cada barrio aprovecharon sus minutos de intervención sobre el escenario para mostrar su rechazo, por ejemplo, hacia «realidades» como la proliferación de las salas de juego en la ciudad. Tras ello, tuvo lugar una exposición audiovisual sobre los «puntos críticos de la movilidad» en la ciudad, acompañados por la integración ferroviaria y un debate sobre las terrazas.

Una comida de hermandad estrechó lazos y vínculos entre los asistentes. Ya por la tarde, tuvo lugar una asamblea en la que se puso en valor la importancia de los jóvenes en el futuro del asociacionismo y, a última hora, el concierto de Raptor Queen puso el broche de oro.