Aritza Brizuela: «Lo que investigamos tiene traslado en la odontología»
El congreso que organiza la UEMC pondrá de manifiesto las aplicaciones de las investigaciones en el día a día de la profesión
Si existe un mito por el que al investigador se le considere 'rata de laboratorio', que existe, Aritza Brizuela, director del Grupo de Investigación en Odontología de la Universidad Europea Miguel de Cervantes, huye de él. La UEMC, en el marco de su vigésimo aniversario, celebra hoy y mañana el I Congreso Internacional de Actualización en Odontología Multidisciplinar, en el que Brizuela ofrecerá una conferencia con un título enigmático, 'El fin de la ciencia', que puede llevar a equívoco. Sus palabras sacan de dudas a todo aquel que las tenga, a todo el que pueda pensar que no cree en el futuro de la investigación. Spoiler: cree firmemente en su valía, así como en la aplicación en las clínicas odontológicas de aquello que en los laboratorios se investiga.
–¿Pone el foco el congreso en la labor investigadora de la UEMC?
–Sí. La labor de investigación en el Grado de Odontología es muy importante y actualmente se están desarrollando más de media docena de tesis. Es esencia de la universidad no solo difundir el conocimiento, sino también generarlo. En el congreso va a haber alumnos y profesores, personas que pueden tener interés en el desarrollo de una carrera docente e investigadora.
–De algún modo, 'enganchar' a la gente para seguir investigando forma parte de su labor, ¿no?
–El proyecto del Grupo de Investigación en Odontología es un proyecto estratégico para la universidad precisamente debido a eso. La UEMC es una universidad joven con una carga docente magnífica y que, establecidos los primeros cimientos, mira hacia la investigación. Ha habido una buena acogida entre el profesorado, como demuestran esas tesis y los artículos publicados en revistas con factor de impacto en los últimos seis meses.
–¿Qué le llega al alumnado de esas investigaciones?
–Es la parte consustancial de la investigación. Si tú consigues dinamizar el proceso investigador y que los profesores se impliquen estarás consiguiendo una capacitación del docente superior en su área de conocimiento que eso, inevitablemente, se traslada luego a la docencia. La investigación tiene que tener su aplicación en la parte clínica, pero la investigación sin comunicación se muere, y esta no tiene que ser solo a través de las revistas, porque en el medio está el alumno.
–Esta experiencia sirve para nutrirse de conocimientos, pero también para hacer comunidad. ¿Qué importancia concede a esto último?
–Un congreso tiene la parte teórica, de la ponencia pura y dura, y es enriquecedor para el foro, pero también un punto de reunión con un componente de contacto y comunicación, y estos son objetivos igual de válidos. Todas las ideas que se llevan a cabo en la investigación provienen de la clínica y vuelven a la clínica; yo no me puedo convertir en una rata de laboratorio: si yo tengo contacto con los clínicos y ellos me cuentan sus problemas, yo puedo poner en marcha un ensayo experimental para determinar cuál es la solución más eficiente al problema y devolverles la pelota. Los congresos tienen que ser un punto de encuentro para la comunidad; yo siempre hago apología de aprovechar las 'pausas café' para intercambiar inquietudes y generar sinergias con otros asistentes, ya sean clínicos que te aportan una idea extraordinaria, con alumnos con interés en la investigación, investigadores con líneas de investigación parecidas a las tuyas...
–Se trata de evitar que haya compartimentos estanco, ¿no?
–La ciencia tiene que ser útil, pero también exploratoria. La comunidad universitaria tiene que ver que lo que estamos investigando tiene traslado en la clínica odontológica, en el paciente del 'mundo real', y esa tiene que ser la parte ilusionante de investigar. La investigación es ver lo que todo el mundo ha visto y nadie más ha pensado, y estos congresos son un nexo importante de unión entre los agentes de la especialidad.
–¿Cuán importante es eso de la actualización en la odontología?
–Es fundamental. A veces el clínico se siente un poco ajeno a la investigación o esta constituye para él una pequeña tortura, porque para que su clínica tenga valor tiene que estar sustentada en pruebas y en evidencia científica, y eso les obliga a leer. En ese camino, al tener que reciclarse, a veces se sienten perdidos si o somos capaces de hacerles ver que la primera piedra son ellos, que ellos son los que nos hacen ver que un determinado protocolo puede ser eficaz o no eficiente; qué cosas hay por mejorar. La investigación parte de una pregunta, y esas dudas las plantean siempre ellos.
–Parte de la temática del congreso se refiere a la digitalización. ¿Hasta qué punto forma parte de sus investigaciones?
–Yo soy nativo analógico y para mí mismo ha significado un reto transformar los protocolos analógicos que utilizaba al digital y atravesar el desierto que supone hacer las cosas a través de la innovación, pero algo que es innegable, y es que la tecnología es parte de nuestra profesión y tiene una serie de ventajas; en cuanto a fiabilidad, por ejemplo, igual o mayor en el proceso y fabricación de estructuras o prótesis dentales, hace el trabajo y el flujo mucho más eficiente... La tecnología ha universalizado el resultado respecto a la mano del clínico, de la que dependía el resultado en mayor medida antes, y está muy en boga y en desarrollo.
–¿Existe mucha investigación en este sentido?
–Nosotros tenemos un par de líneas en desarrollo relativas a lo digital. Además, por parte incluso de las revistas con factor de impacto hay mucha demanda de artículos sobre procesos digitales, mayor que sobre los procesos analógicos. La investigación ha comprendido el punto en el que estamos de desarrollo digital y lo que se busca es dar respuestas a este respecto. En este sentido, el Congreso cuenta con una carga digital importante por pura naturalidad, porque muchos ponentes llevan tiempo ya digitalizados.
–Su ponencia se titula 'El fin de la ciencia'. El título resulta ambiguo...
–[Ríe] La gente puede pensar que me estoy refiriendo al objetivo o al final de la ciencia. Hay un libro, de Manuel Lozano Leyva, catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear de la Universidad de Sevilla, que tiene exactamente ese título; tal y como explicaré, es un ensayo que está muy bien para entender el papel de la universidad en la investigación. Es un juego de palabras muy acertado, como verán los asistentes.
Programa del congreso
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Cuándo. Hoy, viernes 17. De 9:15 a 14:00 y de 15:30 a 20:00 horas. Mañana, sábado 18. De 10:00 a 14:00 horas.
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Dónde. Salón de actos de la UEMC. Padre Julio Chevalier, 2.
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Inscripción y acreditaciones. Viernes, 9:15 a 9:45 horas. Destinado a profesionales, industria, profesores y alumnos en Odontología. Inscripción gratuita.
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Organiza. Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC).
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Participa. Clínica Universitaria UEMC, 3M, Klockner, Biotechnology Institute Human Tecnology, Colegio Oficial de Dentistas de Burgos, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora y Straumann.