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Contador del agua en una vivienda de Parquesol. Ramón Gómez
Aquavall destinará un millón para cambiar los 21.000 contadores de agua más viejos

Aquavall destinará un millón para cambiar los 21.000 contadores de agua más viejos

El Gobierno central fijará multas de hasta 5.000 euros  para los equipos que superen los doce años de antigüedad

Víctor Vela

Valladolid

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Lunes, 19 de noviembre 2018, 07:49

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La empresa pública del agua Aquavall ha iniciado una campaña exhaustiva para la sustitución de los contadores de agua más viejos de la ciudad con el horizonte de que ninguno de ellos tenga una antigüedad superior a los diez años. El objetivo, aseguran, es no solo prestar un mejor servicio (que el ciudadano pague exactamente por el agua que consume), sino adaptarse además a la orden que prepara el Gobierno central y que fija multas de hasta 5.000 euros para los propietarios de contadores con más de 12 años. Así, Valladolid no solo cumplirá con ese requisito estatal, sino que además incluirá también los instrumentos de medición con diez y once años, como explicó María Sánchez, concejala de Medio Ambiente.

La operación en la capital será mastodóntica. Aquavall tiene registrados 121.632 abonados y ha de hacer frente a un problema heredado con respecto a los contadores, puesto que la anterior concesionaria (Aguas de Valladolid) se desentendió durante casi 18 años de la sustitución de los equipos, pese a que cobraba por su mantenimiento en el recibo que pasaba a los abonados. «Tan solo se limitaba a cambiar los contadores por averías, no por mantenimiento», explicó Sánchez, quien durante su etapa en la oposición recriminó este comportamiento de la concesionaria, que se ahorraba ese dinero en la inversión.

Aguas de Valladolid comenzó a ponerse las pilas –después de años de abandono– a finales de 2015, cuando inició una batida que permitió en apenas dos años renovar hasta 25.000 unidades, las más obsoletas, con contadores que superaban con creces esos doce años de antigüedad que ahora el Gobierno pone como frontera. Aquavall ha continuado con esa línea de sustituciones. En lo que va de año se han renovado 2.500 equipos. El objetivo para este 2018 era alcanzar los 6.000, una cifra aún lejana (solo queda mes y medio) que se completará a lo largo de 2019, ya que se sumarán a los 15.000 previstos para el próximo año. El objetivo es que en los ejercicios siguientes se mantenga ese ritmo de sustitución hasta acabar, progresivamente, con los contadores que tienen más de diez años.

El proyecto de orden que prepara el Gobierno ha fijado precisamente 2019 como año de inicio para la sustitución de estos equipos de medición y establece un plazo de tres años (ampliable a cinco)para renovar los contadores. En caso de que después de ese plazo todavía quede alguno obsoleto, la multa que fija la Ley de Metrología (del año 2014)asciende hasta cinco mil euros (como infracción leve), que deberá pagar el propietario del contador, quien está obligado a su sustitución.

La concesionaria estuvo casi 18 años sin renovarlos, pese a cobrar la tasa de mantenimiento

En el caso de la capital, el titular de los contadores es Aquavall, por lo que los ciudadanos no tendrán que hacer frente a ningún gasto extraordinario. De hecho, en el recibo trimestral ya aportan una partida que va destinada la conservación y sustitución de los contadores. El equipo más habitual en Valladolid es el de pequeño diámetro (hasta 13 milímetros), por el que se abonan 1,45 euros al trimestre en concepto de mantenimiento, aunque los de mayor tamaño (de 200 milímetros, en casos muy contados) suponen una tasa de 43,89 euros al trimestre.

De acuerdo con los cálculos de la entidad pública que gestiona el agua en Valladolid, el coste medio de la sustitución de un contador se sitúa en torno a los 48 euros (el aparato cuesta 30 euros y el resto corresponde a las tareas de montaje). Si se tienen en cuenta estas cifras, el desembolso previsto entre 2018 y 2019 para la renovación de los equipos de medición alcanzaría en Valladolid el millón de euros. Más cara es la colocación de un contador nuevo, por la que se abona, en los casos más extendidos (de 13 a 40 milímetros de diámetro) una tasa de 76,56 euros.

Vida útil

Esta es la primera vez que el Gobierno central fija un periodo de vida útil (de obligado cumplimiento) para estos aparatos, puesto que hasta ahora lo establecía la empresa responsable de la gestión. De este modo, España se asemeja a otros países de la Unión Europea, como Alemania. Allí, se fija en seis años para los contadores de agua fría y cinco años para los de agua caliente. «La sustitución facilitará el control del gasto y reducirá los errores de medición», asegura Ignacio Abati, director general de Ista, empresa especialista del sector, que cifra en tres millones los contadores obsoletos que hay en todo el país.

«Los más antiguos pueden acarrear esos errores», explica María Sánchez. Unas desviaciones que pueden llegar a ser de hasta el 15%, con efectos tanto para el abonado como para la empresa prestadora del servicio.«Si es una desviación muy corta, el usuario apenas se da cuenta. Solo cuando la cantidad que paga se desvía mucho de lo habitual es cuando detecta que hay un error», comenta la concejala de Medio Ambiente.

La Diputación incluirá las renovaciones de los pueblos en el ciclo integral del agua

La diversidad de situaciones en la que se encuentran los pueblos (depende de cada ordenanza municipal) no hará el cambio de contadores tan sencillo en la provincia como en la capital, ya que, en unos casos la propiedad de los equipos corresponde a los ayuntamientos y, en otros, directamente a los abonados y usuarios del servicio. Además, en los pequeños municipios hay dificultades añadidas, como la ubicación de contadores en parcelas o terrenos de acceso más complicado para la persona que tiene que revisar el contador. Por eso, hay ayuntamientos que, a través de la Junta de Castilla y León, ofrecen ayudas para facilitar el acceso a los contadores. En cualquiera de los casos, la Diputación ha anunciado que, en el momento en el que el Gobierno central de luz verde a esta orden, la administración provincial ofrecerá colaboración para la sustitución de los equipos, bien directamente a los Consistorios o a través de ellos para que llegue al usuario final. «El ciclo del agua es uno de los asuntos prioritarios para la Diputación», explica Alberto Collantes, diputado delegado del área de asistencia y cooperación a municipios, quien recuerda que ese programa de gestión ha invertido desde 2016 un total de 12,2 millones en obras de abastecimiento y depuración. Una pequeña parte también se destina a un plan de lectura de contadores al que se pueden acoger los ayuntamientos que lo deseen. En 2017 lo hicieron 29 localidades, con un coste de 0,51 euros por abonado y que durante el año pasado realizó 23.968 lecturas.

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