Apelan a la colaboración ciudadana para identificar al joven peatón fallecido en la autovía de Segovia
La víctima, de unos treinta años, vestía chándal, medía 1,75, era moreno y de complexión atlética y presentaba golpes compatibles con un atropello
El conductor de un turismo alertó a las 3:33 horas del miércoles a los servicios de emergencias del hallazgo «del cuerpo de una persona ... en mitad de la calzada» de la autovía de Segovia (A-601), a la altura del kilómetro 7, junto al vial de salida e incorporación a la carretera desde la urbanización La Corala, en el término de Laguna de Duero, y en los carriles que discurren hacia la capital. Su llamada se sumó a tres anteriores de otros tantos conductores, quienes avisaron al 112 a partir de las 2:30 horas de la presencia de un peatón que deambulaba por la calzada de dicha autovía entre los kilómetros 9 y 8. Nadie, eso sí, vio lo ocurrido y la causa de la muerte del peatón, un varón de unos 30 años y que aún está sin identificar dado que carecía de documentación. Los agentes y sanitarios, a su llegada, solo pudieron confirmar el fallecimiento del viandante.
El cuerpo del fallecido presentaba signos compatibles con un atropello o con una caída y agentes y forenses, que realizarán la autopsia este jueves, intentan ahora identificar a la víctima y esclarecer lo ocurrido. Eso además de intentar reconstruir los pasos previos de la víctima. Lo único claro hasta el momento es que el joven caminó por la autovía de madrugada durante cerca de una hora y que un conductor, ajeno según todos los indicios a su muerte, encontró su cuerpo en «mitad de la calzada». El propio testigo explicó que parecía que la víctima había sufrido un «atropello». Eso, no obstante, está por confirmar. Fuentes de la investigación apuntaron que las contusiones, en cualquier caso, «no eran excesivamente llamativas» como para determinar «sin dudas» que fuera arrollado por un vehículo.
Tres conductores vieron a la víctima, de unos treinta años, deambulando por la autovía antes de que un cuarto se topara con el cadáver junto a La Corala
El cuerpo de la víctima fue trasladado al Instituto de Medicina Legal para la práctica de la autopsia. La investigación está ahora en manos de los agentes de la Guardia Civil (Policía Judicial y Tráfico). Estos intentarán determinar si el peatón falleció atropellado y, de ser así, si el posible autor huyó del lugar o no se percató del siniestro o si pudo morir fruto de una caída –el único punto para ello es el viaducto de acceso a la urbanización, cuya altura ronda los cuatro metros, pero que se encuentra medio kilómetro antes del lugar donde fue hallado el cuerpo–. Lo cierto es que el 112 no recibió avisó alguno de un posible atropello y sobre la calzada tampoco hay restos visibles de frenadas o del posible impacto. El cuerpo, en cualquier caso, sí presentaba signos de haber sido golpeado compatibles con un atropello o una caída. La investigación está abierta.
Sin llaves, cartera o móvil
La víctima vestía un chándal y no llevaba encima nada que permitiera identificarla. Y nada es nada. «Ni llaves, ni cartera o un móvil», según confirmaron fuentes de la investigación, que apelaron a la colaboración ciudadana para agilizar la identificación de la víctima –a expensas del resultado de los análisis de las huellas– y tratar de esclarecer lo ocurrido. El peatón era un joven de unos treinta años, de 1,75 de altura, cabello moreno y complexión atlética. En el momento del aparente siniestro vestía un chándal y no llevaba encima nada que pudiera identificarle.
Tres conductores alertaron con anterioridad al hallazgo del cadáver de la presencia de un peatón en la calzada de la autovía de Segovia en los dos kilómetros previos al carril de incorporación desde la urbanización La Corala.
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